20. La chica del sueño.

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Madeline solo pudo sonrojarse con aquella acción de su ex amiga Ágatha. La gente reía al ver las fotos de Madeline ebria besando y lamiendo el torso de dos hombres.

Madison miró a su chica con una mirada tranquilizadora, pero Lesslie miró su teléfono y la rabia le consumió. Tanto así como había consumido al alcohol. Volvió a tomar el micrófono y llamó la atención de todos nuevamente.

—Aquí tenemos un gran ejemplo de la clase de amistad que lleva Ágatha o cualquiera de las integrantes de las Cute babies —Lesslie apuntó hacía el grupo nombrado—. Que vergüenza dan, ¿realmente eres capaz de hacerle esto a quién un día fue tu amiga? —la rubia tomó la mano de Madeline y Madison al mismo tiempo—. Déjame decirte que nosotras jamás nos haríamos eso, por algo nos llamamos chicas diamantes, porque no solo somos unas bebés lindas, somos más que eso.

La multitud comenzó a aplaudir, por primera vez la rubia había hablado algo tan hermoso frente a tantos. Por otro lado las Cute babies estaban sonrojadas, lo único que pudieron hacer fué irse a otro lado de la mansión y seguir con lo suyo.

—¡Que siga la fiesta! —gritó Madison poniendo el volumen de los parlantes aún más fuerte.

Madison recogió su corto cabello e hizo una coleta, tomó la mano de su ahora novia, y le aviso a Lesslie que se iría con Madeline a su cuarto.

La chica rubia solo asintió, pensó en Lindsey y en Alexander, ¿dónde estarían esos dos? Pasaron unos segundos y también pensó en Antony

¿Dónde podría estar ese cabrón?

Los celos la consumieron en un segundo, ¿qué tal si Alexander estaba bailando o bebiendo con otra chica? Pero aún así fué por Lindsey, quizá con quién estaría acostada esa chica. Primero se dirigió a la entrada de la casa, salió al patio el cual estaba empapado por la lluvia, habían chicos jugando en la piscina pero no vió a su amiga, buscó en todo el primer piso, solo le faltaba la cocina, cuando estaba pasando frente a unos chicos, uno de ellos derramó vodka black en su peto, dejando una gran mancha, el chico solo se disculpó y ella solo asintió.

Subió las escaleras y se encontró con Alexander—. Hola cariño, ¿ya has dado la noticia?

—¿Dónde estabas? —dice la rubia levantando una de sus cejas.

—Estaba en tu cuarto tomando una siesta, pero me han dado ganas de beber algo, ¿Quieres que te lleve algo para que bebamos en tu cuarto?

—Está bien, déjame ver a Lindsey primero, quizá tarde un poco, estoy segura que esa perra está mamando.

Lesslie se dirigió al cuarto de Lindsey y Alexander bajó las escaleras.

El chico de ojos verdes, se dirigió a la cocina y se preparó una cerveza, para la rubia llevó una botella de vodka que ella tanto amaba. Dejó su vaso por unos segundos en la mesa para ir por unos hielos.

En aquel corto tiempo, Antony había agregado droga a aquel vaso. Alexander lo bebió rápidamente, y se preparó otro. Aquella droga comenzó a hacer efecto tan rápido que Alexander se apoyo mal de la mesa y quebró vasos y una botella.

—Que ebrio estás amigo, te llevaré al cuarto de tu novia o lo que sean —dice Antony mirando a la gente que observaba aquella escena.

Subió las escaleras junto a al chico de ojos verdes, llegó al cuarto de Lesslie el cual estaba abierto, ya que Alexander lo había dejado abierto para volver con las bebidas. Lo acostó en la cama y cerró la puerta rápidamente con llave.

Alexander estaba completamente dormido lo cual lo hacía completamente vulnerable. Antony comienzó a dar pequeños masajes en los muslos del chico, levantó un poco la polera de este y comenzó a depositar pequeños besos en su abdomen. Poco a poco Alexander comenzó a tener una erección involuntaria. Lo cual también provocó una en Antony.

Peligro, zorras acercándoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora