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CARLOS
Llegó el día de la gala, y a decir verdad, yo estaba muy nervioso por ir con los padres de Alice.
Me puse mi traje para ir a eventos importantes, me arreglé el pelo sutilmente y salí de mi vestidor para ir al salón.
-Que guapo estas, hijo -dijo mi madre
-Gracias
-Disfruta de la noche
-Lo haré -dije y salí de casa. Estaba Andrés esperándome en la puerta para llevarme a la gala. No pensaba coger mi moto, y mucho menos que me llevasen mis padres. 
10 minutos más tarde estaba en el "palacio" por decirse de alguna manera, donde los padres habían decidido celebrar la gala. Era enorme y había mucha gente. Me baje del coche y un mayordomo me paró en seco .
-Disculpe, ¿está usted en la lista?- dijo en un tono bastante serio
-Eemm... -dije y al instante apareció Alice
-Viene conmigo, déjale pasar -dijo ella e inmediatamente me dejó pasar hacia el evento.
-Estas muy guapa
-Gracias -dijo ella, sonrojada y desviando su mirada de mis ojos hacia el suelo - ven, vamos dentro
Entramos donde estaba toda la gente. Parecía un evento de negocios muy importante. Había gente, que por su aspecto, parecía muy rica. En unos momentos estábamos con la madre de Alice y el que supongo que sería el marido de su madre. Nunca me ha hablado de él.
-Me alegro mucho de verte por aquí, Carlos- decía Alison dándome un abrazo- este es Harry, mi marido.
-Encantado, soy Carlos. Un amigo de Alice.
-Si, Alison me ha hablado de ti. Encantado de conocerte. - decía estrechándome la mano
-Oye ¿te apetece tomar algo? -decía Alice intentando escapar de esta situación. Se la veía incomoda así que asentí, me despedí de ellos y fui con ella a por algo para beber.
-Por fin, que incomodez de situación, madre mía. - decía ella algo aliviada
-Se los ven buenas personas a tus padres. Quiero decir, a tu madre y a Harry.
-Si, bueno. Mi madre es la mejor persona del mundo. Harry y yo chocamos a veces, pero todo bien. -dijo ella mientras me servía un cubata, lo que siempre pedíamos al salir de fiesta.
-Vaya gracias. ¿Eres adivina? -dije un poco irónico
-Que tonto eres -dijo y al instante se puso muy nerviosa. -mierda
-¿que ocurre? ¿Todo bien?
-John está ahí, necesito que no me vea.
-¿que pasa con el?
-Luego te explico. Ahora necesito que no me vea.
-¿y si nos vamos? -dije pero me arrepentí al instante, pero ella me cogio del brazo y me llevo fuera por la puerta de atrás
-Vamonos -dijo nerviosa
-¿donde vamos? Yo no he venido en coche, me han traído
-Joder joder joder - dijo poniéndose las manos en la cabeza
-Tranquilízate. A ver pensemos que hacer. Sigamos andando.
-¿que dices? Llevo tacones, los pies me van a matar
-Yo te llevo. Mi casa no está muy lejos, podemos quedarnos allí un rato.
-Me quito los zapatos mejor y seguimos andando. -dijo y se quitó los tacones, los cuales eran bastante altos.
Empezamos a andar por la calle oscura y solitaria. No había nadie.
-A ver el tema de John es complicado. Mi madre quería que yo me fuese con el cuando aún vivía en los Estados Unidos. Mi madre y su madre eran muy buenas amigas, y siempre me habían visto como buena pareja con el. En fin, yo como soy pues... como soy, le hice daño, aunque el también me lo hizo a mi. Fue daño mutuo. La última vez que nos vimos, fue porque me persiguió hasta casa después de clase pidiéndome perdón con unas flores. Yo sé las tire a la cabeza y me fui. Digamos que el aún no me ha superado. Y bueno, esa es la historia.
-Vaya, no se que decirte
-No digas nada, no hace falta -dijo y acto seguido, me abrazó, pegó su espalda a una pared y nos besamos.
Casi cuando me estaba quedando sin respiración de la intensidad de ese beso, Alice separó sus labios para decirme algo.
-Carlos, quiero estar contigo
Mi mente se quedó en blanco por un momento. No sabía cómo reaccionar a lo que me acababa de decir.
-¿estás bien? -dijo ella a escasos centímetros de mi.
-No sé cómo reaccionar a esto.
-Perdón si la he cagado. Voy a llamar a alguien un momento -dijo apartándome y yéndose a otro lado alejado de mi para hablar por teléfono.
A los pocos minutos, apareció Marcos para recogerla.
-Me voy a casa, estoy bastante cansada. Hablamos, Carlos -dijo ella poniéndose de puntillas y dándome un beso cerca de los labios. Después se subió al coche.
-Alice -dije antes de que el coche se alejase. Ella bajo el cristal de la ventana - yo también quiero estar contigo.
Alice me miró sorprendida, subió la ventana del coche y se alejó a lo largo de la calle.

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