dix-huit.

989 146 10
                                    

Los moretones de sus piernas le dejaban un sabor amargo, Seokmin había sido dejado con un chico que parecía ser menor que él, llevaba vendas llenas de sangre, su mirada se veía triste cada vez más.

Estaba frente a él sin mencionar ni una palabra. Pronto, Seokmin se sintió por unos instantes a merced de él aunque estuviera en silencio se sentía indefenso, esperando a que quizás ese chico pudiese llegar a lastimarlo, sentía cerca aquello.

Aún así sentía curiosidad por los pensamientos de ese chico quien había mantenido la mirada baja desde que le encerró en esa gran jaula de cristal. Pareciese que algo le devoraba por dentro y no sabía que era. La curiosidad de saber qué le ocurría crecía rápidamente.

"¿Estás bien?" Preguntó en un leve susurro, casi inaudible pero fue suficiente para que el chico levantara la vista encontrándose con el contrario quien trataba de parecer calmado, esbozando una leve sonrisa.

"Tú eres..." dijo débilmente, con una voz de lo más tétrica. "Feliz." Sentenció con un leve suspiro, su voz era más baja cada vez y después de aquello comenzó a toser descontroladamente, un quejido en cada salida de aire y eso fue lo que hizo que Seokmin de pronto se alertara acercándose al cristal, golpeándolo para llamar su atención.

"¡¿Estás bien?!" preguntó nuevamente con un claro tono de preocupación, el chico seguía tosiendo sin detenerse, Seokmin en cambio no podía hacer nada.

"No te... lo mereces... No" Alcanzó a decir el menor torpemente debido a el ataque que había tenido. Poco a poco aquello se fue calmando y pudo reincorporarse después de haber sentido tanto dolor.

"¿D-De qué hablas...?" alcanzó a susurrar Seokmin, a punto de estallar en llanto pues verlo en ese estado sintió como su corazón se achicaba cada vez más dónde el límite era llorar pues no soportaba mirar el sufrimiento de alguien más.

"Eres feliz ¿No es así?" dijo por fin, claramente aunque su voz seguía sonando débil cómo si en cualquier momento todo se derrumbaría. Seokmin se quedó perplejo por unos momentos, no sabía que era la respuesta que debía dar, pareciera ser que el contrario se lo tomaba en serio pues fijó su mirada sobre él esperando con ansias algo que resolviera sus dudas. Pero el chico simplemente no podía. "Responde... por favor."

Con duda, el chico esbozo una pequeña sonrisa para después asentir.

"Eso... creo"dijo para después hacer un pequeño resoplido. Miró fijamente y el chico seguía teniendo su mirada fija en él, cada vez más penetrante y fuerte al igual que vacía.

"¿Eso crees?" El chico repitió en un tono de pregunta y de pronto se paró de su asiento cubriendo su cara con ambas manos y dando un grito ahogado acompañado de algunos toques de llanto. Caminó hasta una de las estanterías que complementaban el espacio. Rió y entonces acercó su mano hasta dónde reposaba una pequeña navaja para afeitar. Rió más fuerte. El llanto comenzó a propagarse y entonces giró rápidamente su vista hasta toparse con la del mayor, entre lágrimas sus mejillas se cubrian y sus ojos se enrojecían cada vez más. Seokmin se quedó atónito mirando la escena pero no podía hacer la gran cosa. "¡¿Es que tú sí puedes ser feliz?!"

La voz débil que el chico había mantenido de pronto se convirtió en un grito, uno muy fuerte que le dejó sin palabras, sólo alcanzó a acercarse más al cristal pues era lo único que podía hacer estando en condiciones de encerramiento.

Entonces Lee Chan tomó la navaja apretándola entre sus manos, generando presión y un sangrado agresivo. Seokmin abrió los ojos como platos.

"¡Hey! ¿¡Qué crees qué haces?!" exclamó el castaño golpeando en el cristal violentamente, quería llamar su atención.

𝘛𝘌𝘌𝘕𝘛𝘖𝘜𝘔. [svt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora