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Nos quedamos en mi cuarto, ambos durmiendo por extrañas razones en la misma cama. Yo no le temo a la oscuridad pero Yoongi quería asegurarse de que nada ocurriera. Lo entendí y dejé que pasara sus brazos envolviendo mi cuerpo. Para que sea un pacto neutro, dejé un beso en su frente sintiendo como el calor en su rostro se esparcía.

—¿Sabes?, al final no cenamos nada. Lo siento. —Dije acurrucandome en su pecho.

—No te preocupes, Jiminie. —Acaricia mi cabello y lo huele—. Hueles a fresa, eres delicioso.

—No digas cosas innecesarias, Yoongi. —Me escondí en su cuello.

—Así que... ¿Avergonzado? —Aprieta mi cintura para apegarme más a él.

—N-no lo estoy. —Trato de regular mi nitidez al hablar.

—Veremos si eso es cierto. —Su mano se sumergió debajo de mi polera, haciendo que un pequeño gemido de sorpresa saliera.

—E-están frías. —Una de sus piernas se colocó entre medio de las mías, haciendo que echará la cabeza hacía atrás dándole el paso al cuello.

—No estás del todo nervioso aún. —Se levantó quedando arriba mío, pegando su frente con la mía—. Creo que con esto cerraremos. —Se acerca juntando nuestros labios dando un rose y alejándose con los ojos cerrados—. Es mejor de lo que imaginaba.

Lo veo reír, yo quiero que siga así. Tomé su rostro y lo atraje hacia mí, no quería que la vista de sus encías y dientes perfectos se perdiera. Uní por última vez nuestros labios hasta que la alarma sonó. En este caso no dijeron ningún número, los celulares sonaron.

¿Están hambrientos?, les haré un favor para que puedan aprovechar de esa necesidad. Que descansen y tengan dulces sueños.

Giré los ojos, sus mensajes ya me tenía cansado. No me los tomaba con tanta seriedad. ¿Qué nos sacarían ahora?. Que yo sepa, familia no tengo. Hay un ser humano desconocido frente a mí y es todo lo que tengo.

De un momento a otro, mi cabeza estalló. ¿Hermano?, déjame. No me toques, aléjate. Tomo mis piernas haciéndome un bollito en la cama. Jin intentaba acercarse pero no lo dejaba. Mi cabeza dolía, demasiado.

Corrí hacia el baño, me encerré y abrí la canilla del agua dejando que recorra cada parte de mis extremidades. La voz de mamá echándome la culpa y papá golpeando lo que tenía cerca al decirme que soy un bueno para nada. Rompo el vidrio del baño, quiero acabar con todo esta tortura.

Los golpes y del otro lado con la voz de Jin hacen que reaccione. Le digo que se aleje, que no se acerque. Ve mis manos ensangrentadas y me abraza. ¿Por qué haces esto?, soy un fracaso como hermano, hijo y todo lo que sea. No merezco esto. Lo golpeo para que se aleje pero ni se inmuta. Me siento impotente y agarro mi cabeza tratando de tranquilizarme.

Veo como se va y me deja plantado en ese lugar. ¿Por qué viene y se va?, siempre lo mismo. Yo quedo con ganas de verlo pero mi cabeza duele. La presión se hace cada vez más firme y caigo en que Jin ya no está.

—Por favor, calma Jimin. —Sus caricias en el cabello me calman y suspiro su olor. Bastante suave para ser sinceros.

—Estoy bien, solo tengo que descansar. Pero... Una pregunta. —Lo miro—. No me mientas, ¿Sí?

—Dime Jiminie. —Su rostro está más tranquilo y toma dos toallas. Una para sacarme el pelo y la otra para envolverme.

—¿Mi hermano estuvo aquí? —Entrelazo mis propias manos dandoles calor.

—No, Jimin. Puede ser que lo extrañes, me ha pasado con mi familia. —Sonríe y toca mi nariz con ternura.

—Deja de hacer eso. —Hago un puchero—. Si tu dices eso, puede que sea cierto. ¿Sabes?, eres el único al que puedo confiar en estos momentos.

Reímos, es muy irónico. Si no confiabamos entre nosotros, ninguno de los dos encontraría una salida. Fuimos a la heladera y se me cruzó por la cabeza hacer algo para comer, no habíamos comido nada y ya son como las tres de la mañana. Mi estómago ruge por comida, así que es una buena oportunidad.

Quería sacar algún tema mientras estamos ocupados, sin embargo, me da vergüenza preguntarle algo personal.

—Y dime Jimin, ¿Qué hacías antes de esto? —Corta las verduras con sumo cuidado para evitar problemas de heridas futuras.

—Antes de todo esto, tenía un mejor amigo enamorado de un idiota, ¿Sabes?. No entiendo como le gusta ese tipo de chicos. —Dejo la carne y observo lo que hace el azabache.

—Y... ¿Por qué es idiota? —Su concentración es muy chistosa. Frunce el ceño pero le sonríe a la comida. ¿Quién te entiende Yoongi?

—Porque se enteró de que me gustan los hombres y saltó con que yo lo perseguiría por su hermosura. Es un idiota. —Seguí con lo mío—. Y mi familia... Ellos pues. —Bajo el cuchillo rápido y de repente veo como la mano de Yoongi detuvo mi acción.

—Te podrías haber cortado un dedo, ten más cuidado, enano. —Asentí. Él se veia furioso y preocupado— Bien, cuéntame de tu familia.

—Pues... Ellos me acompañaban siempre a mis chequeos médicos, puede ser que les cansé con ese tema. —Reí nervioso—. Ellos tenían que tener una vida perfecta con mi hermano.

—Jin, ¿Cierto? —Esbocé una sonrisa al escuchar su nombre—. Vaya, mira lo feliz que estás.

—Es que, es lo mejor del mundo. Es tan inteligente y sabe tanto de la vida. Siempre me ayuda y no hace falta que dude porque tiene la razón. —Hacía movimientos raros al explicar eso.

—Cálmate. —Ríe—. Yo también pensé lo mismo de mis padres pero ellos no estaban a mi lado.

—¿De qué hablas? —Inclino la cabeza no entendiendo lo que decía.

—Desperté en el hospital, de ahí en adelante recuerdo todo. Pero antes de eso, nada. Supuestamente, tuvimos un accidente, según los médicos.

—Vaya, lo siento mucho Yoongi. —Le di palmaditas de aliento en su hombro.

—No te preocupes, eres lo más interesante después de toda esa tragedia. —Siento una calidez en mi mano, él la estaba tomando.

—Y tu también, Yoongi.

Así terminamos de hacer la cena y comimos. Mejor tarde que nunca, ¿No?. De todas formas, los primeros días no podía creer que estaba con un desconocido. Ahora le tengo mucho cariño, se hizo querer demasiado pronto. Esto no me había pasado desde que conocí a mi único amigo.

Jin Hyung, espero que me digas que lo que estoy haciendo es lo correcto. Porque éste chico, es increíble.

Calendario: Semana tres, día dos. Ya hasta hicimos la comida juntos y somos más cercanos. Me contó de su vida y podría presentarle a Jin después de salir de ésta casa. Hermano, él es un gran chico.

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Who are you? - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora