Alejate Agreste [Lukanette]

Pregúntale a Lila Rossi.

Caminaba rápidamente por las calles parisinas, la lluvia comenzaba y aún no llegaba a mi departamento, le había prestado mi auto a Alya para llevar a su madre a una competencia de cocina muy importante, habían chocado el auto de su mamá la noche anterior, por lo que no tenía en que moverme. Faltaban aproximadamente tres cuadras para llegar a mi casa, mi teléfono sonó, "Mi rubio engreído", reí, de nuevo mis amigas habían hecho de las suyas, conteste la llamada.

— Hola Marinette

— Hola... Tú no eres Adrien, disculpa, ¿Quién habla?

— Eso no importa ahora, no sabía que tu novio fuera así de complaciente.

— Disculpa, ¿De qué hablas?, no entiendo lo que dices.

— Llegó a mi departamento hace un rato, me trajo un sexy vestido y un ramo de rosas.

— Aja, ¿Y que más? — Sabía que querían sacarme de mis casillas, pero sé que Adrien estaba en Gabriel's, me había marcado hace un rato y su padre le llamó para una conferencia.

— ¿Por qué no me crees? ¿Necesitas pruebas?

— No, confío plenamente en Adrien.

— Yo no estaría tan segura, tonta, mira lo que te mandé, y guardatelo, espero que veas que si distruta mi compañía.

La llamada terminó en ese momento, no tardó mucho para que un mensaje me llegara. Venía con un video, estaba la chica, con un vestido extremadamente corto, podía notar su lencería, y Adrien recostado en sus piernas, sonriendo, con los ojos cerrados, ¿Qué estaba pasando?. Quité inmediatamente el chat, miré la foto de la persona emisora... Lila Rossi.

Pare en seco, en el transcurso de la llamada de Lila había caminado dos cuadras aproximadamente, no sabía que pensar, que hacer, comenzaba a llover más fuerte.
Corrí a casa, saqué las llaves y entré rápidamente, dejé mi abrigo y fui a darme una ducha, acababa de salir de un resfriado y no quería enfermarme de nuevo.

Llené la tina, agregué una fragancia de lavanda y un poco de polvo de burbujas, necesitaba pensar en todo lo que estaba pasando, me quité la ropa aún húmeda por la lluvia y entre en la bañera. Mi teléfono sonó, era de mi empresa.

— ¿Hola?

— ¡Hola Marinette! Soy Paula, quería recordarte que mañana tienes junta con los inversionistas japoneses y con los estadounidenses.

— Lo había olvidado, muchísimas gracias por recordarme — La llamada de Lila me confundió muchísimo, no podía pensar en otra cosa.

— Eso es todo Mari, te veo mañana.

— Hasta mañana Paula, descansa.

Hacía unos meses, gané un concurso internacional de diseños de moda, desde entonces, Industrias Dupain-Cheng había aumentado sus ventas en un setenta por ciento, era demasiado famosa y conocida, tanto así que tuve la oportunidad de comprar una casa, grande en mi opinión, un auto y puse a trabajar otras dos panaderías para mis padres.

Poco después, Gabriel Agreste me pidió una colaboración, así unificaríamos las empresas y conseguiríamos diez veces más de las ganancias de cada empresa, a los meses comencé a tratarme más con Adrien, mi actual "pareja", mi crush de preparatoria, la persona que más amaba.
Las lágrimas comenzaron una carrera desenfrenada por mis mejillas, habíamos hablado tantas veces de nuestro futuro, en más de una ocasión, Adrien me habló de tener una familia y vivir juntos... No sé que pensar ahora.