Me gusta decir que la Literatura es un montón de porquería, pero en mi interior prefiero esa porquería a la que es políticamente correcta a mi edad; fiestas y diversión.
No les voy a negar que no me divierto, pero tampoco les voy a negar que mi tiempo libre no se ha visto lacerado por ese ladrón de mundos, de personas, de sentir, de pesar, de felicidad, de historias.
¿Qué no es un ladrón? Cómo explican que cuando empiezas a escribir un libro piensas que tienes frase para todo, respuesta para cada gesto y acción y cuando llegas a la mitad de su realización sientes que ya no tienes palabras para nada; ideas que valgan la pena. Solo la MITAD causa ese efecto en ti. Es un asco.
Me parece de que estoy dando la sensación de que no me apasiono por este arte, o al menos de que no me gusta. Una persona que emplea la palabra "asco", "ladrón" y "porquería" hacia otra es porque la relación es más bien precaria.
¿Pero una relación de qué vale sino discute? Sería monótona y terminaría por la más lamentable causa, por la más ínfima razón; el aburrimiento.
Desde que llevo comprometida con la Literatura (Mimuso) hace ya seis años nada ha sido igual. A veces la ignoro por completo y me concentro en darle sentido a mi vida pero después caigo en sus brazos y me dejó llevar. Ella no es mala, pero tiene sus defectos y a veces es un poco difícil atenderla todos los días.
La Literatura es indomable, aquí su primer virtud-defecto. Nunca se está satisfecho con lo que se hace con ella pues no te facilita nada. Todo es cuestión de trabajo duro, mimarla, pero después tomar un descanso. De esa manera a pesar de los virtud-defectos, la relación es perfecta y saludable.
Ahora mismo ya me reconcilié. Todo se hizo de una manera pasiva y ella no se negó. Pero no podía comportarme de igual forma. Después de un tiempo de yo salir de la inactividad, la relación poco a poco empezó a hacer lo que era.
O eso pensé. Nunca es o será lo que fue. Tal vez es por los años adquiridos; todo se vuelve más sobrio y menos romántico, tal vez por el tiempo que no le puedes dar porque escasea en tu vida diaria y a menos mimos, más lenguaje directo y menos merodeos y florituras.
Empecé escribiendo aceptable, pero no como antes. El lenguaje era duro, conciso y demasiado directo, a veces con alguna cursilería regular, pero nada sorprendente. Después empecé a comprender mi compromiso y a sopesar una vía para que todo fuera mejor. Y lo estoy consiguiendo pero ya no nos tratamos con el mismo estilo ni las mismas palabras.
Y creo que a todos nos ha pasado igual. A veces hasta tenemos aventuras con la Fiesta, la Música, la Pintura, o los dos amantes más cotizados de todos: la Tecnología y sus grandes cualidades como la Internet, la Televisión, el Android y los Videojuegos. A veces se comete el error de cambiar una relación por alguien más joven y atractivo. Este caso no está exento de esa tendencia.
Pero la Literatura aunque con mano firme y severa, siempre estará ahí para nosotros, para mostrarnos sus vastos conocimientos y su sensible y encantadora personalidad.Mi respuesta es: sí, siento amor por este arte.
Tanto amor que a veces la dejo ir para darnos un tiempo y el reencuentro siempre viene cargado de nuevos libros o ideas mías.
Me molesto o me resigno a veces cuando trato con ella y no logro el efecto deseado, pero siempre vuelvo tarde o temprano porque me apasiona. La necesito. Y por eso ya forma parte de mí. De mi vida.
N.A. Si terminaron de leer todo este manojo de disparates, mis más honestos y cuerdos disparates, es que consciente o inconscientemente también están enamorados/as. Los exhortó a que sigan leyendo y me acompañen para seguir juntos con la terapia de parejas.
Les reitero que este camino no es solo mío. Ustedes pueden decirme lo que quieran en los comentarios. En serio les daré las gracias porque sé que como yo, allá afuera existen otros.
Es hora de poner las cartas sobre la mesa.Sigan leyendo y les diré porque a la Literatura le gustan irreverentes.
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✔️ A la Literatura le gustan irreverentes © [Completa]
Kurzgeschichten[Terminada] Hora de poner las cartas sobre la mesa y hablar sobre lo que de verdad importa. ¿Qué maldición estamos haciendo? ¿En Wattpad, encerrados frente al computador aporreando el teclado, con un bolígrafo en la mano o con la mente elucubrando...