dix-neuf.

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Seokmin era el chico más feliz del universo, o por lo menos pretendía serlo.

Quizás no sentía los golpes que le aturdían, o las patadas que retorcían su cuerpo de dolor; probablemente todo ese dolor de todos los días comenzaban a formar parte de él. Nadie lo sabía pero aquella gran sonrisa cada que un golpe se le hacía merecedor realmente impactaba a cualquier persona que lo viese.

En realidad quería morir, pronto y eficazmente quería estar hundido bajo tierra o siendo incinerado, era lo que más quería en todo el mundo es por ello que la sonrisa en su rostro se hacía presente, porque necesitaba irse pues la vida que tenía actualmente no era la que deseaba. Solitario, discriminado y sin un futuro por delante pues no había algo que le motivase a seguir ni algo que le causara esa fascinación que las personas describían. Estaba vacío en esos momentos, la nada misma.

Seokmin miraba por la ventana, últimamente ni siquiera tenía ganas de salir de su cuarto y menos de casa pues esas personas que le hicieron sufrir le habían amenazado con que le esperarían para oírlo pedir por piedad. Parecía ser que el castaño se había convertido en el entretenimiento de los psicópatas.

Allí fuera el clima estaba gris, probablemente se habían apiadado del chico y por ello ahora como acto de solidaridad se decidió que del cielo caerían gotas, llorando porque la felicidad ya no formaba parte de la vida del chico, ya no soportaba tener que seguir fingiendo ¿Qué ganaba con eso? Absolutamente nada, estaba claro que su destino era sufrir.

Ese día se decidió por morir, si eso era lo que el futuro le depararía no veía nada de malo en querer adelantar el proceso.

Con su corazón roto en la mano, caminó hasta dónde sería su punto final. Ese puente por dónde varias personas transitaban, era de noche y casi ninguna presencia circulaba por la ciudad. Miró al horizonte dónde las luces artificiales alumbraban todo por completo aunque ver ese espectáculo ya no le causaban la misma fascinación de otras veces.

Escaló, sintiéndose más pequeño que antes cómo si todo se fuera desvaneciendo en cada movimiento que hacía, todas las sonrisas falsas que había creado se desvancían de a poco en poco. Estaba muriendo, iba a morir arrollado por uno de esos carros pero por lo menos en el infierno no debería que fingir una gran sonrisa como si todo estuviera bien. Dió un largo suspiro incluso sintiendo cómo los golpes que cubrían su cuerpo se iban desvaneciendo, quizás así era como el ser libre se sentía, dió un último suspiro antes de saltar.

"¡Hey! ¿¡Qué demonios crees qué haces?!" exclamó una voz a sus espaldas, una voz femenina que pronto sintió más cerca, tomó su brazo y entonces sintió como era tirado de nuevo hacía la tierra. La chica le atrapó y entonces pudo verla. Era una chica de piel blanca y delgada, con unos grandes ojos y el pelo rojizo. "¡¿En qué estás pensando?!"

"Y-yo..." Alcanzó a decir Seokmin con dificultad, la chica comenzó a llorar viendo el estado en el que el chico se encontraba.

"¡No te hagas daño por favor!" Exclamó molesta y entonces abrazó al desconocido, ambos comenzaron a llorar en la oscura noche que era iluminada por unos cuantos destellos.

Hyuna era el nombre de la chica que lo salvó y lo sacó de la miseria que su vida era. De Hyuna aprendió que los comentarios de las demás personas eran irrelevantes y sobre todo aprendió que no debes dejarte llevar por los golpes que te da la vida, ya sean físicos o emocionales. La chica estuvo ahí siempre cuando necesitaba a quién contarle sus sentimientos, con quién llorar y más importante, tenía quién sanara sus heridas.
También gracias a ella es que los bullys que le perseguían se marcharon y nunca volvió a recibir un golpe como ese.

Cuando Seokmin se sentía destruido, quería hacerse daño y las inmensas ganas de morir de nuevo se hacían presentes entonces Hyuna llegaba y si el hacerse daño era insistente ella tomaba el riesgo de hacerle sentir cómo es que ella se sentía cuando se hacía daño, ella también se lesionaba con el propósito de que abriera los ojos. Lo hizo un par de veces, pero parecía ser que no le afectaba en lo absoluto, como si aquello no fuera un problema. Se sentía pequeño cuando estaba con ella, quizás porque su persona le irradiaba mucho. La envidiaba de cierta forma. Esa chica se estaba sacrificando por él y no podía hacer lo mismo.

Poco a poco su roto corazón se fue reparando, con el amor que la chica le brindaba, con su amistad y los abrazos. También gracias a ella fue que las amistades comenzaron a llegar a montones y con ello que la tristeza que le había estado hundiendo fuera desapareciendo cada que se encontraba protegido por los cálidos brazos de la chica y las escandalosas risas de los demás amigos que ahora tenía. Lástima que la chica tenía novio y nunca podría corresponder sus sentimientos aunque quisiese.

Siguió estudiando, esperando en convertirse en el policía que tanto esperaba llegar a ser, quería impartir justicia por toda Corea del Sur. Estaba seguro de que lo lograría así que se esforzó todo el tiempo. Hyuna se decidió a estudiar en la misma escuela así que siempre iban juntos. Lástima que su novio seguía ahí, Hyojong.

Terminó la carrera y con ella la gran graduación que tanto esperaba, tomó entre sus manos la placa a la que le eran acredor, totalmente emocionado con la nueva vida que le esperaba. Sus sueños se estaban realizando y por primera vez no debía fingir la felicidad, la estaba sintiendo de nuevo. El corazón roto se armó.

Los siguientes años entró a una comisaría en el mismo lugar dónde Hyuna trabajaría, se podrían ver de nuevo. Lástima que su novio era el jefe y estaba allí siempre. Alguna parte de Seokmin le decía que debía olvidarse de un amor imposible como ese.

Entre la eterna espera por criminales por el país empezó a rondar un crimen al que llamaban TeenToum pues siempre que alguna persona desaparecía esa palabra aparecía escrita con sangre y una luna roja a un costado. Seokmin divulgó por internet informándose sobre el caso pues la comisaría dónde estaba no le había tocado resolverlo. Aún así el estaba convencido de que encontraría a los culpables de todas las desapariciones, resolvería cualquier incógnita y todo eso quizás le sobrellevaría a algún lado, estaba desesperado.

Ahora estaba justo frente a una de las zonas dónde la primer desaparición se llevó a cabo. Un supermecado cerca de un vecindario de Seúl, a las afueras del mismo la sangre de Yoon Jeonghan fue encontrada, todo gracias a las pruebas de ADN. El joven parecía haber llevado una triste vida después de la muerte de su hija, estaba prácticamente solo.

Caminó unas cuadras más dónde el segundo desaparecido se desvaneció de la faz de la tierra, se trataba de unas calles fuera del hospital principal de la ciudad. Su madre estaba allí dentro, una ruptura se le había interpuesto y el hecho de estar en riesgo a repetir el año justo a unos días de graduarse eran lo que pareciera ser que al chico le mantuvo triste sin esperar el futuro que le esperaba.

El último lugar al que Seokmin llegó fue un poco más lejos pues tuvo que tomar un autobús hasta llegar a una de las calles dónde la vida reinaba de noche. Fuera de ese cabaret para Drag Queens fue que encontró la tercer pista, el mismo símbolo que los anteriores sólo que ahora la sangre pertenecía a Boo Seungkwan, un chico gay que empezaba a incursionar en el arte del Drag pero no pudo seguir con la nueva pasión pues se desapareció sin merecerlo.

Dió un último suspiro antes de volver a la comisaría, dónde más trabajo le esperaba pues sólo quería darse una vuelta por la ciudad e investigar sobre ese caso que las autoridades consideraban imposible de suspirar.

Caminó dentro del lugar dónde la mirada de Hyuna se cruzó con la suya, tomó asiento y se dispuso a seguir investigando.

Sin saber que lo estaban observando y pronto, él también desaparecería y sería parte de aquel caso imposible de resolver.







n.a// Una disculpa por no haber actualizado antes, tuve un bloqueo creativo pero por fin logré escribir más fluido, prometo aprovechar esta buena racha para seguir escribiendo más. Espero estén entendiendo todo jaj, estoy dividiendo esto mucho para que sea comprensible y confuso a la vez, sólo quería dar un contexto de todo pero ya tiene la historia fluyendo, cualquier duda que tengas se irá resolviendo lo que sigue es lo que llamaría la etapa final así que esperenlo <3

𝘛𝘌𝘌𝘕𝘛𝘖𝘜𝘔. [svt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora