Si me preguntan como fue que llegué a este punto, probablemente no sepa darles una respuesta apropiada. Ni siquiera note en que momento se volvió tóxico o en que momento fui arrastrada por la oscuridad que lo rodeaba. Porque él no era oscuridad, él era luz en medio de todo lo malo, era como ver un ángel en medio del infierno y creo que eso fue lo que me hizo acercarme, esa fe de que yo podría ser su salvadora, quien eliminaría toda esa oscuridad.
Antes de acercarme hice mil planes, intentando no perderme en el intento. Quizás fue su lenguaje corporal que gritaba ayuda, estoy segura de que anhelaba que alguien le tendiera una mano. Sin embargo, no pensé en las consecuencias que traería, no pensé en que inevitablemente al salvarlo la oscuridad me intentaría consumir. Y lo hizo, ahora soy yo quien grita por ayuda, aunque esta vez solo yo podré encontrar el camino hasta la luz, si es que existe alguna.
(Veamos que surge de esto. 60% realidad, 40% ficción)
Pd: Está historia es real. Sin embargo, algunos nombres y lugares han sido cambiados para proteger la identidad de los verdaderos protagonistas.
(Siempre quise poner esto en alguna historia, aguante el día menos pensado)
