SIEMPRE EN TU MENTE

IX

Lo vi convertirse en un arma, sin sentimientos, sin emociones y sin memoria.

Gritos de dolor inundaban la habitación.

Su boca se llenaba de saliva.

Sus puños cerrados con fuerza, contraídos por el dolor.

Jamás olvidare esa imagen. No solo lo vi una, sino cientos de veces, después de ser descongelado y servir para ellos, borraban su memoria.

Sus entrenamientos eran agotadores y horribles, ni siquiera podría llamarlos entrenamientos, él solo era utilizado como saco de box, lo "enseñaron a pelear" cuerpo a cuerpo, pero cada que golpeaba a alguien era castigado con electricidad, sus músculos se contraían por el dolor y su cuerpo caía sin energía, pero tenía que levantarse para seguir "entrenando".

Ya no era un humano, era solo un arma más.

~1946~

Su primera misión en solitario fue otorgada.

Matar a un científico Coreano, que se encontraba de vacaciones en Japón.

La misión era fácil, "ve, que nadie te vea, mata, no dejes huellas, regresa".

Eran indicaciones sencillas, pero él era "primerizo".

Aun congelado, lo trasladaron desde Rusia a Japón y yo viaje con ellos escondida entre los asientos.

A pesar de estar inconsciente, su cara reflejaba su miedo y dolor.

Después de descongelarlo, era hora de actuar.

Seguía sus pasos a una corta distancia, siempre por arriba de él, tenía miedo que me descubriera e hiciera algo torpe.

Llegamos a una pequeña casa tradicional japonesa.

Bucky logro entrar sin hacer ruido, busco al hombre y lo encontró tomando un baño. Acomodo la mira del rifle y disparo, los sesos del hombre salieron volando pintando de rojo las paredes blancas.

El rostro de Bucky estaba lleno de asco y miedo, bajo el arma y se acercó al cuerpo sin vida de aquel hombre.

El soldado utilizado como arma estaba asustado. Se recargo contra la pared y se dejó caer, miraba aquella mano de metal que le recordaba que solo servía para matar.

Camine de puntillas a él, quería sacarlo de ahí antes que lo descubrieran. Pero, ya era tarde, alguien había llegado.

¿Señor?, traje lo que me pido, ¿Aún está en el baño?- era la voz de una mujer.

Bucky volvió a colocarse la máscara, se levando de un salto y camino hasta a ella.

La mujer dejo escapar un grito de terror al ver al soldado dentro de la casa.

¡Soldado!, terminaste tu misión, ahora vete- Grite detrás de Bucky, él volteo y me miro con sus ojos sin vida.

¿Tracy?- Pregunto la mujer y en ese momento, supe quién era y yo conocía su destino.

Lo siento, Itsu-

Salí de la casa y corrí hasta el bosque. Otro grito se dejó escuchar desde aquella casa y segundos después, vi correr a Bucky, estaba desorientado.

Corrí sobre las ramas y caí sobre él, me atrapo con su brazo de metal, intento deshacerse de mí, pero me aferre a él. Me tomo por el cuello con su brazo metálico, patee su cara y me dejo caer, él estaba en el suelo cubriendo su rostro yo aproveche y corrí de nuevo a él, brinque directo a su espalda, él se levantó conmigo encima y logre tocar su rostro.

Tranquilo, estas a salvo- Estaba sentada en su hombro, quite su máscara y pude ver como sus ojos se cristalizaron, me recordaba.

Hola-

Me tomo entre sus brazos y me dejo frente a él.

¿Qué haces aquí?- Acaricio mi rostro. Antes de enfrentarme a él, transforme mi rostro a uno humano, el que él conoció.

Quería verte-

¿Cómo supiste que estaría aquí?, ¿Cómo lograste llegar aquí?, ¿tu, eres como ellos?-

Dio un par de pasos para atrás, lograba ver confusión en su rostro.

No, no soy como ellos, pero tampoco soy como tú- Trate de acercarme para tomar su mano, pero él me esquivo.

¿Eres un extraterrestre?, lo sé, sé que hay vida en otros planetas, lo vi-

Nuevamente trate de acercarme pero esta vez lo logre.

Tienes razón, yo no soy humana-

¿Qué eres entonces?- Quito un mechón de cabello que cubría parte de mi rostro.

Soy una guerrera de Felin-

¿Felin?, ¿Qué es?-

Es un planeta, lejos de esta galaxia-

Estaba confundido, se retiró de mí, veía a todas partes, quería acercarse, pero tenía miedo.

No soy mala, solo quiero ayudarte-

Me acerque a él, tome su rostro entre mis manos, él tomo mi brazo y note que su mano estaba fría y temblorosa.

Nos internamos dentro del bosque, trepe a un árbol para tomar algo de comer, él me veía con curiosidad desde el suelo, baje y le entregue la comida y nos sentamos debajo de ese mismo árbol.

¿Cómo puedes trepar?-

Gracias a esto- Le mostré mis garras.

Eres un gato-

Algo así, soy un felino y hay algo más que quiero mostrarte, pero promete no asustarte-

Hoy supe que mi amor platónico de la infancia es un extraterrestre, ¿qué puede ser ese nuevo secreto, más impresionante que eso?-

Bien, solo mantén la calma- Mi rostro volvió a su estado original, los colmillos se alargaron, la nariz se achico y las orejas salieron por arriba de mi cabeza.

Bucky no dijo nada, solo me miro con asombro.

En verdad eres un gato-

No se asustó, lo tomo mejor de lo que pensé. Yo estaba feliz, ahora podía ser yo, él ya me conocía y era hora de decirle porque estaba ahí.

Pasaron un par de horas en las que logre explicarle mi misión, conoció sobre el libro de las almas y nuestro destino.

Entonces, ¿no puedes ayudarme a salir?-

Lo siento, pero aun no puedo sacarte de esto-

Bien, entiendo- Dejo de mirarme y bajo la cabeza.

Quisiera ayudarte- Tome su mano.

Está bien, al parecer cada uno tenemos una misión que cumplir en este planeta, una horrible misión-

Me atrajo a él, comenzó a mirar mi rostro hibrido, toco mi oreja y la acaricio.

Son reales-

Claro que lo son-

Parecía un niño pequeño descubriendo algo nuevo.

Estuvimos tirados bajo el árbol, mirándonos durante un par de horas.

Casi es hora de irme-

Quisiera que el tiempo se detuviese-

El sonido de pisadas acercándose a nuestra ubicación hizo que nos separáramos y nos pusiéramos de pie, nuevamente me acerque a él y bese sus labios, pase mi mano por su rostro y desaparecí.

Los agentes de Hydra lo encontraron, estaba confundió, lo último que recordaba era haber asesinado a aquella mujer en la pequeña casa.

Su castigo fue peor de lo que imagine.