—Ok, primero intentemos separar la sangre humana. —Charles tomó un frasco de la sangre turbia que encontramos en la escena del crimen, y la colocó sobre la mesa principal del laboratorio. —Margery, Sarah. Necesito que me confirmen si esta sangre sigue apestando, ¿de acuerdo?
—¡Si! —Margery estaba animada.
Abrió el frasco, y lo colocó dentro de un matraz Erlenmeyer. El olor empezó a emanar al momento.
—Si, sigue oliendo fatal. —confirmó Margery. Yo simplemente me tapé la nariz.
Charles comenzó a pensar.
—En ese caso, empecemos con la alquimia. —se dirigió hacia las vitrinas del laboratorio, y tomó un frasco con un polvo cristalino con una etiqueta que decía "Homokilia", tres máscaras de gas, y una cucharilla medidora. Se dirigió hacia lo que parecía ser un matraz de destilación, pero tenía algo raro a diferencia de los que había visto en la escuela. No estaba hecho de vidrio.
—Margery, —Charles habló mientras caminaba, —trata de purificar el olor de esa muestra de sangre. —y él tomó la segunda muestra desde su abrigo.
—Haré lo que pueda, Charles. —sonrió, y se puso a trabajar.
Charles nos dio una máscara de gas a mi y a Marie, la cual se la colocó de inmediato. Yo estaba muy confundida.
—¿Me la tengo que poner?
Marie ni siquiera contestó, y ya me ayudaba a colocármela. Charles puso la muestra de sangre en el matraz de destilación, y lo conectó al condensador. Volteó a verme con mirada seria, y su máscara ya puesta.
—Esto que tengo aquí —dijo, mostrándome el frasco con polvo cristalino —es una gema absorbe-almas pulverizada, a la cual se le conoce como homokilia en su forma química. Es mortal solo para los humanos, y afecta al cuerpo dependiendo de la zona a la que tenga contacto. En la antigüedad, las brujas la usaban para asesinar personas sin ser descubiertas por las personas comunes. Este compuesto está controlado, pero sigue emanando gases tóxicos.
Me arrepentí de haber estado allí. Tenía miedo.
—¿Y-Y... —mi voz se cortaba por el miedo —para qué... necesitamos e-eso?
—El homokilia se suele usar en la alquimia para separar la sangre humana de los demás tipos de sangre. —me aclaró Marie. —Evapora la sangre al mezclarse con el compuesto, y la separa de la sangre de seres bestias mágicas.
—Así podemos determinar qué ser o bestia mágica asesinó a nuestra víctima. —complementó Charles.
Echó solo una cucharadita de aquel peligroso polvo, y la turbia sangre comenzó a burbujear, liberando vapor el cual se pasaba al condensador.
—Estas herramientas —me comentó Charles. —son especiales, Sarah. El matraz está hecho de un cristal que impide la fuga de maná, y el condensador nos permite saber si hay rastros de él o no.
—¿Eso significa que...? —no entendía el mensaje.
—Si detectamos un rastro de maná en la sangre, sabremos que esto fue obra de un invocador. —su mirada empezó a parecer como si algo le molestara. —Pero, si no lo hay, tendremos un grave problema...
—¿Eh?
—Margery, —Charles desvió la mirada. —¿has conseguido lograr algo?
Mire a la pequeña Margery, que tenía una cara de esfuerzo, mientras su cuerpo brillaba con un leve tono verde. Tras la pregunta de Charles, se apagó, y suspiró.
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Historias del Arcanum Compendium
FantasiSarah Simmons es una estudiante común de Nueva York, a excepción de su rara condición: siente raras energías y ve y escucha cosas que otros no pueden. Todo eso le es un misterio, hasta que conoce a Charles Williams, un joven británico de intercambio...