CALEB

Capítulo XIII

Mina

Cuando Eri termina de desayunar va a su habitación a cambiarse y yo voy con ella. Hablamos de lo que he hecho con Caleb y le cuento lo que pasó anoche con Alberto mientras ella se coloca unos vaqueros cortos y una camiseta azul de tirantes con unas convers rojas.

—¡No jodas! ¿Y Caleb te defendió? —asiento un poco avergonzada y me remuevo en mi sitio incómoda.

—Lo he dejado Eri —me siento en su cama viendo el suelo y Érica para de ponerse la camiseta para mirarme.

—Pero, ¿es en serio o...? —me mira seria y levanto la cabeza para ver sus ojos claros.

—No pienso volver con él —mis ojos se llenan de lágrimas y Eri se acerca a mi terminando de ponerse rápidamente la camiseta y me abraza.

Se separa poniendo sus manos en mis hombros y me mira.

—Es lo mejor Mina —asiento y vuelve a abrazarme cuando empiezo a sollozar.

{15 meses antes}

—Teneis que poneros por parejas para hacer las maquetas —dice la profesora de biología y toda la clase empieza a gritar entusiasmada. —Por supuesto yo haré los grupos al final de la clase —se escuchan bufidos y suspiros por parte de algunos de mis compañeros y volvemos a prestarle atención.

—¿Podemos hacer los grupos nosotros profe? —escucho hablar a Lucas desde el final de la clase.

—No —dice y se da la vuelta ignorando las quejas —Poned la fecha, tema 6 y el título del apartado —manda mientras empieza a copiar un esquema en la pizarra.

Pongo la fecha y escribo lo que nos pide, dejando de prestar atención por el resto de la clase.

Hago garabatos en el margen y vuelvo a mirar la esquina de la hoja.

23 de Enero.

Van a hacer dos años que se fue Cal.
Hace tiempo que no me paraba a pensarlo, pero es que hacerlo es desolador.

Se que se ha echado una novia, según Manu se llama Svetlana, ayer nos enseñó una foto de ellos dos en San Petersburgo y la verdad es que es preciosa.

Yo hubiera esperado que fuese un palillo rubio con una cabeza enorme, pero parece una modelo y hacen súper buena pareja.

Ya no me siento tan mal al pensar en Cal, siento que todo se está disipando y lo que pensaba que sentía por él era solo un enamoramiento infantil.

No me doy cuenta de que se ha pasado la clase hasta que la profesora empieza a hacer los grupos.

—El grupo 7 tiene que hacer una maqueta del corazón humano a tamaño real —hace una pausa mirando el listado de la clase. —Mina —levanto la cabeza y la miro —¿Te he puesto con alguien? —me pregunta sin prestarme la más mínima atención.

—No profesora —niego y ella asiente mirando el listado.

—Bien, vas con Alberto —la miro extrañada.

—Pero profe, yo soy el número 19 —replico y me mira sin entender —Alberto es el 25, y siempre vamos por orden de lista— arquea una ceja mirándome a través de sus gafas de pasta verde y agacho la cabeza mirando mi mesa.