Day twelve

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El pálido se sale del lado de Tae sin darle explicaciones solo sabiendo que debe llegar a preguntarle a Jeon si en verdad él es el causante de todos los regalos para su cumpleaños o solo se está burlándose de él, burlándose de su enamoramiento, burlándose de su imaginación al pensar que podía ser él, el causante de sus sonrisas pendejas.

Hay muchas personas bloqueando su camino, mascullando por su baja estatura, se alza de puntillas buscando con la mirada al moreno, y no encuentra ni rastro de él, unas manos rodean su cintura, lo viran, y antes que pueda insultarle o algo, se da cuenta que es el dulce del castaño que le estaba cantando.

—Yo...

Yoongi alza las cejas esperando que hable, no obstante un pelirosa entra, interrumpiendo con sus mejillas gordas, que le dan ganas de aplastarlas para que haga silencio.

—Muchachos, los andaba buscando—Park dice comiendo churros, le tira uno encima de Tae que le saca la lengua, lo empuja juguetonamente, sin embargo, con tanta fuerza que termina cayendo de trasero, el castaño se empieza a reír como foca retrasada al ver al pelirosa haciendo pucheros mientras se incorpora.

Min se debate entre ayudar o reírse, no obstante, su corazón de pollo, lo obliga a acercarse a ayudarlo, Jimin le agradece robándole un beso en la mejilla, haciendo sonrojar al otro, pero haciendo gruñir al castaño que se acerca a abrazar por la espalda al pálido que se sonroja más fuertemente.

—Son los novios más hermosos que he visto—dice el cachetón. Yoongi niega con la cabeza sin dejar de sonrojarse mientras Tae solo sonríe de lado— Saben ¿dónde está Jungkook? No lo he visto para nada, y me mandó un mensaje que estaba con ustedes—les muestra la conversación, haciendo sospechar al pálido, que poco a poco empieza a desconfiar del que le gusta.

—Lo andaba buscando—el más bajo confiesa—. Porque me había dicho que él había sido el de los fuegos artificiales, pero me he dado cuenta que no es.

—¿Por qué?—Jimin pregunta delicadamente.

—Porque lo vi, estaba igual o más sorprendido por el detalle.

—¿Estás seguro?—pregunta el más alto.

—Te lo juro, Tae.

El sobrenombre sorprende a los tres, que se quedan viendo entre ellos, un silencio incómodo les invade. Es la primera vez que Yoongi lo llama de esa manera, siempre ha sido, el pendejo ese que me acosa o Kim Taehyung aka el que traga pizzas gratis del basurero.

—¿Cómo me dijiste?—A Yoongi un escalofrío le recorre la espina dorsal, sus mejillas están a punto de explotar. Se reta mentalmente por lo que dijo, porque sabe que ha cometido un gran error, una putada en clave.

—Te... dije... Tae—tartamudea, el más alto le jala las mejillas. Jimin se va yendo poco a poco por siente que anda invadiendo un momento bien gay, y muy personal, porque en verdad ver a su amigo derritiéndose por el pálido, no es algo bonito de observar.

—Awww—dice abrazando al pálido que se queja porque le anda toqueteando todo el cuerpo. A Min nunca le han gustado la gente pegajosa, y peor Kim que parece garrapata encima suyo—Eres muy tierno.

—No lo soy.

—Claro que sí.

—Claro que no—refuta molesto—Soy rudo... rwar—emite el sonido de un león, sin embargo, a los ojos del castaño suena más como un gatito mojado, vuelve a arremeter contra el más bajo que suelta un gemido lastimero, los dos terminan rodando por el suelo, Tae lo mira con tanta dulzura que algunas chicas que pasan por ahí, se tapan los ojos, Yoongi bufa e intenta salirse de abajo del otro, no obstante, como el pálido está en contra de cualquier tipo de ejercicio, no puede salir.

Kim se acerca hasta estar a cinco centímetros de los labios ajenos, Min se relame la boca, expectante, pero el beso nunca llega, más bien, no sabe cómo rayos termina siendo cargado como novia hacia un puesto de salchipapas.

—¿Cuál quieres, amor?

—Que me sueltes, pendejo—y ahí se ha ido todo el cariño que había sentido... si no lo baja en este preciso momento, se va a cabrear.

—No creo que su novio quiera comer—interrumpe el vendedor virando las salchichas en el sartén.

—No lo escuches, solo está enojado porque no tuvimos...—Tae le da una mirada con significado al otro, que se sorprende y ahoga un gritito. Min siente las miradas hacia él, y le pega sin fuerza al brazo que lo sostiene, sin lograr nada.

—Tomen sus salchichas.—los dos agradecen, Kim sin dejar de sostener a su crush, le brinda una en su boca, el pálido bufa, pero igual come porque tiene mucha hambre.

—Está buena.

—No más que tú y yo desnudos en la playa.

Yoongi rueda los ojos, haciendo reír al otro.

—Callate ¿sí? Arruinas el momento.

BirthdayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora