Finalmente emociones

1: Cupones

A pasado algún tiempo que Fubuki y Saitama se conocieron, ella a estado intentando reclutarlo u convencerlo de que se una al grupo blizzard.

Como se está volviendo costumbre Fubuki llega a casa de los héroes molestando a Genos, por molestar a su sensei.

- Ventisca del infierno Fubuki- dijo Genos como cada vez que la ve.
- ¿Se encuentra Saitama?- pregunto ella tan refinada como siempre.

- Él no es parte de tu grupo Blizzard- le dijo él.

- Eh Fubuki vienes de nuevo a pasar tiempo con nosotros- dijo king quitándole atención a su juego.
- ¿Cómo diablos pudiste ganar si te estás distrayendo- dijo irritado Saitama.

Pronto se escucharon unos golpecitos en la puerta Genos fue a abrirla, eran Bang y Bomb.

- Esté es un lugar reducido ¿Por qué se siguen reuniendo aquí?- dijo Saitama rascando su cabeza.

- Estoy de acuerdo con él- dijo Fubuki sorprendiendo al mismo.
- Deberíamos reunirnos en nuestra sede, nuevo grupo Blizzard- dijo ella convencida se si.

- Ya te he dicho que yo no trabajo en grupo Fubuki- dijo Saitama intentando ganarle a toda costa a King.

- Lo lamento soñorita pero yo no soy un héroe- dijo Bomb.
- Eso puedo arreglarlo- dijo Fubuki con los ojos brillantes.

- Te desintegrare Ventisca del infierno Fubuki- dijo Genos como lo a dicho ya en varias ocasiones.

- ¡Genos no! aquí no, destruiras el edificio- dijo Saitama preocupado por su casa.

- No seas grosero con tu amiga- le dijo Bang y Bomb.
- Esta mujer no es mi amiga- recalcó él.

- Y tú, King que dices- le dijo Fubuki sentándose a su lado.

Mientras la joven se sentaba al lado de King hablando en un todo dulce pero viéndose sexy a la vez, la mayoría de los presentes se percató a excepción de Saitama que leía un manga.

Esa mayoría no podría negar jamás la gran belleza de la joven mujer, King estaba aterrado como rechazarla sin herirla o sin que ella lo hiriera.

- Fubuki eres muy amable pero trabajo solo, por percusión de los otros- dijo tratando de ocultar su pánico, es una mujer que impone incluso más presencia que él a los demás, pensó él.

- Tendrás tiempo para pensarlo mejor- dijo sonriente.
- Saitama y tú que...- antes de terminar su oración él hablo.

- Me niego- dijo poniéndose más serio.
- Te daré cupones de descuentos en todo lo que puedas imaginar y necesitar- dijo ella sonando adorable.

Todos seguian atentos a su conversación y cuál sería la respuesta de esté, incluso el propio Saitama puso en duda su criterio por los cupones.

- No sensei, no caiga en la tentación de esta mujer- suplicó Genos y este suspiro.