Discurre el telón y se muestra una máscara. Los espectadores se desconciertan y deciden blasfemar.
Todo lo extraño tiende a ser censurado.
El segundo acto es mucho menos claro. Se encuentran sobre la plataforma más individuos con máscaras, inmóviles y que parecen sin vida. Esto resulta tanto de desagrado que empiezan a lanzar comida.Alguien curioso se levanta de su asiento y esquivando la comida, va hacia el escenario.
Indeciso por continuar y confrontar a los actores, al final sigue el camino. Cuando llega se le viene el mundo encima.
Nada era real. No hay nadie en el escenario, solo una gran pantalla. Lo percibe cuando la toca, porque desde lejos parece que de verdad hay actores reales.
Lo más pasmoso es cuando gira en sus talones y observa a los espectadores. Ahora entiende.
Lo que todos ven es una fotografía de ellos. Un reflejo capturado.
A él le empieza a faltar el aire y se desploma en el suelo. Y es ahí cuando sabe la verdad, cuando todas sus defensas bajan. La obra finaliza cuando los demás perciben la pantalla, al llegar la comida a ella sin traspasarse.Algunos odian tanto las rarezas, eso que hace a cada uno especial, que terminan por discriminarse a ellos mismos. En busca de la superficialidad y la perfección, se olvidan de vivir.
Las máscaras esconden sus inseguridades e irónicamente, en esos momentos son lo primero que lastiman sin compasión.¿Inseguridades? No, irreverencias.
Mostrar algo reprimido es un deseo común y por la misma presión social que ellos crean junto con el resto, el mundo se vuelve hostil. Las pasiones se extinguen, los talentos se apagan, el progreso se detiene.
Y ahí es cuando una obra de teatro, la cual puede llegar a ser éxito literario lleno de vivacidad, se arruina por antipatía y falta de coherencia.¿Cómo se llama la obra?
Falsedad
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✔️ A la Literatura le gustan irreverentes © [Completa]
Short Story[Terminada] Hora de poner las cartas sobre la mesa y hablar sobre lo que de verdad importa. ¿Qué maldición estamos haciendo? ¿En Wattpad, encerrados frente al computador aporreando el teclado, con un bolígrafo en la mano o con la mente elucubrando...