Kakyoin siempre fue tan inocente, se crió en una familia tradicional y religiosa. Y al empezar bachillerato, todo aquello relacionado con la sexualidad, le parecía algo difícil de comprender, creía que era malo, que no debían enseñarlo y odiaba escuchar a sus compañeros hablar de eso, ese grupo de chicos y chicas hormonales. Se sentía como un bicho,no encajaba y para empeorarlo estaba sintiendo cierta atracción hacia un chico, ¡Un chico!. No podía contárselo a sus padres, lo matarían y se sentía fatal, un asco, un rarito. Estaba mal, debía dejar esos pensamientos, estaba pecando.
Se llamaba Jotaro, Kujo Jotaro, siendo formales. Era muy alto y atractivo, no muy hablador ni extrovertido. Bueno no era como si Noriaki hablara un montón pero en cuanto a sociabilizar lo hacía mejor que Kujo. Las chicas estaban muertas por él y al parecer en el fondo él también. Kakyoin se derretía, cual helado al sol, cuando estaban en clase de gimnasia y Jotaro usaba su uniforme deportivo, su cuerpo sudoroso, sus músculos fuertes, sus abs ¡Oh, por Dios! Sus abdominales, tenia tan sólo 17 y parecía un físicoculturista en desarrollo.
"Dios, perdóname. No debo tener estos pensamientos impuros" rogó en su mente.
Y luego de arrepentirse por un momento,su mirada seguía fija en Jotaro.
Fue entonces un día de lluvia, en el que el joven Kujo se acercó a él con un paraguas, pues ese día el pelirosa había dejado el suyo en casa.
Jotaro lo cubrió sin decir una palabra y este al darse cuenta de quien era se sonrojo.
-ah...ah...Ku-Kujo-kun -Murmuró un avergonzado Kakyoin.
-Jotaro, está bien- Le dijo- ¿Quieres que te acompañe a tu casa? Por lo visto no tienes sombrilla.
-Ah...si. La olvidé. Mu-Muchas gracias.
Llegando a casa Jotaro murmuró- Me gustas, Noriaki. Sé mi novio- Así sin anestesia. Kakyoin no pudo ser más feliz, no lo podía creer. Y sin pensarlo lo aceptó. Se iría al infierno, definitivamente, pero era feliz al saber que era correspondido.Luego de un par de citas, y tener una relación a escondidas de todos, Jotaro lo invito a su casa, Holly, su mamá, no estaría en todo el día, así que luego de tanto junto a su amado, podrían llegar a "segunda base".
Empezó con un beso como siempre lo hacía, que subió de nivel, Kakyoin estaba nervioso, porque sabía lo que vendría y él era tan inexperto en cosas relacionadas con el sexo, pero se sentía bien de tener a alguien que sabía más que él. Eso le hacía sentir un poco más seguro. Jotaro le desnudó con suavidad, le beso el pecho, los pezones, recorrió con delicadeza su cuerpo. Le preparó.-Jotaro...-suspiró -Es mi primera vez...
-No te preocupes seré, suave- Besó sus manos, su mejilla su boca.
Ah- gritó Kakyoin, luego de que Jotaro entrara en él, y si que dolía.Jotaro lo abrazo- ¿Te duele? Mejor lo dejamos aquí.
El pelirosa negó- Está bien, puedo aguantar. Muévete despacio por favor.
Jotaro empezó a embestir al más bajo, suavemente, con delicadeza, Noriaki gemia y grandes lágrimas salían de sus ojos.
-Eres tan gentil...ahmmm...-Se mordió el labio- Te amo, Jotaro.
El pelinegro besó sus ojos, quitando sus lágrimas. Empezó a moverse un poco más rápido pues sentía que así llegaría más rápido, con su mano sujetó el pene de Kakyoin mientras que con la otra sujetaba la espalda del más bajo para ponerlo sobre él.
- Ah...ah...Jotaro. No, me duele. No...-gimió- No..-Trató de alejar la mano de su novio que movía su pene de arriba a abajo, mientas chillaba de dolor al sentir como Kujo entraba cada vez más rápido en su interior. De pronto se escuchó un *plack*, el pelirosa quedó inmóvi, ¿Acaso se había lastimado allá abajo?. Jotaro quedó estático hasta que gimió de dolor.
-Ah...ah. -Jotaro tomó a Kakyoin de las caderas y rápidamente lo bajó.
El pelirosa fijo la vista en el pene de su novio el cual se encontraba flácido y lleno de sangre.
-Jotaro, Jotaro -murmuró asustado- ¿Qué pasó? ¿Por qué...por qué estás...
-Pasame un pañuelo, maldita sea- Le dijo, sin dudarlo el más bajo se lo pasa.
Kujo se apretó para tratar de parar la sangre.
-¿Qué pasó...Jotaro?...no entiendo- Noriaki estaba confundido, desnudo sobre la cama, no podía saber a ciencia cierta que había sucedido con su novio.
-Se me rompió el frenillo. No eres el único virgen aquí...sabes-gruñó.
El otro muchacho se quedó sin palabras, siempre creyó que su novio tendría más experiencia en este tema. Y al parecer ambos estaban en la misma bolsa, tan inexpertos, tan inocentes.
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JoJo's historias geis
Hayran KurguConjunto de One shots con ships homos de los Jojos :)