lovers fangs 「chanin」 ✓

O8

—Eres un vampiro.

Aquello no era una pregunta, y Jeongin solo parpadeó rápidamente, reteniendo las lágrimas y tratando de averiguar si estaba soñando o no.— Eso tiene mucho sentido.

Chan sintió que toda la sangre le llegaba a los oídos, ensordeciéndolo. La ansiedad le revolvió el estómago.

Lamió nerviosamente sus labios, haciendo una mueca cuando el sabor del hierro llenó su boca.— Mestizo.

Jeongin parpadeó, luciendo aturdido y enfermo. Parecía que podría desmayarse, llorar o vomitar, tal vez los tres.

—¿Qué?

—Soy un mestizo. Mi padre biológico es un vampiro y mi madre... no lo es.

—Mestizo.— Jeongin repitió lentamente, como si la palabra fuera un concepto extraño de entender para él. Lo que probablemente era así, ya que Jeongin había conocido a los padres de Chan, y sin embargo nunca se le ocurrió que su novio tenía otro progenitor del que no estaba al tanto.

—¿Y Seungmin?

—Él es completamente huma...— Chan hizo una mueca, sintiendo la mirada analítica de Seungmin—... no.

—Lo conozco desde que éramos bebés y lo ayudo a alimentarse una o dos veces al mes.— completó Seungmin, mirándolos a ambos con, ahora lo que solo podía describirse, como ojos preocupantes.

Jeongin se tambaleó y Chan extendió la mano, solo haciendo una mueca cuando Jeongin se encogió, retrocediendo— ¿Por cuánto tiempo?

Seungmin hizo una mueca, sin saber cómo terminaría esto— Uh... solo se ha estado alimentando de mí desde que tenía dieciocho años por... razones éticas. Antes de eso, se alimentaba de mi hermano mayor.

—Oh Dios mío.— Jeongin declaró, sin dejar de mirar fijamente el mismo lugar en el piso de madera dura— ¿Me estás haciendo una broma, verdad? ¿Es una broma?

Chan sintió que sus ojos se llenaron de lágrimas— No. Yo- iba a decírtelo, pero no sabía-

—¡¿Me ibas a decir?!— Jeongin explotó, finalmente encontrándose con los ojos de Chan— ¡Hemos estado saliendo por casi dos años, Chan! ¿Cuándo diablos ibas a decirme que eras- eres-

Cuando iba a pedirte que te mudaras conmigo después de graduarme, Chan se dijo mentalmente, pero no creía que fuera correcto hacer sentir culpable a Jeongin cuando estaba tan vulnerable.

—Bueno, te está diciendo ahora, ¿no?— Seungmin de repente preguntó a la defensiva, moviéndose para pararse al lado de Chan. Jeongin no pudo evitar mirar la marca en su cuello, dos agujeros perfectamente perforados a un lado de este, peligrosamente cerca de su pulso.

El más joven tragó saliva, con lo que Chan podía oler fácilmente como miedo puro.

—Tú,— dijo Seungmin, volviéndose hacia Chan— explícale todo a él. Todo.

—Y tú, trata de mantener una mente abierta, ¿de acuerdo?— Dijo esta vez a Jeongin, que ni siquiera pudo responder.

—Felix vendrá a recogerme.

Y con eso, Seungmin se inclinó con gracia sobre el sofá para agarrar su bolso, y caminó directamente hacia la puerta, sin mirar a ninguno de los chicos que había dejado atrás.

La puerta se cerró de golpe y Jeongin observó a Chan estremecerse ante el impacto.