SIETE DESEOS ━━lucas j. zumann

Deseo Cinco

Según lo que había escuchado al despertar, los familiares del pequeño habían sanado de un clase de milagro, lo cual me alegraba mucho.

Cameron había ido a cambiarse; se turnaban para acompañarme entre los tres, no podía pedir mejor amigos que ellos. Cory desayunaba y Sophie estaba con Helen en mi casa.

—¿Cómo te sientes, Zumann? —preguntó Kat sonriendo, mientras sentándose a la orilla de la camilla, lo cual no me pareció bien por lo que golpeé con mi mano la almohada de al lado mio, queriendo decir que se acostara ahí.

—Mejor que ayer. Me alegra mucho saber que no le quiete la vida a nadie, ni la familia de ese pequeño —sonreí al ver que hacía lo que le pedí.

—Que bueno —también sonrió, o mas bien lo intento.

—Hey, ¿qué pasa?

—¿Seguro que te importa? —respondió con otra pregunta.

—Kathy, linda, eres mi mejor amiga, claro que me importa.

—¿Recuerdas los estudios que te dije? — asentí frunciendo levemente el ceño—, No eran estudios en realidad, eran análisis para ver si mi enfermedad estaba muy avanzada.

—¿Que enfermedad? —de eso no me había contado nada.

—Me han dicho que no puedo hacer nada más, tengo algunos meses de vida.. —cambio el tono de su voz hasta convertirlo en un susurro —. Tengo cáncer, Lucas.

—Ven aquí.

La abrace, trate de que por medio de el abrazo le brindará todo mi apoyo.

—Desearía que no tuvieras esa enfermedad —susurre en su oído y escuché la risita de mi ángel.

«¿Ese es tu quinto deseo?» Aquella hermosa voz sonó en mi cabeza.

Esa chica estaba logrando lo que nadie había logrado en estos últimos diez meses. Hacerme feliz. Verla sonreír, ver su mirada, como me abraza, como difuta la vida era genial.

Cameron entró a la habitación, y Kat se fue con los ojos húmedos casi apunto de llorar.

—Cameron, deberías ir a acompañar a Cory, esta comiendo sólo —él asintió y fue a la cafetería donde se encontraría con Cory.—. Maycee, linda, quiero verte —susurre, y otra vez su risita inundó mis pensamientos.

—Aquí estoy, Lucas. —habló apareciendo frente a mi.

Un segundo ¿Esa era Maycee? No se veía nada mal, de hecho, se veía sexy. Tenia los ojos delineados, sus pestañas echinadas y con rimel, sus labios con brillo y su ropa excesivamente pegada al cuerpo, su blusa negra tenía un estampado rojo que dejaba a descubierto una parte de su estómago junto a una falda corta del mismo color.

—¿Que haces vestida así? —balbuceé—, digo, no te ves nada mal, pero si antes no te veías angelical ahora menos.

Rió.

—Quiero experimentar todo tipo de vida humana. ¿Que tal me veo? —contestó sonriendo mientras hacia poses.

—Te ves muy bien, pero.. —le indiqué que se acerque y me arrime a su oído —. No me gustaría que otros chicos voltearan a verte, me pondría celoso.

Ella solto una risa nerviosa, y se sonrojó.

—Entonces ¿quieres que me cambie?

—Si no es molestia —respondí.

En un abrir y cerrar de ojos ya estaba cambiada. Vestía unos jeans desgastados, una blusa color rosa chicle, y su cabello amarrado con una coleta rápida.

—Mejor —murmure.

—No puedo salir del hospital, así que..— saco un pequeño bolso blanco y la puso en mis manos, al abrirla me encontré un conjunto de mi ropa—. Siempre se pueden romper reglas, y quiero que la primera vez que yo rompa una regla, sea contigo. — sonrió provocando instantáneamente una sonrisa en mi rostro; entonces me vesti, entrelace nuestras manos y salimos corriendo del hospital.

 «editado»

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