Historias del Arcanum Compendium

4.- Marie Bloodish

No sabía lo que estaba pasando en ese momento. Sentía como si todo mi mundo se desmoronara en cuestión de segundos. Era una situación realmente anormal.

Charles estaba parado frente Marie y yo, impedía nuestro paso.

—¿Por qué no te revelas ahora, Señorita Bloodish?

Marie, quien había estado callada y con los ojos cerrados, habló.

—Vaya, ya no puedo ocultarlo mas, ¿Cierto?

Abrió los ojos. Un brillante color sangre pigmentaba sus ojos. Miró a Charles de manera penetrante.

—Ahora que tenemos el placer de conocernos, Señor Williams —Marie estaba muy calmada —, ¿Me puede decir por qué está tan apegado a Sarah?

—Esa era mi linea. Dime, ¿Por qué una Bloodish está protegiendo a una chica con una afinidad arcánica alta? Si me permites opinar, a mi me parece muy sospechoso.

—¿Ah si?, ¿Entonces quieres decir que es normal que un miembro de la familia Williams esté enseñando a una Bendita?, ¿Qué quieres lograr con ello?

Un aura de hostilidad impregnaba el pasillo. Se sentía que algo catastrófico iba a ocurrir. el aire se volvió pesado, y lograba ver estelas carmesí saliendo del cuerpo de Marie, mientras que Charles no hacía nada.

Finalmente, se relajó, y suspiró.

—Vladko Dunklesherz creo que la encontró.

Los ojos de Marie marcaron una gran sorpresa.

—Hace un par de días —prosiguió —, Daria Gousborg atacó a Sarah. Todo parece indicar que ha podido sentir su alta resonancia mágica con sus habilidades y la ha encontrado hasta casi el otro lado del mundo. Mismamente, por eso estoy aquí —volvió a ponerse un poco agresivo —. Lo que no me explico es qué hace una Bloodish con ella, sabiendo la reputación de tu familia.

—Que nuestras familias sean rivales no es para nada mi culpa, Señor Williams. He de culpar a sus ancestros por lo acontecido hace mas de 500 años —Marie respiró, y empezó a relajarse —. Mi padre, el señor Louis Bloodish, me ha encargado protegerla desde hace ya varios años por motivos que no te incumben y nunca vas a saber. Aparte, ella es mi compañera de clase y muy querida amiga mía, ¿Lo entiendes?

Un silencio corto e incómodo marcó el final de la tensión.

—Por la Reina... —Charles por fin se calmó —Es increíble que me pase esto a mi. No solo tengo que soportar a una chica torpe y demasiado entusiasta, sino a una Hija de la Sangre también.

Tal parecía que ya todo se había calmado.

—Eh... —quise interrumpir —oigan...

—¿Pasa algo, Sarah? —por un momento pensé que no volvería a escuchar esa voz dulce de Marie.

—No quiero molestar en sus asuntos, porque realmente no entiendo absolutamente nada, ¿Pero no es un poco tarde para llegar a clase?

Marie se sorprendió por la pregunta. Segundos después, comenzó a reír ligeramente. Creí que tampoco volvería a ver esa tierna sonrisa.

—Es cierto, tienes razón. No hay de qué preocuparse, todo está bien, ¿Si? Vamos.

Marie empezó a caminar, y no le dirigió la mirada a Charles al pasar a su lado. A el no le importó eso, simplemente esperó a que yo lo alcanzara para caminar él también.

Finalmente, llegamos al salón de clase. Marie iba al frente del grupo.

—Buenos días, Señorita Grace. ¿Nos permite entrar a su clase?