Podría contaros con pelos y señales cada segundo de aquel día, ese día que no quería que llegara jamás, el día en el que todos mis problemas resurgirían. O al menos eso era lo que mi estúpido y superpesimista cerebro quería que pensara.
El despertador me hizo salir de la cama a las 6:30. Yo misma lo había configurado así la noche anterior, necesitaba estar despejada antes de llegar al instituto. Bajé de mi casa y caminé unos minutos hasta llegar a Zocodover (que, para los que no seáis de aquí o no conozcáis Toledo, es la plaza principal de esta ciudad).
Entré en la primera y única cafetería que mis ojos verdosos pudieron ver entre la niebla. Era coqueta y estaba vacía, lo cual me encantaba, nunca había soportado los lugares abarrotados, prefería sin ninguna duda los pequeños rincones. Apreciaba el ambiente antiguo y silencioso de aquel lugar. Rápidamente un chico de pelo rubio y ojos claros me sonrió.
-Buenos días- dije sentándome en un taburete al lado de la barra - Me pones un café solo con hielo, por favor-
-¿De verdad?- me miró extrañado. -La verdad es que lo que menos pensé que desayunaría una chica guapa es un café solo.-
-Exacto, yo no estoy en la categoría de chicas guapas.- reí.
-Bueno, eso es discutible...- sonrió.
-Sea como sea... Eso me gusta- dijo mirándome directamente a los ojos mientras colocaba mi café sobre un plato.
Me quedé un poco cortada, bajé la mirada y me coloqué el pelo detrás de la oreja.
-Bonita mochila- continuó hablando él - ¿A que instituto vas?-
-Al San Andrés, voy a hacer 2º de Bachillerato- contesté.
-¡Yo también! Aunque he de reconocer que no me suena tu cara- rió tímidamente.
-No te preocupes, es normal, soy nueva- me negaba a decirle que ya había estado allí antes, eso era pasado y nadie más debía saberlo.
-Yo voy ahora para allá, tengo la moto ahí fuera, vente conmigo- sonrió dulcemente.
-No, tranquilo, iba a coger el autobús - dije, aunque prefiriera ir en moto. Me gustaba mucho montar en moto, solía montar con mi tío cuando era pequeña, pero mi madre nunca me dejó sacarme el carné.
-Anda tonta, vente, que no me cuesta nada llevarte- dijo quitándose el delantal y poniéndose un sencillo gorro negro.
-Bueno... Vale... Cóbrame- dije terminándome mi café.
-Te invito yo, no te preocupes- susurró posicionándose en frente de mí. Me hizo un gesto con la cabeza para que saliéramos a la calle. Una vez fuera señaló una moto de color negro y me entregó un casco de color blanco. Él subió primero, yo me senté detrás sin acercarme demasiado, metió la llave. Pero antes de arrancar me agarró de las manos empujándome a abrazarme a él.
-No quiero que te caigas- dijo riéndose.
Apoyé mi cabeza en su espalda. Él arrancó en dirección al instituto. Era un viaje bastante largo pero, supongo que por los nervios de estar abrazada a un chico que acababa de conocer, se me pasó volando.
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Barbie no siempre fue perfecta
Teen FictionRuth, una joven de apenas 17 años, decide volver a la ciudad de su infancia y enfrentarse a su pasado y a la gente que tanto daño la había hecho. ¿Se acordaran de ella? Especial agradecimiento a @VicLoo por esta portada tan bonita ¡Gracias! :D