Criminal [Hopemin]

Capítulo 16: Dolido

Llamó a la puerta y fue a abrirle algo apresurado.

-Ponte cómodo –dijo Yoongi dejándolo solo mientras se metía en la casa.

Jungkook no pudo ni saludar. Se quitó los zapatos y entró en la casa tranquilamente mientras observaba cómo era. Había muchas cajas y no había a penas decoración. Las paredes eran blancas y el suelo de madera gris. Se adentró escuchando de dónde provenía el ruido hasta que llegó a la cocina. Tenía un buen tamaño, no era gigante ni enana. Le hizo gracia ver al mayor con el ordenador en la mesa siguiendo un tutorial en youtube sobre cómo cocinar Jjigae. La cocina estaba bastante descolocada por lo desastroso que parecía ser cocinando.

-¿Te ayudo?

-No, pero no hables que me pierdo –dijo Yoongi mirando la pantalla mientras removía la sopa.

-Vale, vale...

Jungkook se sentó en una silla y estuvo observándolo con atención. Dudaba un poco de que aquello pudiera llegar a ser comestible, pero se estaba esforzando, así que le daría una oportunidad y lo probaría.

Un rato después, cuando el vídeo terminó. Yoongi miró su jjigae, no parecía igual que el que había comido, pero no tenía un color desagradable.

-Deberías probarlo.

-Sí, sí... No le puse sal. ¿Lleva? Eso no me lo dijeron.

-Todo lleva sal.

Yoongi ladeó la cabeza y le echó un poco de sal, luego lo probó y casi se quema la lengua.

-¿Qué tal?

-Caliente, y soso –dijo el mayor.

Le puso más sal, bastante, y lo volvió a probar. Por su cara, el policía dedujo que no iba a estar bueno.

-Salado.

Jungkook dejó escapar una risa y se acercó a donde él estaba.

-¿Puedo probarlo?

Yoongi asintió y luego miró lo que él hacía. Primero lo probó y luego le echó agua a la comida.

-Ala, ahora va a ser todo caldo –se quejó Yoongi viendo como sus medidas casi perfectamente desastrosas, se iban a la mierda.

-Así está menos salado –explicó el menor. Escurrió un poco el agua y le volvió a echar un poco más. Lo probó y estaba bastante mejor.

-¿Mm?

-Ahora no está tan horrible, así se arregla si te pasas la próxima vez.

-¿Seguro? –Yoongi se acercó a probarlo.

-Está comestible, cenemos...

Pusieron la mesa entre los dos y se sentaron a cenar el uno al lado del otro.

Comenzó todo en silencio, la comida no era la mejor del mundo, pero estaban haciendo el esfuerzo.

-¿Por qué querías que viniera? ¿Por hacerme la cena? La próxima te enseño yo... o hago la cena...

-No, es que quería enseñarte cómo estoy cambiando mi vida por tu culpa.

-¿Por mi culpa? ¿O gracias a mí?

-Las dos cosas –dijo Yoongi dejando escapar una sonrisa.

Jungkook pocas veces le había visto sonreír, pero sin duda perdía casi todos los aspectos malignos que tenía. Su sonrisa, en cierto modo, era adorable.

-¿Y bien? ¿Qué cosas sientes?

-Pues realmente es más cómodo vivir con mis padres, pero me siento orgulloso de que no estés escupiendo la primera cosa que he cocinado en mi vida... Quería compartir este momento contigo y enseñarte mi casa... Que no la has visto entera, pero luego te la enseño.