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11 de marzo de 1917

Era una chica soñadora, mi mente siempre divagaba y tenía problemas para mantener la concentración en mis entrenamientos.

Al principio todo era un juego para mí.

En mi cabeza inmadura creía que todo era tan fácil, que simplemente iba a "luchar" al lado de los humanos para defender sus derechos. Mi mente estaba en las nubes cuando estudiaba con las Alfar, pensaba en como ayudaría e impresionaría a los humanos con mi magia, que ingenua era.

Una mañana fui llamada a la gran biblioteca; cuando llegue a la habitación, me encontré con mi padre, él estaba parado frente a un atril, ahí se encontraba "el libro de las almas Terrestres", me acerque y di un vistazo a las páginas. Las imágenes de hombres con armas comenzaron a revelarse, eso no me pareció extraño y para mí fue completamente normal ver hombres tirados en el suelo, creí que simplemente estaban descansando.

Al terminar de ver las imágenes, mi padre cerró el libro y me propuso una visita a la Tierra, nuevamente mi felicidad era tan inmensa que sin pensarlo acepte, esta vez mi padre no me freno y siguió adelante con la invitación.

Antes de irnos debíamos cambiar nuestra apariencia para pasar desapercibidos; en Felin la apariencia asemeja a la de un felino, lo cual en la Tierra sería extraño, así que gracias a la "adaptación" o magia, nuestro rostro se modificó a una más humana y nuestras vestimentas cambiaron para no llamar la atención.

Mi padre tomo mi mano y en cuestión de segundos, ya estábamos en ese planeta nuevo para mí.

Todo estaba desolado, había casas destruidas, olía a pólvora, sudor y sangre, hasta ese momento no entendía que pasaba. Mire con desconcierto a mi padre, esperaba que el tuviera algunas respuestas, pero no obtuve palabra alguna de su parte, él simplemente siguió caminando sin mirarme.

Cuando por fin me atreví a hablar, simplemente le pregunte que en donde nos encontrábamos.

Shelbyville, Indiana, Estados Unidos y antes de que lo preguntes, aquí en la tierra es el año 1917- Contesto sin dejar de mirar al frente ni frenar su paso.

Al percatarme que no se detendría, opte por aferrarme a su brazo. Seguía sin entender porque el lugar se encontraba devastado, he de admitir que tenía miedo.

Es su primera guerra mundial- Mi padre hablo nuevamente sacándome de mis pensamientos.

¿La primera?-

Así es querida, ellos ya han tenido batallas, pero hasta el momento ésta es la más grande, pero no la más horrible y la siguiente será más devastadora y sangrienta-

Eleve la vista para ver a mi padre, pero él no me miro, solo siguió caminado mirando al frente.

¿Por qué vinimos hoy?-

Quiero que conozcas a los humanos y comprendas su fragilidad-

Mi padre por fin paro, a pesar de caminar junto a él tomando su brazo, sus piernas son más largas que las mías, por lo tanto él camina más rápido que yo, por lo cual quede un paso tras de él, en un principio no entendí la razón de su parada, no hasta que él me lo hizo ver, señalo y yo seguí fijamente su mano hasta el lugar señalado; eran aproximadamente seis hombres recostados uno sobre otro; eran los hombres que había visto en el libro, los que creí que estaban descansando, pero en ese momento me di cuenta de que no era así, aquello que mis ojos presenciaron, era una pila de hombres sin vida.

Mi vista se nublo, me sentía mal y quería vomitar; hasta ese momento había visto cientos de criaturas morir y jamás me habían provocado tan malestar, pero esa vez fue diferente.

Pensé que debías ver la realidad terrestre, ellos no son tan fuertes como los demás seres de otras galaxias. Debes comprender el nivel de la responsabilidad que se te otorgo ¿Entiendes ahora?- Me tomo por los hombros y miro fijamente mis ojos.

Por supuesto que si padre, por favor volvamos a casa- Desvié la mirada del rostro de mi padre, sentía pena por ellos y por mi estúpida ignorancia.

Estábamos a punto de volver a casa, pero una voz de mando nos exigió parar, un soldado tras de nosotros nos pedía identificarnos, creí que mi padre se detendría y daría la cara o tal vez nos haría desaparecer al instante, pero no fue así, en cambio, me tomo de la mano y comenzó a correr, por ende, yo comencé a correr junto a él.

¿Por qué mi padre no obedecía al soldado?, ¿porque no dejábamos de correr y solo regresábamos a casa?, con solo utilizar la magia podíamos regresar.

Corrimos hasta llegar detrás de una pequeña choza, estuvimos ahí durante un breve momento hasta que el soldado desistiera de buscarnos.

Estaba a punto de cuestionar a mi padre, pero el llanto de un bebé llamo mi atención y quería saber de dónde provenía, así que alce mi cabeza y vi por una ventana, parecía que aquel sonido provenía de esa choza; logre ver a una mujer sentada en una mecedora, ella tomaba entre sus brazos a un pequeño bebé.

Mi corazón comenzó a palpitar con más fuerza, mis pupilas se dilataron, comencé a sudar y mi boca se secó.

Sentí como mi padre tomo mi mano y en cuestión de segundos ya nos encontrábamos en la gran biblioteca de Felin.

Me sentí como si hubiese despertado de un largo sueño, mi cabeza daba vueltas y por un momento creí que perdería el conocimiento. Mi padre me tomo entre brazos y me ayudo a sentarme en el sofá. Después de beber agua y descansar unos segundos, mi padre me explico que simplemente me había asustado por la nueva y terrible información, que solo me había desestabilizado, solo tenía que descansar me recuperaría, así que llamo a las Alfar y les pidió que cuidaran de mí durante esa noche y yo acepte sin reproche.

Al despertar a la mañana siguiente me encontraba mucho mejor, así que decidí continuar con éste diario.

Hay algo que aún me intriga, ¿Qué fue lo que sucedió allá?, estoy segura que mi desestabilización no fue debido a la nueva información, ver la pila de cuerpos sin vida me trajo emociones negativas, pero, esa pequeña criatura, verlo me provoco sentimientos nuevos, sentimientos que no pude controlar.

Fue como si aquella criatura me hubiese hipnotizado, sentía una extraña conexión con ese pequeño, pero no comprendo cual es la razón, necesito respuestas. 

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