huit.

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Jeonghan despertaba en ese lugar, luego de que Joshua lo haya escogido como quién sería la persona para hacerse cargo de alguna forma no se sentía con ganas. Aunque sea estaba de cierta forma aliviado pues no le tocó alguien tan desconsiderado y psicópata cómo por ejemplo Minghao quién era un egocéntrico de primera, impulsivo y un montón de cosas más.
Le seguía preocupando el hecho de que Seungcheol se haría responsable de todas las personas, le dejaba inquieto más que nada. ¿En serio habían tomado esa decisión tan de pronto después de todo a lo que a ellos les habían sometido? No era lo más justo.

Cuando Jeonghan llegó a ese lugar sin pedirlo se dió cuenta de que el único propósito que tenían esos seres era jugar con la mente de cada una de las personas dentro, no sabía que era a lo que querían llegar pero se sentía con esa inquietud constante.
La primera vez que le dejaron encerrado en uno de lo cuartos fue cuando sintió una extraña ansiedad. Fue el primero en despertar y se encontraba en una habitación oscura que olía mal y con una leve visión de todo pudo notar que estaba encima de un viejo colchón con algunos agujeros aparte de el moho que se desarrollaba a cada extremo.
Luego de aquello comenzó a tomar un poco de conciencia, había otras 2 personas en el mismo cuarto que él y pronto se dió cuenta que habían cadenas abrazando sus brazos haciéndole imposible el tratar de resistirse. No entendía nada de lo que pasaba y como instinto entró en pánico, en silencio pues temía ser lastimado si hacía algo ¿Esas personas junto a él estaban muerta? No lo sabía.

En eso sintió como un aire rozaba su nuca. Asustado tocó su pelo dándose cuenta que el pelo largo en el que se había mantenido desde que tenía 20 años ahora estaba corto, lo sintió incrédulo y a punto de llorar pues se sentía tan humillado, asustado. Miró con terror sus manos encadenadas, estaba secuestrado ¿Le iban a sacar los órganos acaso? No lo sabía pero estaba sumamente desesperado, no sabía que hacer. Después de que las lágrimas en sus ojos comenzaran a correr se percató que una de esas personas ligeramente comenzaba a despertar, era un chico alto de piel blanca y ojos afilados. El chico comenzó a quejarse y sostener su cabeza pero aquello sólo fue por unos instantes pues de pronto la puerta se tumbó y de ella entraron 7 personas, todos hombres. Jeonghan los miró con miedo, ellos con una grande sonrisa. En eso uno de ellos volvió a hacer que el otro chico durmiera, todo siendo presenciado por Jeonghan.

"Bienvenido a TeenToum, Jeonghan." dijo de pronto uno de ellos, el que estaba en el centro, un hombre joven de labios carnosos, ojos grandes y pelo negro. ¿Cómo es que estas personas sabían su nombre?


[. . .]

A Jeonghan lo tomaron por los brazos, llevandoselo a la fuerza pues Jeonghan sólo podía pensar en forcejear y no dejar que esas personas le hiciesen daño, estaba ahora más asustado que antes. Después de aquello esas personas lo lanzaron dentro de un cuarto, el cayó tratando de poner sus manos para recargarse y no caer de cara. Quería llorar pues se sentía tan inútil.

Lo siguiente que vió fue a una de esas personas entrar al mismo cuarto, sólo que ese chico llevaba algo entre sus manos, arrastrándolo y dejando un rastro rojo cada que daba un paso en el cuarto blanco lleno de luces que lo cegaban. Jeonghan miró con horror al percatarse que aquello que arrastraba era un cuerpo humano.

El chico frente a sus ojos le miró sosteniendo una inmensa sonrisa en su rostro. Luego se encendieron las luces de otro lado y se dió cuenta que la habitación estaba rodeada de cristales, todas esas personas que antes había visto ahora estaban ahí, quizás esperando para ver su asesinato, no lo sabía.

Después de aquello el maniático tomó al cuerpo, Jeonghan no podía seguir viendo aquello. La peor parte fue cuando el mismo chico sacó un cuchillo y comenzó a descuartizarlo justo frente a sus ojos, no sabía qué hacer en esos momentos. El cuchillo atravesaba cada parte de la persona que yacía muerta, derramaba más sangre y eso asqueaba inmensamente al rubio, primero el brazo fue desprendido de su cuerpo y a la otra persona no parecía importarle lo que hacía ¿Qué pretendía?

Jeonghan comenzó a gritar que parara, estaba a punto de explotar si seguía viendo asesinatos justo frente a sus ojos, estaba tan asqueado que no podía procesar nada bien y de pronto las lágrimas que ya se habían secado comenzaron a correr una vez más. Tenía miedo de que le hicieran lo mismo, después de aquello el chico con las manos llenas de sangre se plantó frente a él, Jeonghan cerró los ojos pues no sabía que era lo que esa persona planeaba hacer con él y aquello le aterraba tanto. De pronto sintió como lo tomaba con ambas manos junto con otra persona. Abrió levemente los ojos y se dió cuenta que lo estaban cargando para llevarselo a algún otro lugar, no sabía a cual pero entró en pánico. Las personas siguieron avanzando y mientras Jeonghan mantuvo los ojos cerrados de pronto sintió como era lanzado, abrió los ojos y de nuevo se encontraba en esa habitación llena de moho, giró su vista manteniendo un contacto visual con esas personas, le miraban serio.

Aquella fue la primer tortura para tratar de moldear a el rubio, los enfermos trataban de hacer que ese chico fuera insensible, sin emoción alguna ante el dolor ajeno. El rubio se había preocupado tanto por eso y les ayudaría para formar la bomba asesina que habían planeado. El sujeto era perfecto para esa tortura psicológica.

En la siguiente sesión a Jeonghan le encerraron con un conejo, un cuchillo y música a todo volumen que perforaría sus tímpanos. La única forma de que saliera de esa habitación y que el volumen de la tormentosa música redujera era tomar a ese conejo entre manos y asesinarlo. Era tierno y entre lágrimas Jeonghan tapaba sus oídos, pero la música le estaba dando una ansiedad terrible, se sentía demasiado mal, se estaba comenzando a desesperar y en un último intento de no perder la cordura ante tanta presión fue cuando tomó a ese conejo y con miedo cortó su cabeza. La sangre comenzó a correr por todos lados, su cara manchada al igual que sus manos. miró asustado, comenzó a llorar y con sincronía la música cesaba. La puerta se abrió y entraron dos de esas personas pero Jeonghan seguía impactado por lo que acababa de hacer, no se movía.

"Déjenme en paz."

actually...

"¿Por qué me has escogido?" preguntó Jeonghan después de que se diera la indicación de que cada reclutado vaya con la pareja que se le asignó. Ahora Jeonghan estaba encerrado en el ya conocido cuarto blanco mirando a Joshua que del otro lado sólo estaba sonriendo un poco.

"Porque ya has sufrido lo suficiente." planteó en una respuesta corta y con la voz dulce y suave que le caracterizaba. "Además... necesito que hagas cosas por mi."

"Te escuchó." respondió haciendo una sonrisa de lado. No era mentira que de todas las personas dentro Joshua era quien menos odiaba, el chico nunca lo había hecho sufrir, sólo presenció su primera terapia y después nunca lo volvió a ver por ahí. Jeonghan podría pensar que era así con todos pero no era verdad pues descubrió que era de los peores que trataban con Wonwoo. Le resultaba sumamente raro. Joshua siempre era serio y con miedo pero cuando estaba con el sólo se dedicaba a sonreír, es por ello que a veces el esquizofrenico se colaba en la habitación de los prisioneros para llevarse a Jeonghan y hablarle, había descubierto varias cosas gracias a él.

Incluso había descubierto varias cosas sobre Seungcheol, el líder, planeaban moldear a los prisioneros a su antojo, experimentar con ellos y la mente detrás de todo aquello, todos los espionajes era nada más y nada menos que el azabache de hoyuelos. Se miraba inocente pero también descubrió que después de que el azabache fuera diagnosticado con cotard y de todas las terapias por las que había pasado, enloqueció. Seungcheol se había vuelto agresivo cuando antes había tenido episodios de depresión, ahora sólo tenía mentes para venganzas.

"He tenido insomnio, quiero que me cantes esas lindas melodías." confesó Joshua con un claro rubor en sus mejillas. No era nada nuevo para Jeonghan el lidiar con el insomnio de Joshua. El mismo había confesado que estaba enamorado de su voz y varias veces gracias a el había conseguido conciliar el sueño, su canción favorita era Sunday Morning de Marron 5.

"Me encantaría Joshua."

𝘛𝘌𝘌𝘕𝘛𝘖𝘜𝘔. [svt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora