𝘔𝘪𝘴 𝘭𝘭𝘢𝘷𝘦𝘴

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- ¿¡Por qué hiciste eso!? -lo empujé y le di una bofetada- ¡QUÉ ASCO, BRIAN! Hace un rato vomitaste...

No dijo nada. Miró por la ventana y luego me volvió a observar directo a los ojos. Su mirar era penetrante, revelaba la profundidad de sus pensamientos. ¿En qué estaba pensando Bryan May?

- Devuélveme el favor que me debes y... no le digas a Roger, ¿sí? -se notaba algo confundido y parecía apenado. Sus ojos, nublados por la confusión, reflejaban una mezcla de súplica y pesar.

Yo estaba confundida, creo que asentí con la cabeza, pero aún así me enojó lo que hizo. ¿Por qué me besó?

La incertidumbre flotaba en el aire. La pregunta resonaba en mi mente, buscando respuestas en los fragmentos de todo lo ocurrido. Me pregunto si aquel beso fue impulsado por la embriaguez, si las copas de licor actuaron como un catalizador de emociones ocultas o simplemente fue un gesto efímero en medio de la euforia del momento.

De ahí en adelante, el camino para llegar a casa se torno incómodo. No cruzamos palabras en ningún momento. Hubo un momento en el que Brian estuvo dormido, yo lo observaba, pero creo que sintió mi mirada y despertó; nos miramos y rápidamente ambos miramos hacia el frente. No fue incómodo, FUE INCOMODÍSIMO.

Sigo sin encontrarle motivo al beso de Brian, tampoco entiendo por qué después de eso se puso raro. Tal vez podría ser por esas copas de más que bebió Don cara de perro.

     [...]

- Llegamos -indiqué.

- ¡AL FIN! -exclamó exasperado. Ambos bajamos del vehículo.

- Cállate, Brian. Por lo menos yo no canté un concierto en el auto.

- Sí, sí, como sea... igual cantas feo. -sonaba al Brian normal. Daba la impresión de que todo se le había pasado. Lo miré mal y golpeé su hombro. 

Aunque actuábamos normal, todavía se sentía algo de presión en el ambiente.

- ¡Oye! Ya me duele mucho el brazo, solo me pegan en este... -dijo con tono delicado, a diferencia de lo que era su voz. Parecía un niño pequeño.

Reí. Él estaba atento a mi risa.

- ¿Qué? ¿Por qué me miras? -pregunté. Nuevamente sentí que aquella aura extraña me envolvía, generando un nerviosismo palpable.

- No, por nada. Es que tienes algo en la camisa. -apuntaba con su dedo a mi pecho.

- A ver... -en realidad, no era nada. Brian solo quería burlarse de mí y cuando bajé mi cabeza para mirar, él me pegó en la nariz- Auch... -me quejé. Brian se reía.

Todo alrededor nuestro estaba oscuro: pocas casa tenían luces encendidas, tal vez unas dos o tres. Mi casa queda enfrente de la de Brian y ambas están totalmente a oscuras.

- ¿¡ BRIAN, QUÉ HORA ES !? -pregunté con preocupación.

- Casi las 2:00 de la mañana. -angustiada por escuchar eso, comencé a revisar los bolsillos de mi pantalón. Ay no... mierda. Esto no podía estar pasando.

- Brian... -dije presurosamente ante lo consternada que estaba. 

- ¿Sí? -asintió con su cabeza.

- ¿Acaso tú tienes mis llaves? Porque si es así, TE JURO QUE TE PARTO EN DOS y no es chiste. No me gusta que hagas este tipo de bromas tontas, escondiéndome mis cosas. No es divertido. -extendí mi mano abierta, indicando con eso que pusiera las llaves en mi mano.

- No las tengo, _______ -retrocedió. Yo me acerque más a él apuntándolo con el dedo

-  Saca todo lo de tus bolsillos. AHORA. -expresé furiosa.

- Tranquila, _______... -Brian metió su mano en sus bolsillos, uno por uno revisó cautelosamente. Sacó todo lo que tenía, los vació y lo puso en mis manos.- ¡Ya ves! No tengo nada.

En sus pertenencias se encontraban diferentes cosas; por ejemplo, tenía un clip, su billetera, un par de dólares, un encendedor, las llaves de su casa, una púa de guitarra y un preservativo.

- ¿Un condón? ¿ES EN SERIO? ¿UN CONDÓN? -dije ante lo visto.

- Solo es por si acaso... ya sabes... 

- Qué asco, Brian. -le entregué todo e inmediatamente lo guardó de nuevo en sus bolsillos. Seguía preocupada por mis llaves, sin saber cómo ingresar a casa.- ¡No sé como voy a entrar! -expresé angustiada.

- No seas llorona. Revisa el auto, tal vez se te pudieron haber caído o las dejaste por ahí. -indicó con desdén.

Entré al auto, tenía ambas rodillas en el asiento y buscaba del otro lado, me incliné un poco para poder revisar bajo los asientos, Brian estaba detrás de mí, observando.

- ¡BRIAN! -grité al sentir había rozado con mi muslo

- ¡UY! Yo... yo lo siento... -rápidamente se alejó caminando hacia atrás, tomando una distancia considerable de mí. Bajé del vehículo, me acerqué a él y lo abofeteé con indignación- No es mi culpa... ¡Deja de insinuarte!

La tensión flotaba en el aire, mientras ambos procesábamos el incómodo episodio que acababa de ocurrir. Sus disculpas resonaban, pero la sensación de incomodidad persistía, marcando un momento incierto entre nosotros.

Se cruzó de brazos y miró hacia el piso. Estaba un poco sonrojado.

- ¿Qué? ¿Insinuarme yo? ¡De qué hablas! Solo estaba buscando debajo de los asientos.

- Pero... es que te pusiste como en... -decía entre dientes.

- Ok... tienes razón, la posición no fue la adecuada. ¡PERO NO DEBERÍAS ESTAR ATRÁS MÍO!

La expresión de Brian cambió a una mezcla de sorpresa y arrepentimiento. La tensión entre nosotros se intensificó, y en ese momento, las palabras quedaron suspendidas en el aire, dejando un rastro de incomodidad en la conversación.

- De seguro dejaste tus llaves en la casa de Roger. -indicó cambiando el tema.

- Puede ser... -respondí, aceptando la posibilidad mientras evitaba su mirada. La mención de Roger parecía desviar la atención del incómodo incidente.

Ambos miramos hacia otro lado.

- Si no te abren la puerta, puedes dormir en mi casa. Solo si quieres... 






¡WOW! He actualizado en menos de una semana.

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Besitos 💋




(EDITADO)

𝐶ℎ𝑖𝑐𝑎 𝐵𝑜𝑛𝑖𝑡𝑎 ⁎⁺˳ || Brian May y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora