Ferrari

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Mientras llegamos al colegio Lizy se encarga de poner el asiento de Garry en el maletero y taparlo.

En esta parte de la historia se preguntarán el motivo pero ya lo entenderán más adelante.

Aparco el coche en el lugar de siempre. Ya saben, esos lugares para los jugadores de fútbol, otro para las animadoras y of course, las populares.

- Estás lista para nuestra salida triunfal? Ya sabes, nunca bajes la cabeza. - Me dice Lizy sonriente.

- A sus ordenes señora.

Bajamos del coche aún con las gafas de sol y al entrar al colegio nos las sacamos... Todos nos están mirando y no puedo hacer nada más que levantar una ceja y poner cara de arrogancia. Ahí están los de primer año con la boca abierta y murmurando cosas, no falta las chicas que nos miran con cara de asco y celos, luego los otros que quedan embobados.

-Deja de mirarla, no tiene nada de bueno, eres mi novio!!! - Escuchamos como chilla una chica y le da un zape a su novio.

Miro a Lizy y nos aguantamos la risa hasta llegar al salón donde empezamos a reír.

- Ese zape debió doler, por cuál de nosotras crees que fue?

- Está vez te doy el crédito a ti Lizy, hoy no me arreglé como tú.

- Nunca te arreglas y aún así todo lo que te pongas te queda genial, hasta un saco de patatas te quedaría genial!

Nos sentamos cuando llegó el profesor y adivinen que, yo sé que lo presienten.

- Cómo estuvieron sus vacaciones, chicos... todos son caras conocidas así que saben que para pasar mi materia deben ponerse las pilas porque fácil no se los voy a dejar.

Lizy me pasa una nota por debajo de la mesa que dice: << Viejo calvo, cómo le aguantan sus hijos>>

-<<No seas grosera, igual a ti te va bien en clases, vieja presumida. Es el primer día de clases lo feo ya será después>>

Estaba por devolverle la nota a Lizy, cuando siento una mirada pero decido ignorarla, ya estoy acostumbradada a eso.

- Qué vemos aquí, un estudiante nuevo. Cuál es tú nombre? - Al escuchar las palabras del profesor me obligo a prestar atención al frente y ahora saber quién era la persona que me está mirando.

- Adam Grey. - habla el individuo de buen aspecto sin dejar de mirarme y no señores, yo no me dejo intimidar, así que le sostengo la mirada hasta que él lo aparta.

- Llega tarde, tome asiento, espero que no vuelva a suceder.- Es lo último que el profesor dice antes de comenzar a dar la clase y esa es la señal para dejar de prestar atención y dibujar o hacer algo hasta que toque receso.

La cafetería es otra cosa cliché, esta dividido por secciones que son las mismas que las del estacionamiento, yo me siento apartada junto con Lizy, Blake y Derek, estos últimos son jugadores de fútbol americano pero no son arrogantes ni vulgares por lo tanto son mis mejores amigos.

Les voy a poner al tanto de el asunto en la mesa, Blake está enamorado de Lizy desde hace un año, la genia es ciega o se hace pero debo decir que es uno de los chicos más guapos del colegio, luego está Derek, es gay pero sólo me lo contó a mí, está esperando el momento para salir del closet y si lo preguntan, si, también es uno de los chicos más guapos. Lo que causa que obviamente las chicas me miren mal y babeen por estos dos.

Un grupito de primer año se acerca y todos me miran a mi, ya sé lo que dirán.

- Antes de que pregunten... Sí, soy la hija de Sergio Ferrari y ya saben que es Ferrari y bla bla bla- le quito una manzana a uno de ellos y me lo como en frente de ellos.

- Sus dudas ya fueron aclaradas, pueden irse y dejarnos en paz o empiezo a cobrar por las majestuosidades que están viendo- habla Blake ahorrandonos las palabras.

Yo dije que no eran arrogantes? Ups.

Las Apariencias Engañan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora