Las cosas pasaron como estaban planeadas en cierto modo, ante los ojos del mundo el caso se resumía en: unos empresarios sobornan a un jefe de policía, ellos dimiten arrepentidos y el policía es expulsado del cuerpo.
El resto de cosas que sabían, no las sacaron a la luz, pues tampoco era necesario, habían conseguido justamente lo que querían. Sus padres no les querían volver a ver, ellos tenían dinero suficiente para vivir así que no podían quejarse demasiado, cortaron toda relación con sus hijos.
-¡Nos falta uno! –dijo Jimin.
-Que tardón –se quejó Yoongi.
-¿Qué dices de mí? –preguntó Jungkook entrando por la puerta.
Habían quedado para celebrarlo todos juntos.
-Bueeeeno... qué guapo el subinspector –dijo el del pelo gris mirando al menor.
-Él solo nos ayudó porque quería el puesto –dijo Hoseok bromeando.
-No compensa ayudaros con los dolores de cabeza –dijo Jungkook sentándose en el hueco que quedaba libre, al lado de Yoongi.
-Por el ascenso de Jungkook –dijo Jimin.
-Por nosotros –dijo el policía sonriendo.
Ellos brindaron y bebieron.
-¿Qué vais a hacer ahora?
-Darnos los regalos de Navidad –dijo Hoseok.
-Buen plan –dijo Yoongi.
-¡Ah! Yoongi, lo siento, nuestra relación debe terminar, has sido un buen novio estas últimas semanas pero me gustaba el mío...
-Vaya, otra vez soltero.
-Ya sois dos –dijo Hoseok.
-Ya guardé mis cosas, esta tarde termino de llevar las cosas a mi casa... Que ganas de volver...
-Ya dormiste anoche allí –dijo Yoongi.
-No, dormir no durmió mucho –dijo Hoseok ladeando la cabeza.
-Eish... que innecesario –se quejó el mayor.
Jungkook dejó escapar una risa, ahora se llevaban todos bien.
Cuando terminaron de comer Yoongi les propuso hacer un Karaoke en su casa. Aceptaron... y cantaron, bailaron, saltaron... Estaban contentos.
-¡Bueno! Va siendo hora de llevarme mis cosas a mi casa –dijo Jimin cuando se pasó un poco toda la locura.
-Sí... deberíamos irnos ya –dijo Hoseok y ellos se levantaron.
Todos se pusieron en pie. Jungkook no sabía si irse o quedarse, pero le quedaba poco tiempo para decidir.
-Gracias por todo lo que has hecho estos días Yoongi, nos seguiremos viendo –dijo Jimin sonriéndole y le dio un abrazo.
-Gracias por cuidarle –dijo Hoseok, pero no le dio un abrazo, seguía siendo violento.
-No es nada –dijo el policía sonriente y fueron a la puerta.
Tras despedirse y cerrar la puerta, Yoongi y Jungkook se miraron.
-Creo que yo también debería irme...
-Yo creo que tenemos cosas que hablar.
-¿Ah sí? ¿Te pasa algo? –preguntó el menor.
-¿Damos una vuelta?
-¿Ahora?
-Sí, es buena hora –dijo Yoongi. Era poco más tarde de las seis, aunque ya era de noche.
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Criminal [Hopemin]
RandomJimin y Yoongi son hijos de unos empresarios millionarios, y están comprometidos por intereses familiares, pero Jimin está cansado de la vida que lleva. Una noche el destino pone en su camino a Hoseok, un chico misterioso y con una vida poco recomen...