𝐶ℎ𝑖𝑐𝑎 𝐵𝑜𝑛𝑖𝑡𝑎 ⁎⁺˳ || Brian May y tú

¿𝘊𝘦𝘭𝘰𝘴𝘰?

Roger Taylor, ¿por qué besas tan increíble? Desde ahora consideraré este beso como el mejor que he recibido en toda mi vida. El beso soñado fue como un suave susurro de la brisa en una noche estrellada. Cerré los ojos anticipando el contacto, y cuando tus labios finalmente se encontraron con los míos, sentí una mezcla única de mariposas en el estómago y un cálido resplandor que se extendió por todo mi cuerpo.

Era como si el tiempo se hubiera detenido, y solo existíamos tú y yo, inmersos en la magia de ese momento. Tus labios eran suaves, cálidos y dulces. Cada beso era como una melodía suave que resonaba en mi interior, despertando emociones que nunca antes había experimentado; el solo tenerte cerca hace que me derrita de emoción y ahora, para mí, haberte besado significa algo nuevo. 

¿Está bien que me ilusione así? Después de todo solo es un simple beso, ¿o no...?

- Roger... 

- No digas nada, escúchame primero. ______,  me gustas. -dijo algo nervioso.

- ¿WTF?

Sí, eso dije. Quedé estupefacta.

- Tal vez no nos conozcamos lo suficiente, pero siento que realmente me gustas y en verdad quiero estar contigo. No pude resistirlo, tenía que besarte, tenía que demostrar que realmente me atraes, no se me ocurrió otra idea... -puse mi dedo en sus labios indicando que se callara.

- Tú también me gustas mucho, Roger -sonrió de una manera en la que nunca lo he visto antes, (lo sé porque llevo tiempo observándolo). Roger agachó su cabeza y miró hacia el piso. Yo tomé su barbilla para alzar su rostro y nos miramos directo a los ojos. 

Fue especial.

Nunca imaginé que Roger Taylor sintiera algo por mí e incluso desde hace tiempo. Es algo mágico que por fin uno de mis más grandes sueños fuera una realidad ¡LE GUSTO A ROGER! ¡A ROGER TAYLOR! La niña dentro de mí solo quiere brincar y cantar. Esta es una sensación incomparable con ninguna otra.

- Chicos... ¿Qué hacían? -Brian estaba allí, cerca de la puerta que daba a cocina. No habíamos notado su presencia. Roger y yo nos separamos inmediatamente al escuchar su voz, fingimos que nada pasó.

Brian caminó hacia nosotros.

- Nada... -dije mientras se acercaba.

- ¿Segura? Porque me pareció haber visto que los dos se besuqueaban -dijo algo enajenado.

- ¿Algún problema con eso? -preguntó Roger. Su actitud inmediatamente cambió de un momento a otro.

- No, Roger... solo digo... -contestó

- ¿Para qué nos buscabas? -pregunté a Brian. Su mirada parecía confusa. Me miraba como si estuviera decepcionado de mí, como si esperara algo más.

- Ahh, este... eso ¿Qué era? ¡Sí! Es que quería hacer un brindis... 

- ¿Un brindis? -contestamos Roger y yo al unísono.

- Sí, un brindis...  -dijo Brian. Sonaba poco convencional, de cualquier forma, él solo estaba allí para interrumpirnos

- ¿Por qué? -pregunté

- Por... ¿nuestra amistad? -sonrió a su respuesta.

- ¿Quién dijo que somos amigos? 

- ¿¡POR QUÉ SIEMPRE SE LA PASAN PELEANDO!? Los invité a mi fiesta para que disfruten un rato, para que se diviertan no para que se griten. -intervino algo eufórico Roger.

- ¿Seguro, Roger? ¿Solo la invitaste por eso a ella? -mencionó Brian. Aquello me puso en duda. ¿A qué se refería Brian?

- Yo no peleo. -dije. Me paré en medio de ellos al notar la tensión del ambiente. Seguía confundida.

- Es ella quién comienza.

     [...]

Fuimos a la sala de estar, nos sentamos y jugamos póker un rato. Cada uno tenía una botella en la mano.

Roger se había sentado junto a mi.

- No entiendo, ¿por qué no se llevan bien? -preguntó Roger

- Que te lo explique la loca. -contestó al instante Brian.

- Imbécil. -salpiqué cerveza en su cara, él rio- Es que simplemente no me agradas, Brian. NO ME AGRADAS, incluso te lo puedo decir en francés: Je ne vous aime pas, Brian.

- ¿Tú desde cuando hablas en francés? -dijo entre risas.

- Mi apellido es French. -señalé de manera irónica.

- JA JA muy graciosa -nótese el sarcasmo de Brian.

- ¡COMENZARON A PELEAR! -interrumpió Roger.

- ¡Es ella!

- ¡Es él!

-¡Ya basta! Dejen de pelear. Cálmense y tomen una cerveza helada ¿si? -nuevamente intervino Roger.

- No es así de fácil, Roger. -expliqué- Es que no entiendes. Brian ha arruinado mi vida desde que lo conozco.

- ¡Uy sí! Créele todo lo que dice. -aclaró Brian- ¡En verdad exageras, _____! Di lo que quieras, pero no le creas, Roger. Ella lo dice porque está enamorada de mí.

- ¡YA ME TIENES HARTA! ¿NO PUEDES CALLARTE POR UN MOMENTO? ¡DICES PURAS ESTUPIDECES! Brian, tú y yo jamás estaríamos juntos ni en años. Prepárate café, sírvelo y tómalo para ver si así se te quita el sueño de ser el amor de mi vida 

- ¿En verdad te gusta Brian? -me preguntó Roger.

- ¿NO ENTIENDES? ¡QUÉ NO! -grité con frustración, dejando escapar toda la tensión acumulada. Me sentí un poco mal por dirigirme de esa manera a Roger.

- Ella me ama. -insistió Brian.

- NO. -aclaré de nuevo.

- _______, -Roger tomó mi manos y me miró a los ojos- en serio me gustas mucho, pero si te gusta Brian está bien, no tengo problemas con eso... -en sus ojos se notaba que se sentía mal aunque lo intentara ocultar.

- ¿QUÉ? -Brian estaba confundido, la expresión de su cara daba mostrar que estaba... ¿celoso?- ¿Cómo te puede gustar ______? Esa cosa fea ni sentimientos tiene -dijo mientras me apuntaba con el dedo.

- ¡YA CÁLLATE! -golpeé su brazo. De inmediato, paró la música. La gente alrededor nos quedó mirando de forma rara e hizo que me sintiera extraña. ¡Que vergüenza!

Brian se paró del sofá en donde estábamos sentados, parecía molesto. Solo se alejo sin decir ni una palabra más.

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(EDITADO)