Por Favor 2/2

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La vida te quita cosas aunque tú no le hayas echo nada, simplemente es una zorra que te lo da todo, para al último arrebatarlo.

Que te quita más de lo que te da.

Sabía que la suerte era algo de la cual mucha gente creía, él no, Rubén no, Rubén sabía que si algo era tuyo, era porque lo era, no porque la suerte lo había puesto ahí.

La verdad para Rubén era algo tabú, la verdad no era más que mil mentiras disfrazadas, contando que simplemente era una realidad disfrazada.

Sabe que cuando algo que más amas se va, se crea una gran herida en tu corazón, no sangra ni llora, pero duele más que mil llamas quemándose vivo.

La desilusión de tenerlo todo, que algo llegue y te lo quité

Es volar entre las nubes y caer en un duro suelo de realidad.

—Samuel murió— fue lo que se escuchó de esas labios, la voz de su mejor amigo se repetía en su mente una y mil veces.

Error, esto era un tonto error, Samuel no podía estar muerto, Samuel era sano, Samuel tenía mucha vida por delante, comía bien, no tomaba no fumaba no nada, siempre fue correcto.

El estado de shock en el que estaba se fue desvaneciendo conforme sus manos pararon en el piso, estaba inválido, sus piernas no respondieron.

No lloraba, aún estaba en trance, la noticia había impactado demasiado.

Samuel muerto.

La primera lágrima callo y esa lágrima en llevo a otra y esa otra a cien mil más, su voz estaba afónica, sus gritos de llanto ya no salían, no dejo ni que Mangel le consolara, corriendo llegó la habitación donde Samuel estaba.

—No.... Noo... — se negaba mil y un veces... —no... No por favor, no quiero, no me dejes solo— su mano acariciaba su mejilla mientras su lágrimas le impedían ver, dejando caer estás sobre la suave piel fría del cadáver.

—Samuel, por favor, no me dejes solo, no me hagas esto, por favor despierta, me prometiste no dejarme solo— Miguel veía la escena desde la puerta, no podía aceptar lo que sus ojos veían, aún no estaban listo para eso.

—Rubén— le llamo el de cabello negro al chico que estaba llorando su perdida —Te dejo para que te despidas, llegarán por él en unos minutos— se iba a retirar para dejar privacidad a Rubén pero este mismo lo detuvo.

—no te llevaras a nadie a ningún lado, él no se irá—

—Samuel está muerto, Rubén, no podemos tenerlo aquí— dijo con una pequeña molestia, no quería que Rubén sufriera, no se la dejaba fácil.

—Samuel no está muerto, no quiero que se lo lleven— se negaba rotundamente, pero Mangel no podía ceder ante su capricho, está vez no.

—Tienes que aceptar que se ha ido— y si más salió de la habitación escuchando los fuertes gritos y sollozos del cuarto de arriba.

El timbre de la puerta se escuchó, Miguel aún con todo el dolor del mundo en sus hombros abría la puerta dejando ver a los hombres uniformados de la morgue, que se llevarían a Samuel para prepararlo para el funeral.

Miguel les indico donde estaba y ellos se dirigieron ahí, y con los gritos de Rubén, él subió, viendo como el castaño amenazaba a todos por tocan al difunto.

—Rubén, tienes que entender— llegó con él abrazándolo para aprisionarlo mientras los otros hacían su trabajo, Samuel estaba completamente desnudo, los jóvenes esos le pusieron una ropa blanca, y lo metieron a la bolsa para después cargarlo a la camioneta.

Rubén pataleaba contra Miguel, que por más que quería Rubén no daba basto con sus golpes...

En uno de ellos logro que lo soltara, cuando los trabajadores ya habían llevado el cuerpo hasta la puerta principal, él bajando las escaleras, viendo como su amado iba ahí, sin vida, mentido en una bolsa, no hizo más que gritar.

—No por favor, NO SE LO LLEVEN— callo en las escaleras hincado, sin tener que bajar rodando, simplemente apoyado desde el barandal —SAMUEL NOO— el grito desgarrador llegó hasta los tímpanos de Luzu, que acababa de llegar viendo la escena un poco confundido.

— ¿Pero qué está pasando?— pregunto confundido viendo como sacaban el cuerpo, para volver su vista a Rubén y luego a Mangel que estaba en lo alto de las escaleras — ¿Pero qué mierda...?—

—Luzu...— le habría el ojiverde ahí tirado, con la voz afónica — diles que no se lo lleven— le pidió con un hilo de voz...

Luzu traía una bolsa negra con el traje dentro, el más grande trato de acercarse a Rubén, y dejando la bolsa en el sofá se acercó.

Mangel al ver la bolsa bajo para tomarla y entregársela a los trabajadores, para dar unas instrucciones y luego cerrar la puerta, ahora lo único que se oía eran los pesados sollozos del castaño.

—Vamos a la cocina, ahí les explicare todo, a ambos— Luzu intento parar a Rubén para llevarlo a la cocina, donde Mangel inicio.

—Sufría de cáncer de corazón— la noticia le tomó por sorpresa a ambos, Luzu deducía cosas pero no quería precipitarse, quería espera —Samuel a muerto de un paro cardiaco—

Avisaron del tema a todos los conocidos y familiares de Samuel, el funeral y sepultura sería mañana.

Y las lágrimas se derramaron toda la noche.

Fernny.


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