CUÍDATE

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En los siguientes días Taehyung estaba de tan mal humor que hasta su jefe le llamó la atención, él nunca había sido de carácter dulce, pero ahora estaba insoportable. No ayudaba que no podía dormir en las noches, todavía luchaba por decidir si había hecho lo correcto al romper con Jimin. Su mente le gritaba que sí, pero su corazón lloraba diciéndole que no.

Finalmente su jefe lo obligó a tomarse una semana de descanso, tenía muchos días de vacaciones acumulados y según él si no se los tomaba iba a perderlos. Taehyung creía que el verdadero motivo era que no aguantaba más sus arrebatos.

Optó por irse a la playa, sus abuelos tenían una cabaña en la costa donde había pasado todos sus veranos cuando era niño. Ahora sus abuelos no viajaban tan seguido, pero su hermana pasaba allí el verano con su sobrino, a veces él se dejaba caer para estar con ellos, ni siquiera avisaba a su hermana, sabía que estaría feliz de tenerlo con ella.

Necesitaba alejarse, poner distancia con Jimin. Había evitado y rechazado todas sus llamadas hasta ahora, pero se moría por oír su voz, por hablar con él.

Condujo como un autómata por la carretera, cada kilómetro que se alejaba sentía que dejaba una parte de su corazón atrás. Su teléfono sonó de nuevo y el sonido del ringtone le dijo que era Jimin, rechazó la llamada y luego apagó el teléfono.

Su hermana había estado en lo correcto. Había estado enamorado de Jimin desde que tenía quince años, él era todo lo que siempre había querido y le pertenecía a Lilian. Nunca había sido suyo.

Aunque Jimin lo amara no había forma de que esta relación hubiera terminado bien. Estaba basada en una infidelidad, en mentiras y engaños.

Si pudiera volver atrás... No cambiaría nada.

Haber tenido a Jimin, haberlo amado, bien valía un corazón roto. Los preciosos recuerdos que guardaba con Jimin en sus brazos calentarían las solitarias noches que le esperaban.

Cuando llegó a la casa de la playa estaba como atontado, tenía la mente embotada de tanto pensar. Su hermana abrió la puerta sorprendida y Taehyung se arrojó en sus brazos con ganas de llorar.

—Taehyung... ¿Qué pasa bebé? ¿Estás bien?

«No, no estoy bien» Sentía que nunca volvería a estar bien de nuevo.

—Se terminó. Todo terminó. —Le dijo a su hermana.

—Taehyung...

—Solo necesito estar unos días aquí, no te molestaré... —Le dijo a punto de las lágrimas.

—Puedes quedarte todo lo que quieras. —Le dijo acariciando su mejilla y metiéndolo en la casa—. Vamos bebé, te haré un té.

Lo llevó a la cocina con ella y Taehyung le contó todo. Su hermana solo lo escuchó.

—Por favor no me digas "te lo dije"... —Le pidió con los ojos brillantes.

—No lo haré. Me alegra que estés aquí, así podré cuidarte y regalonearte hasta que estés bien.

—Otra vez.

—Otra vez... Y por el mismo tonto.

Aquella frase hizo que las lágrimas que estaba conteniendo cayeran.

Su hermana se acercó y lo abrazó. Aquí estaba veinte años después llorando en los brazos de su hermana de nuevo, por el mismo tonto. Su tonto. Eso solo probaba cuan idiota era.

Cuando se calmó, su hermana le secó la cara y le sonrió.

—¿Quieres acompañarme a comprar el pan? Hay una señora que hace un pan amasado increíble, tienes que probarlo.

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