Who are you? - YoonMin

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Siento que han pasado más de cinco horas o más, y seguimos en la misma posición. Yo maldiciendo a Namjoon y Jungkook mientras que ellos dos me miraban con alegría. ¿Cómo no iban a estarlo? Van a poder ser libres, nos traicionaron.

De pronto, la puerta enfrente se abrió dejándome casi ciego. Los marcos de las puertas hicieron que el lugar se iluminará más y yo perdí la vista por cinco segundos.

—Yoongi, si quieres sobrevivir junto a los que están aquí y quieres. Me debes un favor. —Dice el hombre con bata.

—Dime que es lo que quieres. Estoy dispuesto a todo.

—Así que, si así es... Te aseguro lo que más quieres en este momento. Pero primero debes aceptar.

—Bien, acepto. ¿Qué tengo que hacer? —Mi voz es firme, sin ningún temblor. Estoy decidido.

—Mata a Jimin y tendrás lo que más quieres. O puedes también matarte enfrente de él, eso queda en tí. —Presioné mi mano clavando las uñas largas y afiladas en la piel—. Tú aceptaste. Ahora, es tu libertad o la de ambos. —Suelta una carcajada—. Esto pasa por ser ambicioso. Mira que si no cumples ambos mueren.

No pude hacer ningún movimiento. Mis manos sangraban de lo lastimadas que estaban. Pude sentir ese pinchazo y ver por última vez a Namjoon, sacando mi dedo del medio para luego desvanecerme en un completo color negro.

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Me levanté en una pesadilla. Es como si en la película del día de la marmota. Los hechos se repiten y no es de mi agrado. El único cambio, es que la habitación estaba más oscura. El ventanal es igual con la diferencia de que tenía un cielo color rojizo. Como si la sangre fuera necesario para tranquilizar las aguas.

Intenté salir y la puerta está sellada. Trato de forcejear pero nada sucede, es como si me encerraron en la habitación sin mi consentimiento. Lamentablemente eso no podía tomarse como ilegal, siendo que acepté los términos que ellos eligieran. Con tal de salvar a todos, no me importaba en lo más mínimo. Por más que Namjoon y Jungkook nos hubieran traicionado. No soportaría tener algún sentimiento de rencor.

—Ayudenme, por favor. —Gritaba pero nadie me oía, esto es estúpido.

Pensé que todo estaba perdido, hasta que escucho la voz de Yoongi. Estoy muy feliz. Al fin podré estar al lado de él. Pero... ¿Por qué de esta manera?

—Jiminie, abre la puerta.

—No puedo, está sellada.

— !QUE LA ABRAS! —Gritó asustándome.

—No me grites, estoy asustado. —Las lágrimas caían, estoy en una crisis emocional. Me siento atrapado.

—¿El corderito está dentro del rebaño? —Ríe a carcajadas—. Al parecer, se quedó solo después de traicionarnos. ¿Debería hacer algo?

—¿De qué hablas, Yoongi? —Mi tono es débil y tembloroso—. Puedes decirme lo que...

Y escucho como intenta derribar la puerta a patadas desesperadas. Me alejé, su tono no no me gustaba para nada. Y un ring sonó. Esto no es para nada bueno.

Hasta que el lobo caza al último chanchito. Deberías haber pensado las cosas, ¿No decías que tu hermano te repetía que no confiaras en las personas?
Nos vemos en la otra vida.