Pequeños cambios.

Capítulo 7: La primera semana.

Día 1.- Jueves:

El primer día no fue tan agitado como esperaban los dos esposos.

Cuando fueron al orfanato, eran alrededor de las 5:00 p.m. y salieron de allí aproximadamente a las 7:00 p.m y ya que estaba un poco lejos de su departamento, llegaron a las 8:00 p.m a casa.

Para entonces, Midoriya se había quedado dormido en el viaje.

— Es muy adorable. — Hizashi le susurra a Shouta, mientras carga al pequeño de pelo verde y lo lleva a su habitación.

Antes de adoptar, la pareja había sacado de la habitación de invitados todo el desastre que habían acumulado durante un tiempo, sin tener muchos invitados que se quedaran.

Fueron literalmente años de su matrimonio recolectando basura y cosas que querían guardar en esa pequeña habitación, incluso si tenían un armario donde podían almacenar todo eso, este era un espacio más pequeño, sin "espacio suficiente" para tener todo lo que querían dentro.

Por lo tanto, tuvieron que deshacerse de todas las cosas que realmente no iban a usar para dejar espacio al niño.

Había una cama individual, una ventana que daba a la calle con cortinas de color beige, algunas estanterías, un armario y un cofre que ni siquiera recordaban de dónde habían sacado, pero que podían usar para guardar los juguetes de su hijo.

Los dos acordaron que era mejor dejar la decoración simple, teniendo en cuenta que todavía no sabían si iban a tener un niño o una niña o las cosas que le gustaban, decidieron que era mejor decorarlo con su hijo.

— Se ve feliz. — Shouta dice, mientras acuesta a Izuku con su esposo, quien no puede dejar de sonreír.

El niño ronca ligeramente, con una pequeña sonrisa en su rostro, está feliz de estar justo donde está, aferrándose con sus pequeñas manos al pequeño peluche de All Might que tiene.

Una vez que se aseguran de que el niño esta bien, ambos van a cenar a la cocina.

— ¡Definitivamente es nuestro click! — Hizashi afirma, mientras se pone un delantal. — Es tan tierno, pequeño y lleno de pecas, se ve que es un poco enérgico, ¡Y quiere ser un héroe! ¿No te parece maravilloso?

— Es un buen chico. — Shouta ayuda a su esposo en lo que puede. Sus habilidades culinarias no son lo mejor del mundo, pero no está contento de dejar todo el trabajo en manos del rubio. —Se porta bien y le gusta jugar, creo que te amará.

— ¡No seas modesto Shou! Izuku es un gran chico, estoy seguro de que él también te amará.

El pelinegro no quería decirlo, al menos no en voz alta, pero aún se sentía un poco nervioso por todo el asunto.

Por supuesto, a Shouta le habían dicho durante años que era perfecto para ser maestro y tratar con niños, pero cuidarlos durante unas horas era completamente diferente de tener que cuidar a uno todos los días en todo momento.

La idea no le molestaba, por supuesto que no, pero sentía que tal vez no sería precisamente bueno en eso. No le gustaba el contacto humano, a veces tenía un humor terrible durante días, sus horarios de sueño se dividían entre dormir todo el tiempo y no hacerlo por completo durante días, el trabajo lo mantenía ocupado y su riesgo como héroe subterráneo era mayor que el de cualquier otro héroe en la superficie

Se sentía nervioso pensando si alguna vez podría desquitar el estrés con su hijo, o peor, no poder crear un vínculo saludable con él.

— Oye. — De repente, Shouta siente la mano de su esposo sobre su hombro, debió haberse perdido pensando por mucho tiempo. — Estaremos bien Shou, fuimos aprobados, ¿recuerdas? Si eso sucedió es porque estamos preparados para esto, los dos, como una pareja.