Lo cierto era que no se sentía la mejor persona del mundo. Pasar las Navidades lejos de la persona que quería era horrible, pero pasarlo entre las familias de ambos seguramente era peor que un martirio y acabarían hablando de la dichosa boda y de las dichosas empresas.
Estaba en el coche esperando a Yoongi que al parecer tenía que parar en una cafetería a por un café porque no lo recordó antes de salir. Era de noche y no se quería dormir en la carretera.
Estaba mirando el móvil, había hablado con Hoseok sobre no estar juntos esos días y el mayor parecía animarle, pero no estaba seguro de si aquello era verdad, seguramente él se sentía igual de triste.
Se abrió la puerta del coche y no le miró, siguió mirando el teléfono para ver si su chico le escribía mientras seguía perdido en aquellos pensamientos.
-Yoongi podías haber traído dos, que te tengo que dar conversación para que no te duermas –comentó mirando de reojo que solo había un café.
Empezó a sonar la música y el coche arrancó pero no hubo respuesta.
-Ash... Beberé de tuyo –se quejó. La queja era más bien porque su novio no le respondía los mensajes, pero tenía que soltarla de alguna forma.
Dejó caer el teléfono sobre sus piernas y alzó la mirada para encontrarse con Yoongi, pero no era él, había otro hombre conduciendo el coche. Era una persona con un gorro y una máscara que cubría casi toda su cara. Se asustó sobresaltándose, pero el tipo le miró y el corazón de Jimin se aceleró por completo, conocía esa mirada.
-¡Hoseok! –gritó siendo la persona más feliz de la existencia del planeta.
Se acercó a quitarle la máscara para poder llenarle la cara de besos aunque no pudiera besarle los labios porque iba conduciendo.
-Hoseok... ¿Qué haces aquí? –preguntó contentísimo abrazado a él.
-Nos vamos a pasar la Navidad juntos...
-Maldito Yoongi, y tú lo sabías, por qué me hacéis esto –dijo sonriente.
-Porque era una sorpresa, tonto... No sabes las ganas que tengo de parar el coche besarte, pero no puedo.
-Qué guapo estás... qué guapo eres... No sabes cuánto te echaba de menos...
-Y yo a ti...
-Eres el hombre más guapo del mundo –dijo sonriendo como un imbécil y volvió a darle besos por donde le cayera bien apoyar sus labios.
-Tú eres precioso...
Estuvieron todo el camino diciéndose cosas bonitas, hablando de cómo estaban, de las fotos y la carta, de las cosas que echaban de menos... de Yoongi también hablaron. Los dos tenían que reconocer que ciertamente él había cambiado, y Jimin se quedó un poco triste, no sabía si Yoongi iba a pasar las fiestas solo, pero le había empezado a coger cariño.
Cuando llegaron y el coche se paró, lo primero que hicieron fue besarse, besarse mucho rato, abrazarse. El coche era lo más incómodo del mundo, pero les daba igual, ellos estaban felices.
-Vamos a entrar...
-Ahora entiendo por qué Yoongi estaba empeñado en que yo hiciera la reserva... y por qué no quería ir a un hotel.
-Oye qué es eso de irte a un hotel con otro.
-Eish... estoy viviendo con él, es mi compañero de piso –dijo el rubio.
-Venga anda, vamos.
La reserva estaba hecha a nombre de Jimin, habían cogido un apartamento para pasar tres días y dos noches. Hoseok se puso la máscara para no ser reconocido y además estuvo esperando fuera. Luego caminaron juntos al apartamento y cuando entraron volvieron a besarse. Era tarde, las 12, y no habían cenado.
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Criminal [Hopemin]
RandomJimin y Yoongi son hijos de unos empresarios millionarios, y están comprometidos por intereses familiares, pero Jimin está cansado de la vida que lleva. Una noche el destino pone en su camino a Hoseok, un chico misterioso y con una vida poco recomen...