Changes

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ALICE
No podía dejar de mirarme al espejo, de retocar mi maquillaje y de cambiarme de ropa una y otra vez
¿Me estaba poniendo nerviosa por ver a Carlos?

Dejé mis pensamientos a un lado y salí de mi habitación para bajar al salón.

-Mamá voy a salir un rato ¿si? Para la hora de la cena estoy en casa- dije mientras cogia mi bolso, mi abrigo y mis llaves
- ¿Con quien has quedado que vas tan guapa ehh?
-Con un amigo, creo que le conoces. Carlos.
-Ah si, el chico aquel del cumpleaños pasado. Muy guapo por cierto
-Si, mamá- dije poniendome un poco nerviosa. Me acerqué a ella para darle un abrazo y un beso en la cabeza.
-Pásalo bien- dijo ella mientras yo me disponía a salir por la puerta
-Chaoooo

Cerré la puerta, y al girarme, allí estaba Carlos, apoyado en la puerta de su BMV. Iba muy guapo. Llevaba unos vaqueros negros, camisa y un abrigo de lo más formal.

-Hola- dije un poco nerviosa
-Hola- dijo el, que también parecía algo mervioso-¿vamos?
-Si
-Adelante -dijo el, abriéndome la puerta del asiento del copiloto, y mirándome con una sonrisa, la más bonita que había visto además
-Gracias -le ofrecí la mejor de mis sonrisas y acceso al interior de su coche, y tras eso, cerró la puerta del coche tras de mí y se dirigió hacia el asiento del conductor.

Existía cierta incomodidad, por el silencio que había dentro del coche, hasta que Carlos decidió romper el silencio.
-¿te encuentras mejor?
-si, gracias
-Me alegro
-Yo tambien
-Carlos, ¿puedo preguntarte algo?
-Claro
No sabía cómo preguntarle esto sin resultar borde, pero esta forma de ser así de amable, no es típica de el. Algo se me escapa
-¿de donde viene tanta amabilidad? Quiero decir, no sueles ser así nunca
-Bueno, solo hago esto cuando alguien realmente me importa
¿Mis oídos acaban de escuchar bien? ¿Le importo?
-Gracias -le dije
-No tienes porque darlas -me miró con una sonrisa y volvió la vista a la carretera
-Ey, es ahí, déjame aquí si quieres, mientras tú aparcas.
-Vale, no tardó, 5 minutos -decía el mientras yo me desabrochaba el cinturón y bajaba del coche.

/5 minutos después/

-Ya he vuelto -decía Carlos al sentarse- bonita cafetería por cierto
-Si. Me recuerda mucho a Phoenix, por eso vengo a menudo por aquí. Tiene esa esencia americana que tanto me gusta.
-¿puedo preguntarte por qué has acabado en España?
-Emm... si, claro. Verás, cuando mi padre -carraspeé antes de decir la palabra- murió, mi madre se vio muy afectada por su muerte, y decidió cambiar de aires. Decía que le recordaba mucho a él y quería irse de allí
-Pero ¿por qué España? Me refiero, hay más estados a los que irse, o incluso Canadá.
-Ella decidió no tener contacto con los Estados Unidos. Y así fue cómo acabé aquí, en Madrid.
-Pero ¿y a ti esto te gusta?
-Al principio me era complicado por el idioma, pero una vez te adaptas... -suspire- todo es más fácil. Bueno basta dejemosnos de preguntas, ¿pedimos algo ya? Me muero de hambre.
-Claro que si.
Vino la camarera y pedimos nuestra merienda mientras tanto, vi la oportunidad perfecta para conocer a Carlos.
-Bueno, ya que tú sabes cosas de mi, yo quiero saber algo de ti.
-Por supuesto, lo que quieras
-Mmmm... pensemos. ¿Por que eres tan calladito? Siempre estas pensativo y apenas dices nada.
-Me has calado ¿eh? A ver, no tengo una explicación para eso. Simplemente soy tímido, nada más. Me cuesta abrirme a la gente
-Pues conmigo lo estás haciendo
-Pero es que tú eres diferente

¿Acaba de decir que soy diferente?
La tarde transcurrió muy bien. Acabamos de merendar y él me llevo a la puerta de casa.
-Bueno, pues gracias otra vez por traerme a casa.
-De nada, enserio. No es molestia para mí.
Estaba incomoda ya que no sabía que hacer en ese momento. Me quede mirándole fijamente a los ojos. He de admitir que me puse algo nerviosa.
-Bueno, voy a ir entrando a casa. Le dije a mi madre que estaría para la hora de la cena.
-Si, claro. Seguimos hablando ¿vale?
-Claro. Adiós, Carlos -dije sonriendo
-Hasta otra -me miró y por segundos vez, vi perderse su coche entre el mogollón de coches de la calle.