Pequeños cambios.

Capítulo 10: El sucesor de All Might.

La vida heroica con un niño no fue fácil.

Después del primer accidente con FireWater, gracias a Dios, Izuku nunca volvió a tener problemas con un villano loco otra vez, pero había otras cosas que lo estaban matando por dentro.

Por ejemplo, vivir toda su vida como un Quirkless.

No importaba cuánto le hablaran sus padres sobre las grandes cosas que podía hacer sin un Quirk, cuánto le dijeran lo valioso que era, lo importante que podía ser, la buena vida que podía tener, etc, etc. .

Sabía que era verdad, que no importa qué o cómo, sus padres lo amarían por el simple hecho de ser él. Por el simple hecho de ser Izuku ya había personas que lo amaban, incluso si no lograba nada "llamativo" en el resto de su vida.

Sin embargo, tanto Hizashi como Shouta notaron cómo su hijo se desvanecia gradualmente.

Llevaban 7 años cuidando a Izuku, y en ese momento era un niño sano de 14 años, que iba a la escuela secundaria y planeaba elegir la escuela preparatoria.

Pero todo ese proceso estaba matando el estado de ánimo del rayo de sol que era su hijo.

En su escuela, la única persona que iba a postularse para la UA era Katsuki Bakugou y recientemente Shouta le había prohibido a Izuku hablar con él.

Midoriya siempre fue un niño obediente, le enseñaron a serlo. Primero por la fuerza y ​​luego simplemente porque así era como demostraba el amor que tenía por sus padres, por lo que toda su vida se aseguró de seguir las reglas establecidas para él, por más ridículo que algunas le parecían.

Pero la regla de no hablar con Kacchan no la podía seguir.

Sabía que su padre lo hacía porque las actitudes del rubio habían sido cada vez más difíciles de manejar para el chico de cabello verde a lo largo de su vida, porque sentía que tenían que detener las horribles burlas que le hacía, las cuales aparentemente no tenían otra intención que no sea hacerlo sentir inferior.

Pero no podía dejar de hablar con él, es decir, había sido su mejor amigo toda su vida y aunque se comportará así con él, en el fondo Midoriya sabía que todavía lo amaba como cuando eran niños.

¿Verdad?

Porque a quién le importa que Kacchan le insista en suicidarse, que tire al lago el libro de análisis de héroes que ha cuidado durante toda su vida o que le hable de esa manera tan... Desagradable por el simple hecho de haber nacido con un defecto que no podía elegir.

Sus padres estaban terriblemente preocupados por él. Había noches o días enteros donde Izuku se encerraba en su habitación y no se oía un solo sonido hasta que salía de nuevo, ya sea para comer algo o para ducharse.

Shouta había tenido que abrazarlo más veces de las que podía contar, acariciando los rizos verdes de su hijo mientras le susurraba palabras de consuelo al oído, todo porque el destino lo había sentenciado a nacer sin una particularidad.

La pareja sabía que iba a ser difícil, iba a ser difícil tener un hijo que soñara con ser un héroe pero que no tuviera un Quirk que se lo permitiera.

Intentaron toda su vida no alimentar ese deseo, pero cuando el pequeño Izuku los miraba con esos ojos iluminados, asegurando que algún día sería igual a All Might, salvando enormes cantidades de personas ellos simplemente... No pudieron decir nada para desanimarlo. 

Tampoco podían negarle que fuera a ver el entrenamiento de los jóvenes héroes de los que Shouta estaba a cargo o que permitirle tener sus cuadernos de análisis, pero aparentemente todo lo que habían hecho para tratar de evitar ese anhelo solo lo había empeorado y ahora que Izuku se dio cuenta de su realidad, lo estaba matando.