Capítulo 15

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-¿Qué piensas hacer? -Devon me miraba con curiosidad. Habíamos salido del sótano y ahora estábamos en la sala de estar. Mi plan era obtener todo lo que ese malnacido había conseguido con el dinero de mi padre y luego matarlo.

-Necesito la ayuda de un buen abogado. -Me siento en el sofá y él me copia. Siento su mirada en mi- ¿Qué pasa?

-¿Para que necesitas a un abogado en estos momentos? -Pregunta con evidente confusión. Mis labios se curvan en una sonrisa ladeada.

-Solo voy a recuperar lo que me pertenece querido. -Sonrió con malicia, cruzo una de mis piernas encima de la otra y lo miro directamente a los ojos- El me quito lo que más amaba en esta vida..., y ahora yo le quitare a él lo que consiguió todo este tiempo; perderá todo lo que construyo a fuerza de mentiras y engaños. Y al final, morirá como un perro.

-Bien, regreso en un rato. -Dijo, se levanto del sofá y, sin esperar una respuesta de mi parte, salió apresuradamente de la casa. Suspire y me dirigí a mi habitación.

No puedo creer que mi tío haya sido el responsable de toda la desgracia que ha pasado en mi vida. Siempre había estado con nosotros, compartiendo y haciendo bromas conmigo y con mi hermano, yo me llevaba muy bien con él. Mi padre siempre decía que si algo les llegase a pasar, a él o a mama, podríamos recurrir a su hermano, ya que era el único familiar que le quedaba. Que equivocado estaba, siempre tuvo al enemigo en casa y nunca se dio de cuenta del peligro que corría su familia. Lamentablemente mi padre ya no está, y creo que eso está bien porque estoy segura que si se enterase que su hermano lo traiciono, moriría de dolor.

La constante vibración de mi teléfono me hace salir de mis pensamientos. Saco el aparato de mi bolsillo y me fijo en el nombre que aparece en la pantalla. "Eileen".

- ¿Bueno? -Digo con cautela.

-¿Qué haces? -Su pregunta me hace fruncir el ceño.

-Estoy en mi casa ¿por qué?

-¿Estaría bien que vaya? -Su pregunta me hace confundir aun mas ¿Qué le pasa?

-Bueno, no sé porque... -No tengo ni la menor idea de que excusa decirle para que no venga a la casa. Me gustaría verla, pero no creo que sea el momento idóneo para que ella esté aquí-... Estoy algo cansada y creo que ya me iré a dormir. -Intento parecer segura de mis palabras.

-Bueno, no me importa. -Escucho como maldice por lo bajo y el sonido de un clapson a lo lejos- Ya casi llego, espérame afuera, tengo algo muy importante que decirte. -Y cuelga la llamada. Dios, que mujer tan rara. Me rio, dejo el teléfono en la mesita de noche y voy directo a
darme una ducha antes de que llegue.

10 minutos después, estoy envuelta en una toalla y con otra seco mi cabello. Salgo del baño y camino en dirección al armario en busca de algo cómodo que ponerme. No mentía cuando le dije que estaba cansada, mejor dicho, estoy agotada y tanto estresada por todo lo que está por venir. Me decido por un pijama de seda verde claro. Creo que es lo mas cómodo que tengo, lo demás son monos en tonos oscuros, camisas con, y sin, mangas, jeans ajustados y botas de combate. Estoy pensando en remodelar mi armario.

No pasa mucho tiempo para que mi teléfono vuelva a sonar. Ya sé quién es, así que no me molesto en mirar el nombre.

-Joder ¿me abres? -Pregunta con fastidio- Hace demasiado frio acá afuera. -Cuelga y yo salgo de mi habitación para ir y abrirle la puerta. Cuando abro, ella me mira, rueda los ojos y entra como alma que lleva el diablo. Va directamente hacia la sala de estar y se sienta en el sofá, intenta entrar en calor frotando ambas manos entre sí.

-¿Y? ¿Qué es eso tan importante que tienes que decirme? -Le pregunto mientras me siento a su lado. Ella me mira de reojo y suelta un gran suspiro.

-Bueno, descubrí la razón por la cual ese malnacido..., me violo tantas veces. -Aquello salió con amargura de su boca, frunzo el ceño con notable confusión- Veras..., en unos papeles que había en el cuarto de mi madre, encontré una carta... -Hace una pausa- En esta decía que yo no era hija de mi supuesto "padre", que mi verdadero progenitor era otro hombre. Según ella, mi verdadero padre estaba casado con otra mujer y que ya tenía formada su familia y que si él se enteraba de mi existencia las cosas acabarían muy mal y ella no quería eso. -Abrí mi boca para decirle algo, pero las palabras quedaron estancadas en el fondo de mi garganta. Ella respiro profundo y continuo con su relato. -Y mi verdadero padre es Oswaldo Hernandez..., tu padre.

-Eso..., es imposible..., tu y yo... -Mi cerebro trata de procesar toda la información que ha soltado la morena pero se me hace difícil hacerlo. Es algo que no puedo creer, es decir, si eso es cierto, entonces mi padre le fue infiel a mi madre ya estando casados porque Eileen es menor que yo por un año... Dios míos...

-Así es, somos hermanas. -Afirma ella, se tapa el rostro con las manos y suelta un leve sollozo. No sé qué hacer, esto es algo que verdaderamente no me esperaba. Ella siendo mi media hermana... eso algo increíble.

-¿Quieres saber lo que pienso de todo eso que me has dicho? -Asiente débilmente, me acerco más a ella, le alzo el mentón y le dedico una sonrisa, tratando de tranquilizarla- Si eso es cierto, quizás, ya no deba creer que estoy sumida en la total oscuridad. -Me mira con confusión- Tal vez mi padre, desde donde quiera que esté te envío para acompañarme en este duro proceso, para que dejara de sentirme sola y perdida en este mundo. —Le sonrío y ella me abraza con fuerza.

Estoy un poco confundida, pero feliz. Es una extraña sensación.

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2023 ⏰

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