Capitulo 7

37 5 0
                                    

-¿Estas segura de seguir con esto, Leigh? -Me pregunta Devon, como por octava vez en el día. Gruño frustrada.

-Si Dev, ya te dije que si... -El asiente con desánimo.

Tiene, desde que nos levantamos, diciendo que si estoy segura, que si no quiero dar marcha atrás, que es una locura y muchas preguntas mas.

En definitiva, no se cansa. Y la verdad, estoy que lo golpeo.

-Bueno, si es así -Resignado camina hacia la entrada de la gran y resguardada casa de su padre-, ven, te enseñaré mi lugar favorito de esta casa.

Sin esperar respuesta alguna de mi parte, me arrastra hacia adentro de la enorme casa.

Caminamos por un largo pasillo, casi igual al que lleva a la oficina de mi "jefe". Pero esta, en cambio, esta mas oscura. Paramos cuando llegamos a una puerta de madera color caoba. Devon la abre y me hace pasar primero.

Lo primero que ven mis ojos es un ring de boxeo. Es negro con las cuerdas rojas. Simplemente hermoso.

La habitación es enorme, pero esta separada por tres paredes de madera fina. Me acercó y veo que en la primera hay pesas, de todo tipo y tamaños. También varios guantes, vendas y otras cosas que no logro identificar.

En la segunda, hay cuchillos de todo tipo y tamaño. ¿Eso es un hacha? Pff, si lo es. Que locura. ¿Que se puede hacer con un hacha? En fin, me emocione un poco con esta parte.

Y en la ultima, armas. Armas de toda clase. Glock 9mm, zamorana, revólver, rifles, metralletas, de bolsillo, hasta unas mas grandes que otras. Simplemente hermosas.

Me acerco y agarro una glock blanca con negro. Una excelente combinación. Apunto hacia el blanco, aprieto él gatillo y disparo. Mi mano apenas y se mueve, es tan liviana que ni se siente.

Sonrío, ya que la sensación es satisfactoria. La adrenalina es algo demasiado increíble. Devon, a mi lado, sonríe satisfecho.

-No me habías dicho que sabías disparar. -Aun con una sonrisa, toma él arma de mi mano y la coloca donde estaba minutos atrás.

-No lo sabía. -Respondo con una sonrisa-. Solo lo hice y ya.

-Bueno -sonrió con malicia-, Empecemos con tu entrenamiento.

***

Después de estar 5 horas entrenando junto a Devon, ya se usar los cuchillos -aunque tengo que seguir practicando-. También me enseño a armar y desarmar un arma, limpiarla y dispararla. Fueron unas horas intensas, pero valieron la pena.

-Leigh, vendrá una amiga de mi padre a cambiarte él look. -El aviso de mi amigo, me saco de mis pensamientos. Frunzo él ceño.

-¿Cambio de look? -Asiente- ¿Para que o que?

Nunca en mi vida me he "cambiado él look". Siempre he tenido mi cabello rubio y largo. Y me gusta.

-Sí, un cambio de look, de estilo o como sea que llame esa pavada.

-Esta bien..., ¿y quien es esa amiga? -Pregunto con curiosidad.

-Ah, nadie importante. -Dice, restándole importancia-. Es solo una amiga de mi padre, ya te lo dije ¿no? -Asiento. En eso, tocan la puerta. Devon camina hacia ella y la abre.

Una mujer despampanante entra por la puerta. Esta tiene unos hermosos ojos grises, un bonito cabello negro azabache y un cuerpo de modelo de ropa interior. En pocas palabras, hermosa. Creo que tengo algo de envidia.

-Hola -se acerco hasta mi y me dio un beso en cada mejilla-, tu debes de ser Leigh ¿no?

Asiento: -Si... ¿Y usted es? -Pregunte con curiosidad.

-Oh, lo siento, no me presente -Sonríe cálidamente-. Mi nombre es Anais Tinoco.

(Anais Tinoco en multimedia).

FACIES DE VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora