lovers fangs 「chanin」 ✓

O3

2 AÑOS ANTES

Jeongin a veces encontraba a Chan un poco extraño.

Por su aversión a permanecer al sol durante mucho tiempo, su cantidad excesiva de ropa negra, su dramática repulsión hacia cualquier cosa con sabor a ajo o calabaza-

Pero lo dejó pasar. Nadie era perfecto, y cada persona tenía sus disgustos. Jeongin definitivamente había conocido a personas extrañas en su vida, y después de 4 meses de ver a Chan, apenas había rascado la superficie de lo "extraño". Además, todo podía estar justificado.

Chan era pálido, casi de forma antinatural, por lo que se quemaba fácilmente. Le gustaba el negro porque iba con todo y encajaba bien con su estética. Jeongin suponía que era levemente alérgico al ajo, ya que una vez fueron a comer a un restaurante y, después del plato principal, Chan desarrolló una gran erupción en el cuello. Y para la calabaza, bueno, todo lo que Chan había dicho era "la textura me incomoda".

Completamente entendible. ¿Y qué si no podían ir a la playa a eso del mediodía? ¿Y qué si los padres de Jeongin habían comenzado a llamar a Chan su 'emo-gótico novio' (ni siquiera eran oficiales todavía)? ¿Y qué si no podían tomar juntos latte de calabaza con especias?

Jeongin estaba enamorado, y con eso llegó a aceptar sus extrañas creencias y disgustos.

Sin mencionar que Chan siempre se aseguraba de compensarlo.

—¿Ya puedo abrir los ojos?— Jeongin había preguntado con impaciencia en su cuarta cita, con las palmas frías de Chan aseguradas sobre sus ojos para asegurarse de que no estaba espiando.

Era bien entrada la noche y el sol se había puesto tiempo atrás, pero Chan le había dicho a Jeongin que se preparara, antes de arrastrarlo al automóvil y estacionar en un parque de vida silvestre a una hora de su casa.

La brisa de las noches de verano le picaba en la piel, y aunque Jeongin llevaba una de las sudaderas (negra) con capucha de Chan, el frío se filtró y le puso la piel de gallina (eso era otra cosa- ¡Chan era incapaz de sentir frío! Que injusto).

Siguieron caminando unos pasos más hasta que Chan se detuvo abruptamente, haciendo que Jeongin se balanceara por final repentino de su viaje.

—¿Ahora si puedo abrir los ojos?

—Adelante.— Chan susurró detrás de la oreja de Jeongin, quitando lentamente sus manos.

Jeongin parpadeó al principio, sin esperar luces tan brillantes, pero una vez que sus ojos se ajustaron, un jadeo brotó de sus labios.

Un cielo lleno de estrellas, tan claro, tan cerca, que Jeongin quería extender la mano y atrapar una para Chan. El frío casi lo había dejado por unos momentos, reemplazado por el asombro y la adrenalina inimaginable que llenaba su cuerpo.

Lentamente, bajando la mirada, Jeongin encontró una manta en el suelo, una canasta de picnic en una esquina y algunas almohadas sueltas (que se parecían sospechosamente a las del sofá de Chan) en otra.

La boca de Jeongin se secó ante su estado de shock, incapaz de mirar hacia otro lado, alternando entre el picnic y el cielo nocturno— ¿Cómo- cuándo tuviste tiempo para preparar esto?

—Eh... noté que ya nunca me pedías ir a la playa o al parque por la mañana. —Chan comenzó, con voz tranquila, aprensiva— Y me sentí mal, pero realmente quería que disfrutaras nuestro primer verano juntos, así que pensé...

Jeongin finalmente miró a Chan por primera vez esa noche, sorprendido de verlo jugueteando con el dobladillo de su camisa, con un leve rubor en las puntas de las orejas.

—¿Picnic de medianoche?— Terminó, sonriendo ampliamente, con hoyuelos y todo.

Fue bastante cursi el que su primer beso haya sido bajo del cielo estrellado, o que Chan le haya pedido que fuera su novio oficial alrededor de las 4 de la mañana en el viaje a casa.

Jeongin estaba tan feliz y somnoliento que asintió distraídamente, apretando la rodilla de Chan cómodamente mientras este lo llevaba a casa.