Taina "Caveira" Pereira, la mejor interrogadora de todo Rainbow y incluso del mundo se podría decir. Sus métodos son un poco bruscos pero efectivos y ahora mismo lo estaba comprobando, pero volvamos a como nos conocimos.
Flashblack
— El trabajo ya está hecho. — dije por la radio que me habían dado.
—Bien hecho, ahora sal de ahí antes de que venga la policía. — mi jefe finalizó y yo estaba dispuesta a salir de ahí. Ya apuntó de salir se escucho una gran explosión a unos metros.
—¡Tú! Baja el arma y rodillate. — gritaba una chica la cual pertenecía al FBI, yo solo tiré una bomba de humo para después salir de ahí corriendo.
—¡Se está escapando! — escuche gritar a la misma chica de antes.
Yo sin prestarle atención seguí corriendo tratando de que no me dieran los disparos. Ya después de un rato parecía que los había perdido por lo que me metí en un edificio abandonado para recuperar fuerzas.
—¡Me quieres explicar quien era esa gente! — le gritaba furiosa a mi jefe, él solo se quedaba callado.
—¡Me quieres contestar! ¡Dime que al menos has mandado un helicóptero hacia mi ubicación!
—No, no he mandado un helicóptero, no voy a poner en peligro a mis pilotos. — dijo
—¿Y si me pillan? A claro me dan por culo, ¿no? — mi jefe suspiro y yo reí por no llorar, quería salir de ahí y desaparecer por un buen tiempo.
—Mira _____ eres una de mis mejores mercenarias, pero no puedo poner en peligro a mis pilotos, intenta no llamar su atención. — dijo intentando calmarme, pero yo no podía, mi ansiedad subía y subía.
—Si me capturan, ¿intentaras rescatarme? — pregunté con algo de esperanza.
—No lo sé, obviamente lo intentaría pero no sé si te liberaría.
—Mira, mira, me tienes contentita, ya si llego sana y salva, nos vemos. — corté y rompí la radio en pedacitos del enfado que tenía encima.
A ver como saldría yo sin parecer sospechosa... Pues ya sé, ocultandome con la fauna.
—¡Arriba las manos! — se escuchó por la planta baja del edificio y yo me pusé pálida. No tenía otra opción que saltar por la ventana o luchar contra ellos, obviamente no queria morir por lo que decidí saltar por la ventana. Ya apuntó de tirarme un disparo llegó a darme en la pierna derecha y en el hombro izquierdo, cosa que hizo que cayera al suelo del dolor.
— Ahora eres mía, palhaço. — escuché antes de ver como todo se volvía negro.
Fin del flashback
Desgraciadamente desperté hace unas horas en un mini hospital y me encontraba vendada y tumbada en una cama de hospital hasta que una mujer con una calavera pintada en la cara se acercó a mí y me llevó a una sala de interrogación donde me ató a una silla. —Dime, ¿quién eres y que hacías ahí? — preguntó mientras afilaba un cuchillo, yo solo me quedé callada.
—Así que te haces la dura. — se acercó a mí y puso su cuchillo en mi cuello, presionando un poco para que me saliera sangre. Ya hecho su cometido de alejo de mí y lamió el cuchillo para otra vez acercarse a mí.
—Mira minha presa adorável, no quiero dañar esa carita así que habla ahora. — ya me estaba asustando esta chica, la verdad es que se veía sexy pero no era momento para pensar en eso.
—Soy ____ Oxton, soy una mercenaria y lo único que hacía era mi trabajo. — la chica sonrió por un momento pero después volvió a su cara seria. —¿Oh por qué esa cara, amor? — le pregunte solo para ser ignorada por ella. Después de varios minutos en silencio un hombre entró a la sala.
—Hola Señorita Oxton, quiero ofrecerle una gran oferta. — yo a sentí indicando que siguiera hablando.
— Somos una organización anti-terrorista y nos gustaría que se uniese a nosotros, tendrá un buen sueldo y una habitación. — finalizó Harry y yo deje caer mi cabeza contra la mesa, esto no es lo que tenía planeado...
— Esta bien donde hay que firmar.
— Lo ves minha garota, no era tan difícil. — dijo la mujer sonriendo maliciosamente haciendo que tuviera escalofríos por todo mi cuerpo. Está mujer me iba a matar de un infarto.
Varios meses después seguía siendo "perseguida" por la mujer esa, al principio me pareció extraño pero al fin acabó acercándose a mí y honestamente, se sentía bien su cercanía.
Pues podíamos hablar de varias cosas, incluso me reveló hasta su nombre y una parte de su pasado, el cuál se parecía a el mío.
Y bueno, que decir, esto os sorprenderá pero conseguí tener una noche loca con ella hace no mucho, pues era evidente las ganas que nos traíamos.
Y todo bien, yo quería algo más que eso pero no sabía si Taina pensaba lo mismo, muchas veces tarda en contestar a mis mensajes o quiere estar sola.
¿Y qué tiene que ver esto si no somos pareja? Pues que parecíamos una, nos besamos, nos dormíamos juntas, hacíamos...Bueno, emm, ya sabéis que tipo de cosas.
Pero hoy pudiera ser que todo cambie, iba a hacerle la famosa pregunta, si esa, la de ¿que somos?
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Estaba con ella acostada en su cama como de costumbre, acurrucada en su pecho.
—¿Estás bien minha garota?— miré a Taina con una pequeña sonrisa nerviosa.
—No...Tengo una pregunta para ti.— ella me miró relajada mientras me acariciaba el pelo. —¿Que somos?
Su cara de inmediato perdió el color,joder, nunca había visto eso en Taina.
Lo que más me sorprendió fue que en un instante se zafó de mí dejándome en ma cama.
—¿Tania?
—Callate y vete. — respondió irritada , ¿pero qué?
—Pero cariño.— me acerque a ella para darle una abrazo , acción que rechazó con un fuerte empujón que hizo que me fuese al suelo.
—¡Agh! Mi cuerpo.— tenía miedo, Caveira nunca me había hecho daño, bajo ninguna circunstancia.
Pero yo, con el orgullo y el culo dolido salí de ahí, mirándola con miedo y con tristeza a la vez.
