Capítulo 20: el adiós.

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''Las decepciones matan las ilusiones. Y tu fuiste las dos cosas.''

Luego de pensar en todas las explicaciones posibles, se me ocurrió algo.

Tomé mi celular, y escribí en el buscador de instagram su nombre de usuario.

Extrañamente, y quizás para mi suerte, su cuenta estaba pública. Al darle una mirada rápida a sus fotos, mi corazón dejó de latir. Mis manos comenzaron a sudar y temblar, y sentí cómo el color se había ido de mi rostro.

Moví mis dedos por la pantalla, con cuidado de no poner like a ninguna foto, y miré las fotos más detalladamente, una por una.

Habían varias fotos en que Tomás salía con una mujer. Tenía el pelo negro y liso, pero no miré más detalles de ella. No era ella la que me importaba, la verdad. Bajé y leí el pie de foto de la primera foto en la que salían juntos: ''Lo nuestro era real, nunca se fue''.

Mi mente comenzó a ir a mil por hora. ¿''Nunca se fue''? ¿Qué significa eso? Me fijé en la fecha en la que esa foto había sido publicada: 7 de febrero.

No podía ser. Esto no podía ser real. Debo estar soñando...

¡¿Qué mierda?!

¡Tomás es un imbécil! Juro que no podía creerlo. Digo, yo estaba ese día nerviosa porque al día siguiente debía venir a la ciudad, me había invitado a salir, íbamos a vernos... ¿y él estaba con otra?

Lágrimas comenzaron a caer por mi rostro. No podía creerlo. Tomás había jugado conmigo. Me dejó esperándolo, mientras yo sólo quería que los días pasaran rápido y poder vernos. Pero él, mientras tanto, veía a alguien más. Alguien que, según lo que pude concluir, era alguien de su pasado.

Mi mamá entró a la pieza y me vio llorando. Me abrazó y no pude contenerme. Dejé ir toda la pena, rabia y frustración que tenía. Tenía rabia con él, por ser un imbécil. Tenía rabia conmigo misma, por creerle. No podía creer lo tonta que había sido. Había creído en su maldito juego, una puta vez más.

En ese momento, lo decidí. Este sería el adiós. Nunca más volvería a llorar por Tomás. Ya había sido suficiente. En un momento de debilidad, había casi cometido el error de caer en su juego. No lo había hecho, sin embargo. En lo que él respecta, yo simplemente no le hablé más, y no sabrá jamás cuánto me dolió lo que me hizo. No le daré el poder de sentirse bien consigo mismo por yo haber creído en él nuevamente. Yo estaré bien. Estaré bien.

Lo estoy.

Y agradezco haber visto las fotos. Si no, seguiría pensando en que le había pasado algo. (inserte emoji rodando los ojos). Solo espero que ella sea feliz con el. Todo lo feliz que no pude ser por mucho tiempo. Que la trate bien, que la quiera como cualquier mujer debe ser querida. Que los errores que cometió conmigo, no los repita. Que ojalá (ay jesús, ojalá) haya aprendido su lección.

Send my love to your new lover, treat her better 🎶

Y algunos meses después comprobé que la del error jamás fui yo. Fue él. Y el error no fue solo conmigo...

Nunca dejes de soñar | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora