Capítulo 4: Encontrado

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Jimin se había convertido en una persona totalmente desconocida para sí mismo. Iba de sitio en sitio robando, cosa en lo que se había vuelto un experto. La vida de carretera sobre una moto atracando gasolineras y tienduchas de barrio se había convertido en su día a día. Ya ni si quiera llevaba el pelo rubio aquel, se lo había puesto gris del todo. A veces robaban ropa, otras dinero, comida... Cualquier cosa.

Inesperadamente para Hoseok la vida había cambiado también. Tenía un compañero que había transformado su vida por completo para vivir junto a él. Se entendían, diseñaban robos más sofisticados juntos. Jimin sabía más cosas que él en lo que a los negocios se refería, y él sabía más de las cosas de la calle. Eran el combo perfecto, y no solo en ese aspecto.

¿Novios? Ninguno lo había dicho nunca, pero prácticamente esa era la relación que tenían.

Estaban en una tienda de ropa, de las que solía frecuentar Jimin en su anterior vida. Ropas caras, de marca. En aquella zona de la ciudad nunca había estado por lo que no le conocía nadie. A pesar de salir en las noticias y que estuviera en búsqueda y captura, no les ponían cara todavía.

-¿Jimin?

El chico del pelo gris, que estaba observando ropa, se giró alarmado. Conocía aquella voz.

-¿Qué haces...? ¿Dónde coño...? ¿Pero...? ¿Dónde coño estabas? –preguntó Yoongi con la cara desencajada.

-Te estás confundiendo –dijo Jimin como si aquello fuera a colar.

-¿Piensas que soy gilipollas? ¿Dónde te has metido? –preguntó acercándose a él sin alzar la voz porque estaban en un lugar público.

-A ti que te importa. Déjame en paz.

Intentó largarse, pero el mayor lo agarró del brazo para que no se moviera de allí.

-Va a ser muy divertido llevarte con tus padres y que pagues por desaparecer todo este tiempo. Vamos a casa, cariño –dijo Yoongi.

-Cariño...

-Vamos.

-Suéltame, cariño, si no quieres que llame a seguridad –dijo Jimin y soltó su propio brazo.

-¿Vas a llamar? ¿Y qué vas a decir? Que dejaste a tu prometido tirado después de que un macarra le diera una paliza y desapareciste por tres meses... ¿Eso dirás?

-Que me dejes tranquilo. Ni soy tu cariño, ni soy tu prometido, ni nada.

-Sí que lo eres. No recuerdo que hayamos roto. Vamos a casa y deja de hacer el idiota –dijo Yoongi.

-Ah cierto. Hemos terminado, para siempre, así que desaparece de mi vida –dijo el del pelo gris.

Hoseok se dio cuenta en ese momento de que Yoongi estaba allí y se acercó preocupado de que les pillaran, ya no les importaba robar, tan solo salir de allí cuanto antes.

-Apártate de él si no quieres otra paliza como la de aquella noche –dijo Hoseok y agarró la mano de Jimin.

Aquello también pilló desprevenido a Yoongi. ¿Ahora su prometido estaba liado con un macarra?

-¡Seguridad! –gritó Yoongi y les dedicó una sonrisa.

La gente de la tienda les miró enseguida y trataron de escapar, pero ya había demasiada gente mirando.

-¿Algún problema, caballero? –preguntó el señor de seguridad a los tres.

-Sí. Hace tres meses se emitió una denuncia por desaparición de un chico. Lo acabo de encontrar. Llamen a la policía, está secuestrado por este otro chico.

Criminal [Hopemin]Where stories live. Discover now