Finalmente emociones

2: Una moneda

Al día siguiente temprano Fubuki llamo a Saitama para empezar su trabajo.

- Saitama, que gusto verte- dijo con una sonrisa satisfecha.
- ¿Por qué tan temprano?- se quejó Saitama.

- Tengo que aprovechar está semana- dijo frescamente.
- Bien ¿y que tango que hacer?- pregunto Saitama mientras hurgaba su nariz.

- Por aquí todo se encuentra en calma así que pasado mañana nos vamos a fukushima- hablo Fubuki.

La cara de Saitama se retorcio, mas sabía que no podía poner queja a su nueva jefa, así que solo le preguntaría.

- ¿Por qué?- pregunto un tanto curioso.
- Justamente ahora se encuentran monstruos radioactivos por el accidente nuclear del dos mil once- dijo enseriando.

- Y porque no vamos ahora- dijo empezando a emocionarse el calvo.
- ¡¿Ahora?!-
- Sí vamos en tren- dijo extrañamente emocionado.

Saitama estaba esperando que hubiera un monstruo que le planteará un desafío, Fubuki pidió tiempo para que ambos fueran para empacar lo necesario.

Recién cuando Fubuki empezaba a empacar Lily apareció diciendo que Saitama ya se encontraba listo en su sala, y esta salió.

- ¿Ya estas listo?- pregunto ella.
- A si es, por lo visto tú aún no estás lista- dijo el acomodándose en el sofá.

Fubuki fue de nuevo a su habitación a empacar no quería hacer esperar a Saitama pensaba que con suerte lograría reclutarlo por completo.

Logró empacar su ropa en una sola maleta, sus vestidos, abrigos, zapatos, pijamas, ropa interior, maquillaje y su bolso de mano.

- Saitama lamento haberte hecho esperar, nos podemos ir- dijo mientras arrastraba su maleta.
- Sí vamos ¿necesitas ayuda?- pregunto Saitama mientras veía su gran maleta esperando que se negara.

- No, no hace falta- dijo ella pasando de largo.

Pestañas se encargó de llevarlos a la estación del tren, pronto este se fue ya que Fubuki les dijo trabajo para todos está semana.

Saitama y Fubuki entraron al tren que partiría en veinte minutos. Fubuki pago dos asientos en primera clase y Saitama no podía dejar de curiosear.

Fubuki lo veía con una discreta sonrisa pensando en que se veía como un niño calvo lo cual no mencionaria si quiere convenserlo por completo de quedarse en el grupo.

Saitama leía un manga en todo el camino mientras Fubuki leía un libro después de almorzar algo, Fubuki empezó a preguntar cosas banales a lo que Saitama respondía vagamente, una hora y media después llegaron a fukushima.

- Saitama podrías cuidar el equipaje, ya regresó- dijo ella llendose rápido sin darle tiempo a responder.

Saitama se quedo parado junto al equipaje distraído como de costumbre viendo a los transeúntes pasar.

- Oh una moneda- dijo Saitama agachandose para recoger la moneda de cinco yenes.

Pasaron unos minutos, Fubuki regreso y Saitama le tendió su equipaje.

- ¿Y mi bolso?- pregunto preocupada.
- ¿Qué bolso?- dijo él con cara confundida.

- No puedo creer que te hayan robado- dijo alterada.
- Estas segura que no te robaron en el tren- dijo Saitama rascando su cabeza.

- Maldita sea Saitama ahí tenía mi teléfono, dinero y tarjetas de crédito- dijo ella furiosa, asustando de cierta forma al calvo.

- Creo que sólo tengo para el hotel- dijo tratando de calmarse.

Tomo su equipaje un tanto molesta y Saitama fue de tras de ella teniendo pánico de preguntar que harían, pronto llegaron al frente del gran hotel.

- Solo podré pagar una habitación, tendremos que compartir- dijo ella y se dio la vuelta antes que se sonrojara.

- Yo podría ir a otra parte- ofreció Saitama con calma.
- No es necesario, entremos-

Ya cuando tenían la habitación subieron por el ascensor que los dejo en su piso, pronto se dirigieron a la puerta de su habitación y la puerta del frente se abrió repentinamente.

- Eh Fubuki que coincidencia- dijo Amai Mask
- Oh sí, nos vemos adiós- dijo entrando rápidamente a la habitación seguida de Saitama.

Ambos entraron a la habitación mientras Saitama empezaba a ponerse su ropa para dormir tranquilamente Fubuki no le prestaba atención así que decidió ir a tomar una ducha, un tiempo después tocaron la puerta.

- Fubuki ¿podemos hablar?- pregunto tras la puesta Amai.

Ya que Fubuki no se encontraba cerca Saitama se levantó a su pesar para abrir la puerta.

- Fubuki está ocupada ahora, la puedes buscar después si quieres- dijo Saitama despreocupado. -¿Tú eres?- pregunto Saitama un tanto molestó por haber sido interrumpido.

La lógica de Amai le hizo pensar que el calvo y Fubuki estaban saliendo y por eso este uso ese tono de voz y actitud.

- Amai, ¿qué ocurre?- dijo Fubuki mientras terminaba de secar su cabello.
- Podemos hablar... a solas- dijo él señalando su habitación.

Fubuki se disculpó con Saitama y salió Amai, este se apresuró a encender la televisión y acomodarse cuando estos se fueron. No sin antes preguntarse porque Fubuki se veía especialmente nerviosa.