Mire al Diego esperando su respuesta, pero al parecer no podía encontrar las palabras adecuadas.
—Es solo que quisiera protegerla cachai—dijo finalmente—Es mi hermanita, no puedo verla sufrir así.
—Creo que si le pasara algo a la Julieta no sabría que hacer—dije suspirando, tal vez si le hablaba sobre mi hermana, se daría cuenta que puedo entenderlo.
—La Violeta es lesbiana—dijo de golpe, me miro y ladeo su cabeza mientras yo lo veía extrañada—No te ves... Distinta...
—¿Distinta como? —pregunte sin entender—¿cuándo supiste lo de la Violeta?
—Es que el otro día se entero la Mica—dijo moviendo sus dedos—y no se, siento que la ve distinto ahora. Y supe hace unos dos meses.
—¿Eso es lo que te preocupa? —le tome la mano para que se quedara tranquilo, me ponía nerviosa que no estuviera quieto.
—Hay unas minas de su colegio que siempre la han molestado—dijo con dolor—y al parecer supieron lo de su orientación sexual... La están molestando Dania, el otro día vi como decían hueas super hirientes.
—Diego, es super grave lo que me estas contando—me levante para sentarme a su lado—¿tu familia sabe? Quizás deberíamos hablar con alguien del colegio y ver que se puede hacer.
—Mis abuelos no lo aceptaran—dijo cabizbajo, ¿abuelos? Siempre creí que vivía con sus padres—se lo que estas pensando... Mi mamá tiene una enfermedad mental que le impide ser responsable de nosotros y mi papá supongo que debe estar en algún sitio.
—No sabía—susurre sintiéndome mal, ¿Cuánto sabía yo de mis amigos y amigas? ¿cuánto sabía del Diego?
—Nadie lo sabe—se encogió de hombros—el tema es que mis abuelos paternos, con los que vivo, no lo entenderán y pensaran que tiene una enfermedad mental al igual que mi mamá, o eso dicen cuando muestran como las marchas o ven parejas homosexuales.
—Diego, hay que cuidar mucho a la Violeta—me mordí el labio—o sea, se que tus abuelos ahora no lo entienden y les va a costar aceptarlo porque vivieron una época donde eso no era "normal" —hice comillas—pero si la aman, la aceptarán.
—¿Tu creí? —me pregunto afligido, solo atine a abrazarlo—tengo que aparentar ser fuerte pero a veces solo quiero mandar todo a la cresta.
—Tu eres fuerte Diego—dije haciéndole cariño en el pelo.
No se cuanto rato estuvimos así, mi amigo necesitaba contención y yo quería estar para él. Se notaba que para el Diego era importante la aprobación de sus abuelos, por eso se contenía en hacer locuras como los demás adolescentes.
—¿Quieres que vayamos a mi casa?—pregunto el Diego sonriendo—Quizás la Vio te cuente más cosas, es que yo supe accidentalmente y no se como hacerle frente.
—Igual no es de pesada, pero esto es algo que debes hacer por ti mismo—le sonreí—puedo acompañarte y esperar, si quieres.
—Si, gracias—sonrió.
Caminamos hasta el paradero para ir a su casa, me ponía nerviosa la situación después de todo quizás la Violeta no reaccione bien tras enterarse que su hermano sabe su secreto. Solo esperaba que se solucionara con una conversación sincera y extensa.
—¿Crees que se enoje mucho?—me pregunto el Diego cuando quedaba un paradero para llegar.
—No, se cuidadoso igual—le apreté la mano—porque quizás no es lesbiana sino que se enamoro de la persona.
—Tienes razón—murmuro considerándolo— o quizás es bisexual.
—O quizás no lo sabe aún y lo esta descubriendo—sonreí—por eso deben conversar y obvio intentar que confié en ti.
Nos bajamos de la micro y caminamos hasta la casa del Diego, igual vivía en un barrio piola, se veía gente en las calles y niños jugando a la pelota.
–Esperame acá, veré si están mis abuelos—me indico una vez entramos a su casa—¿Abuela?—grito dirigiéndose a la que suponía era su pieza.
—¿Quién eres tú? —me sobresalte al escuchar esa voz tan fría. Gire y note como quien yo creí, era la Violeta, me miraba fijamente.
—Soy la Dania, compañera del Diego—dije apretando mis labios nerviosa. Ella levantó las cejas.
—No hay nadie—dijo el Diego caminado hasta que vio a la Violeta—Vio, justo quería hablar una cosita contigo.
—Yo mejor espero afuera—hice una señal torpe, el Diego asintió.
Camine hasta afuera pero deje la puerta semi abierta, igual quería escuchar y no de copuchenta, sino para saber como se sentía la Violeta.
—¿De donde sacaste esa huea? —hablo golpeado la Violeta—No soy lesbiana hueon.
Se escucharon murmullos que no logre entender hasta que el Diego salió con los ojos llorosos, me acerque y lo abrace fuerte.
—¿Podi hablar con ella? —me preguntó con la voz rota—soy un hueon, no se como hablarle...
—Hey, tranqui—le tome su rostro—intentaré hablar con ella.
Tome aire y entre, la Violeta estaba apretando sus puños con mucha ira. Me acerque y me miro con odio. Bien, no es una buena señal.
—¿qué huea querí tu? —pregunto con rabia.
—Violeta, escucha...el Diego está preocupado por ti—comencé intentando parecer serena—lo que estas pasando es algo normal, te estas descubriendo...
—¿normal? —pregunto soltando una risa sin humor—¿sabes cuantas veces he escuchado a mis tatas hablar sobre lo enfermo que es ser como yo?
—No los justifico, pero de cierta forma no es su culpa. Es de la sociedad de mierda en la que se criaron—suspire, ella mantuvo sus ojos en mi—Ellos te aman Violeta al igual que tu hermano. Él esta preocupado de que no puedas aceptarte...
—Me odio Dania—se le quebró la voz, me acerque un poco viendo su reacción pero al verla tranquila puse mi mano en su hombro—Ni siquiera se si soy lesbiana, nunca antes me había atraído ninguna mina... Pero la Darlyn, ella es especial...
—Tienes que ir descubriendolo—dije apretando su hombro—pero si te rechazas no podrás. Estoy segura que eres una chica increíble, amate a ti y a quienes te rodean.
—Gracias—murmuró bajito e hizo algo que no esperaba, me abrazo. Le correspondí su abrazo dando palmadas en su espalda.
—Ahora deberías hablar con él Diego—susurre—no lo hizo con mala intención.
—Lo sé —se separo, miro hacia la puerta y el Diego estaba ahí, con sus ojos rojos. La Violeta corrió hasta el y se abrazaron fuerte—perdon hermanito.
—Te quiero cabra chica—beso su frente y me miro, pronunció un gracias silencioso y le sonreí.
Holis, ¿ya aman al Diego tanto como yo?
Pd: Harry Styles, mi crush pa toda la vida.