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El chico desconocido no se acercaba y yo estoy más que feliz por eso. No tenemos ningún contacto ni mucho menos nos dirigimos la mirada o las palabras.

Tomé el celular para llamar a alguno de mi familia, así me explicaban lo que sucedía... Pero no hubo respuestas. Eso no me sorprendía, ya que, no es el primer intento que trato de hacer esto. Era como si hubiera desaparecido del mundo. No tenía noticias del exterior ni mucho menos aplicaciones normales de las cuales podría utilizar.

Todo estaba ligado a un programa llamado "Gaestig", no tenía ningún significado que yo conociera. Tampoco podríamos manejarnos de manera libre, los chats son raros. Hablamos con una especie de ser humano el cual nos da instrucciones a través de la aplicación. Aún así, ninguna de las órdenes es realizada correctamente.

Nos pusimos de acuerdo en separar los horarios para no juntarnos, la actitud de ambos nos hacía rechazarnos. Chocábamos con cada palabra que se pronunciaba, por eso no podíamos hablar cuando estuviéramos frente a la presencia del otro. La casa está en completo silencio, no queríamos interrumpir eso.

Nunca dijimos nuestros nombres, nos llamamos por lo primero que vimos al encontrarnos. Yo le digo fantasma y él me dice enano. Siendo que soy solo unos centímetros más bajo pero no da el caso.

Yo sabía que él duerme más de cinco horas en la tarde. Ese es mi momento para deambular por la casa, así podría almorzar y ver la tele tranquilamente. Lo extraño es que desde hace días que estamos encerrados y los programas de televisión son los mismos.

Me acuerdo que yo había dicho que me gustaban las películas de acción o sobre todo los programas de "Dora la explotadora" pero eso fue hace años. Ya intenté usar el celular y poder ver vídeos en YouTube pero ni eso había en esta casa.

La señal del WiFi no existía, había una señal llamada "Kontrolle" con un dibujo de koala en el router y ya está. De eso nos rodeábamos. Un enorme espacio del cual ninguno hace más que comer, dormir y vivir de lo que había. La vida perfecta para personas que no quieren hacer nada y que el único esfuerzo que hagas, sea respirar.

No quería ser parte del programa, pero... ¿Quién no le respondería a Dora?

—Zorro no te lo lleves, ZORRO NO TE LO LLEVES. —Y así escuché el portazo del fantasma acechando la sala.

—¿Qué diablos haces?, interrumpes mi siesta. —Se acerca cada vez más y me adelanto en alejarme.

—Solo veía un programa de televisión. —Levanté los hombros y él me tomó del mentón con fuerza.

—Deberías dejar de ser infantil y una vez en tu vida, encontrar una salida para ya no estar aquí. —Asentí frenéticamente, quería que me soltara.

—Lo siento, no quería despertarte. —Fui empujado y fulminado con su mirada. Así se fue de la sala para volver a su habitación.

Ese comportamiento se presencia una y otra vez. Me parece extraño, sabiendo que no medía lo que él hacía. No dije nada y seguí con lo mío.

Los recuerdos que me traían estos dibujos, esas veces que Jin intentaba que me apurara para poder ir a clases. Me di cuenta que mi hermano me tiene una paciencia increíble.

La tarde se hacía eterna, al parecer la hora en este lugar es completamente diferente a la habitual. Descansabas bien pero te pasabas de horario. Si comías, la heladera estaba siempre llena. Si mirabas la tele, son los mismos programas de televisión. Y la ropa, debía cambiarla pero no quería usar esas extravagantes vestimentas que me harían perder la cabeza.

Hablando de cambiarme, ya pasó una semanas y unos días que estamos aquí, me siento del asco pero no iba a usar eso del armario.

Es toda una locura, aún así, seguro es una prueba de mi madre. No tengo idea de lo que quiera hacer. Sé que por lo de las prendas, es ella. Busqué lo menos presentable y resulté siendo una estrella de k-pop en medio de un escenario. Prefería estar desnudo, lo que evitaba que eso ocurriera, es que estoy acompañado.

Me bañé y luego puse esa ropa en mi cuerpo para lavar la mía. Tenía que sobrevivir con lo poco que tenía. Después de todo, no estoy tan aburrido limpiando y haciendo lo que en casa no hacía. Me sentía un adulto en pleno crecimiento.

Lo que no esperé es que al cabo de unas horas de lavado, la ropa quedará completamente destruida y desgarrada. Mi desesperación empezó a crecer, no quería usar algo que no fuese mío.

—Mamá, si ves esto. No te odio pero odio que pongas todo esto en mi contra. —Suspiré frustrado.

El fantasma apareció para hacerse un sándwich. Él siempre tan despreocupado. Yo intentando buscar una respuesta y él no hace más que dormir encerrado en su cuarto. Tiré la ropa a la basura, me dolía porque es algo muy importante para mí.

—Escucha mocoso, no quiero saber de toda tu vida. Pero... ¿Por qué estás aquí? —Dice mientras come su preparado y delicioso bocadillo.

—Pues... No lo sé. —Reí nervioso y su mirada se posó en mí.

—Esto... ¿Es en serio? —Su voz sonaba susurrada— Entonces, debemos buscar una respuesta.

—Dijiste, ¿Debemos buscar una respuesta?. —Abrí los ojos sorprendido.

—Si tanto te molesta, lo hago solo. —Dijo indignado dándose la vuelta pero lo tomé del brazo.

—Hecho, no me caes del todo bien. Pero alguna solución vamos a encontrar.

Hablamos de lo que podría ser. Un sueño no, porque sería algo extremadamente largo. En todo caso de que lo fuera, estaríamos en coma. Un problema en nuestras mentes tampoco, que yo sepa nunca tuve uno y mis padres me cuidaban para que nada me ocurriera. Pensé en que estábamos viviendo en una zona de extraterrestres, lo cual terminé con un pequeño golpe en mi cabeza y reímos.

—Puede que me caigas mal pero esto es demasiado. —Muestra su sonrisa y quedo en anonado.

—¿Y por que sonríes idiota? —Hago un puchero y golpeo su pierna.

—Porque desde que desperté del hospital, eres lo más interesante que me ha pasado.

Después de eso no hablamos más, cada uno fue a su cuarto a dormir. Fue un día bastante largo del cual estuvimos sacando muchas teorías y conspiraciones alocadas. Me quedó una intriga en su última frase pero no voy a preguntar hasta que sea el momento justo.

Al fin y al cabo, las personas no son lo que uno conoce. Las miras y juzgas, pero no las conoces y arriesgas. Ese es el problema que tenemos. El caer en el juego lleno de trampa sin darnos cuenta. Cualquier decisión que tomemos, es la correcta, porque en el momento que aceptaste ser parte de ello, tu vida en adelante cambia respecto a lo que eliges.

Calendario: Semana uno, día tres. Un pequeño cambio de ambiente. El fantasma por lo menos habla y me regaña al escucharme gritar cuando veo mis programas en la tarde. Me propuso buscar una solución juntos y hasta ahora creo que es una buena idea.

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Who are you? - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora