Capitulo 12

22 3 3
                                    


¿Han visto esas películas de terror donde una chica es violada por su padre y justo en ese momento, llegan dos sujetos y matan despiadadamente al imbécil? ¿Sí? ¿No? Bueno, esto va a hacer algo parecido.

Entramos de lleno a la habitación, cerrando la puerta sin que este se dé cuenta. Lo que estamos presenciando es muy asqueroso, enserio. El tipo esta encima de ella, una de sus manos haciendo presión en la boca de la muchacha para que los gritos y quejidos de esta no despierte a la madre, su pene esta dentro de ella, ella se retuerce y vemos como las lagrimas salen de sus ojos.

Me acerco aun mas para verle la cara a la chica, pero creo que fue lo peor que pude haber hecho. Es ella. La chica del parque. La chica por la cual mis pensamientos andan a millón, por la cual me siento extraña. Esa chica, es violada por su padre. Eileen.

Una rabia se me instala en lo más profundo de mí ser. Tengo ganas de matarlo, acribillarlo, torturarlo y despellejar su cuerpo poco a poco para que sufra todo lo que ella está sufriendo en este momento. Por eso iba a la licorería, por eso quería ahogarse en el alcohol.

Estoy por acercarme y propinarle un sendo golpe en la cabeza al tipo, cuando Dev me detiene, lo miro confundida y me hace una seña de que espere un momento. Camina con sigilo hacia la otra parte del cuarto, enciende la luz, haciendo que el sujeto deje de hacer lo que está haciendo y suelte a la chica con asombro y pánico. Ambos nos miran, ella esta aterrada y le recorren lagrimas en sus ojos y el con sorpresa y pánico.

Me siento en la mesita de noche que está cerca de la cama y Dev se posiciona frente a él.

— ¿Con que violando a tu propia hija he? —Digo con desprecio y con muchas ganas de matarlo de una buena vez— Eso es algo muy imperdonable ¿sabes? —Muevo mi arma entre mis manos y la cargo nuevamente— Tu, con todo ese dinero, con todo tu poder, podrías pagarle a cualquier puta para que te de una mamada y te venda el coño, pero no, tenias que violar a tu propia hija para estar contento. —Dev le propina un golpe en el ojo derecho.

—Eres una basura, una escoria, no mereces vivir. —Le dice mi acompañante con desprecio, se siente asqueado al igual que yo.

— ¿Qué te parece si hacemos de su muerte una agonía? —Le pregunto a Dev, este asiente, lo agarra por la nuca y se lo lleva a rastras al auto. El tipo intenta soltarse y hacer ruido, así que me levanto de donde estoy y me arrodillo junto a él, coloco mi arma en su boca y sonrió.

—Si no te callas, juro que te matare aquí mismo, así que será mejor que colabores con nosotros y no hagas ni un solo ruido ¿ok? —Asiente asustado. Dev se lo lleva y yo me quedo un rato en el cuarto. Me acerco con cautela a la chica, la cual se encuentra tirada en la cama.

—No me hagas daño, por favor. —Me dice con miedo, acurrucada en la cama. Se me aprieta el corazón, maldita sea, lo matare pero antes lo torturare, lo juro.

—Eileen..., mírame, soy Leigh —Ella abre los ojos de golpe y me abraza—Tranquila, ese hombre no te hará daño nunca más, te lo prometo.

— ¿Lo vas a mataras? —Asiento lentamente acariciando su cabello.

—Así es, tengo que hacerlo. —La separo un poco de mi. Ella me mira con más lágrimas en sus ojos.

—Quiero morirme yo también, no quiero vivir así —Llora aun mas, se estruja el cabello, y me duele. Me siento mal por ella.

—No llores más, por favor. —Suplico, acariciando su mejilla y limpiando sus lágrimas— Esos hermosos ojos grises tienen que llorar de alegría, de felicidad, no de tristeza y de miedo.

—No es la primera vez —trata de limpiarse las lagrimas—, ya lo ha hecho varias veces, y siempre me amenaza. Me dice que si le digo algo a alguien, le hará lo mismo a mi hermana y yo no quiero eso, Leigh, me moriría si eso llegase a pasar.

—Tranquila ¿vale? El ya no le hará daño a ninguna de las dos. —Le digo, la acerco a mí para darle nuevamente un abrazo— Yo te voy a proteger, a ti y a tu hermana, te lo prometo.

—Gracias, de verdad— Me abraza con fuerza— Eres mi ángel guarda. —Joder, soy todo menos eso.

—Ya me tengo que ir —la separo de mi—, si me necesitas, ya tienes mi numero. —Le doy un pequeño beso en la frente— Recuérdalo siempre —asiente—, nos veremos pronto e iremos por muchos helados mas. —Me sonríe, le guiño un ojo y salgo de su habitación. Pobre chica, que horrible sufrimiento. Pero bueno, todo esto tiene su parte positiva, ya no tendrá que pasar por eso nuevamente, y la parte negativa, tanto ella como su hermana, se quedaran sin padre y su madre sin esposo, pobrecitas.

Salgo de la casa en dirección al auto, cuando entro, Diego arranca sin esperar que le digan. Giro mi vista hacia Dev, que me mira con curiosidad.

— ¿Qué pasa? —Le pregunto.

—Ya conocías a esa chica ¿verdad? —Asiento lentamente, miro hacia la calle y veo como todo pasa a gran velocidad.

—Así es, y me indigna verla así —Suspiro, me acerca a él y me abraza.

—Tranquila, ya verás que disfrutaras haciéndole sufrir. —Asiento, y sonrío con maldad. Que si no, ese hombre no sabe lo que le espera.

—Lo hare Dev, y mucho. —Me acurruco más en su pecho. No sé cuantos segundos ni minutos pasan, solo sé que cuando despierto, ya estamos en la casa abandonada que usamos para este tipo de cosas, nadie sabe de esta casa, solo nosotros. 

FACIES DE VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora