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1970

Mi corazón latía con fuerza, gotas de sudor recorrían mi rostro, mi cuerpo temblaba, quería correr, pero mi cuerpo no respondía, toque mi abdomen y mi mano quedo manchada con sangre. Tenía que salir de ahí de inmediato, estaba en peligro. Intente tomar el arma, pero mí brazo estaba malherido y el brazo de metal quedo casi destruido en la batalla.

Reuní las pocas fuerzas que me quedaban, tome la pequeña arma, apunte directo a la cabeza, esa cosa caminaba directo a mí.

Había luna llena, pero no lograba ver por donde caminada o que era lo que me seguía, no quería darle la espalda, comencé a retroceder, mis piernas no me respondieron más y tropecé, caí al suelo, no fue un golpe fuerte, pero mi cuerpo malherido no podía soportar más dolor.

Me arme de valor y coraje, volví a apuntar, estaba mareado, no quería morir ahí, dispare.

Ahora esa cosa estaba más cerca, podía verla mejor, era, una mujer.

La bala le dio en la clavícula, ella no se detuvo, parece que no le hubiese dolido. Volví a disparar, esta vez le di en la mejilla, nada sucedió, ni siquiera salió sangre. Se detuvo unos instantes y algo extraño sucedió, la piel, que las balas había perforado, comenzó a cerrarse, antes de cerrarse por completo, ambas balas salieron de su cuerpo.

Qué diablos es esa cosa.

Mi cabeza daba vueltas, no podía mantener los ojos abiertos por más tiempo, eso estaba frente a mí.

Se colocó frente a mí.

Bucky, soy yo, recuérdame- Dijo eso y toco mi rostro.

Cientos de imágenes regresaron a mi memoria, yo sabía quién era ella, ya no estaba en peligro.

Lograste venir, ya te extrañaba- Fue lo último que pude pronunciar antes de cerrar los ojos.

Recordaba con detalle cada encuentro entre nosotros. Nuestro destino era estar juntos, pero ¿a qué costo? Lo extraño- 

SIEMPRE EN TU MENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora