SEPARADOS

DECISIÓN

Jimin miraba el edificio donde vivía Taehyung sin atreverse a entrar, estaba congelado en su automóvil. Taehyung estaba enojado con él y sabía que se pondría furioso. El día anterior había sido el cumpleaños de su amigo y lo había dejado plantado. Jimin jamás podría pasar una navidad o un año nuevo con Taehyung, lo mínimo que podía hacer era pasar sus cumpleaños juntos, pero le había fallado.

La noche anterior tenía todo planificado para estar con Taehyung, pero no contó con que Lili lo llamara, ella se había sentido mal y debió llevarla a emergencias.

Lo peor vino cuando el doctor les dijo que Lili había tenido una pérdida, había estado embarazada y había perdido al bebé.

Se había quedado a su lado, sosteniendo su mano y llorando juntos, pero por dentro se sentía una mierda. No deseaba haber perdido el bebé, pero no quería otro hijo.

Cuando tuvo a sus hijos no sabía que era gay, no lo había asumido, pero ahora si lo sabía. ¿Cómo podría traer otro hijo al mundo cuando sentía que su vida entera era una mentira?

Solo había tenido relaciones con su esposa una vez desde que estaba con Taehyung. Ella quería hacerlo y le dio vergüenza rechazarla, sintió culpa, mucha culpa. Hacía el amor con Taehyung cada vez que podían y a ella ni la tocaba.

Se había acostado con ella solo una vez en casi seis meses y había sido suficiente.

Ahora debía encarar a Taehyung, era estúpido, pero sentía como si le hubiera sido infiel a su amante. Y lo había sido, porque aunque Lili fuera su esposa, su corazón estaba con Taehyung.

Reunió el valor que necesitaba y salió del automóvil.

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Taehyung suspiró cansado, la noche anterior se había acostado tarde celebrando su cumpleaños con su familia y amigos. Con Jimin habían planeado verse temprano y luego su amigo se marcharía a su casa y él a la cena que le había preparado su hermana.

Pero Jimin no llegó.

Si no fuera por su hermana su cumpleaños habría sido un fiasco, lo había sido un poco, porque le había dolido su ausencia. No le había explicado el motivo por el que lo había plantado, solo le dijo que era una emergencia, pero le dolía, sabía que él siempre iba a estar al final de la lista de prioridades de Jimin. Lo sucedido el día anterior solo se lo había confirmado.

Había querido estar molesto, pero más que molesto estaba decepcionado.

Se había pasado el día pensando en ellos, en su relación, en su futuro, nunca antes pensó querer compartir su vida con alguien, envejecer con alguien, pero ahora lo quería, justo con quien no podía hacerlo.

Sabía que era su culpa, se culpaba de todas las veces que había buscado a Jimin, de todas las veces que debió haberse mantenido alejado pero no lo hizo. Debió hacerlo antes de que su relación se profundizara, ahora ya era tarde.

Cuando sonó su timbre supo que era Jimin, cuando abrió la puerta la cara de culpabilidad de su amante lo ablandó un poco, lo acercó a él para abrazarse y besarse.

-Lo siento cariño. -Le dijo Jimin realmente afligido.

-Lo sé. -Le dijo con una sonrisa tratando de aligerar el tenso ambiente-. Espero que por lo menos me trajeras un regalo.

-Claro que sí. -Le dijo levantando el brazo con un paquete de regalo.

Jimin le sonrió pero la alegría no llegó a sus ojos.

-¿Qué pasa?

-Nada, después hablamos, abre tu regalo. Algo iba mal, lo podía sentir.

-¿Tiene algo que ver con lo que pasó ayer?