vingt quatre

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El día transcurría normalmente, cada quién realizaba la parte que le correspondía. El único detalle era que ese día ambos bandos planeaban aquella conspiración pues no querían morir, querían aquello que el líder había prometido tanto para los enfermos mentales como para a los que llamaban reclutados pues en sus retorcidas mentes les servirían para poder escapar y rehacer su vida. Aunque al parecer el líder era un mentiroso y nada de lo que había prometido se volvería realidad.

Entre la oscuridad de el sitio bajo tierra en un cuarto los 11 chicos se reunían. Cada quién llevaba su propio puesto ahora y justo como lo llevarían a cabo, todo detalladamente, incluso planeando cómo es que matarían al líder y al otro secuaz.

Ahora cada quién se trasladaba hasta las habitaciones dónde su entrenamiento para destruir vidas se llevaba a cabo.

Wonwoo miraba por todos lados, con un temblor en las manos y un gran temor pues ahora que sabía la verdad tras el caníbal le preocupaba demasiado ser herido a manos de él o de cualquier otra persona.

"Allí estás." Oyó una voz a sus espaldas. La reconoció al instante y un escalofrío inundó su cuerpo de repente, giró lentamente fingiendo una de sus mejores sonrisas aunque por dentro el miedo le carcomía, estaba acabado. "Te estuve buscando por todos lados."

Mingyu rió, o eso supuso debido a el sonido que emitió, los nervios de pronto se apoderaban de sí.

"¿Para qué?" Cuestionó el chico acompañando aquello de una pequeña risa que sonó peor de lo que esperaba.

"Prometiste que me ayudarías a quitarme esto. Necesito que me lo quites ahora." De nuevo ese escalofrío pues sabía de todos los planes que tendría junto a su líder. Aún así debía responder.

"¿Ahora mismo lo necesitas? También me dijiste que hoy mi mente podía descansar." A Wonwoo le perturbaba que pudiese estar así de tranquilo en esos momentos, realmente no se sentía tranquilo, ni un poco.

"Sé lo que dije pero... Ya no aguanto, necesito que me quites esto." Replicó desesperadamente, parecía que en cualquier momento explotaría.

"Más tarde Kim." Aseguró y con las pocas fuerzas que le quedaban caminó hasta llegar a dónde sus planes empezarían. Mingyu era el único problema ahora pues se estaban asegurando que el líder no se enterase de absolutamente nada.

El azabache llegó hasta dónde su parte se llevaría a cabo.

Vernon una vez más era quién se llevaría la mayor parte del trabajo al ser quién poseía el fuego necesario para incendiarlo todo.

Sólo una persona sabía cómo salir de allí y esa persona era el líder, sólo el salía pues los demás no podían darse el lujo o serían atrapados. Debían hacer algo para que confesara y ahí es dónde Jeonghan entraba, con la belleza y los dotes que el universo le habían dado podrían someter al líder hasta que lograran que confiese sobre sus planes y dieran con la salida de ese lugar.

Llegó hasta su cuarto, exclusivo de él y tocó la puerta.

"Adelante." Respondió ante el llamado y Jeonghan de inmediato giró el picaporte para encontrarse con el chico que planeaba traicionarlos. Su gran sonrisa le provocó una pésima sensación. "¡Jeonghan! ¿Necesitas algo?"

"Sólo quería verte." Replicó con simpleza plantandose justo frente a él, aacercándose poco a poco con el propósito de ponerlo nervioso.

"Vete." Dijo en un susurro, el rubio cada vez estaba más cerca, se le acercaba con el propósito de hacer que su latido cardíaco aumentara. Sonrió con los nervios apodrándose de sí, a punto de juntar sus labios pues era escencial si quería llegar a el resultado que deseaba.

𝘛𝘌𝘌𝘕𝘛𝘖𝘜𝘔. [svt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora