EL BESO

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Levantaron el campamento con cuidado de no olvidarse de nada, Klaus sabía que la comida que tenían solo duraría para algunos días más. Debían encontrar algún animal y rápido antes de que eso sucediera. La mañana estaba fresca y la niebla cubría el tenebroso bosque como de costumbre, el sol podía traspasar las densas nubes con gran esfuerzo. Todo a su alrededor se veía tranquilo y aterrador como siempre que Klaus lo visitaba. Pero esta vez él sabía que ésta era la calma antes de la tormenta.

Comenzaron a caminar en dos grupos muy marcados, los chicos del Gueto adelante con Ana a la cabeza y los Hijos del Vacío detrás de ellos, Kol tenía que hacer un gran esfuerzo para verlos a través de la neblina, era tan densa que difícilmente podía ver sus pies, se sentía un poco mareado y débil, la comida lo había ayudado bastante pero no lo suficiente. Hacía ya dos noches que no dormía, no debería haberse acostado con esa pelirroja, pensó en retrospectiva. Podía notar la mirada furtiva de Katerina en él y la preocupación comenzó a filtrarse en su cuerpo ¿Y si lo que vio en esa pesadilla era cierto? ¿Y si Katerina se sentía a traída por él? Era simplemente imposible, las cosas entre ellos habían estado claras desde el principio y sin embargo... hablaría con ella, era estúpido quedarse con la duda.

Aarón caminaba distraídamente había tropezado un par de veces con las raíces que sobresalían, estaba muy concentrado mirando al frente; Niels siguió su mirada para encontrarse con el robusto chico... Nyden. Niels apretó sus labios en una línea. No era un secreto que su amigo era homosexual, él se los había dicho cuando solo tenía doce años pero todos ya lo sabían, el mayor problema había sido con su padre que en aquel momento no quería comprender que Aarón seguía siendo su hijo sin importar qué. Esto le llevó a Aarón mucho sufrimiento. Por suerte Amara y Katerina siempre estuvieron de su lado comprendiéndolo y apoyándolo, eventualmente Erik aceptó a su hijo a regañadientes. Pero la preocupación de Niels era muy diferente a la de Erik, estaba preocupado por su amigo; este chico Nyden parecía ser heterosexual, siempre había apreciado mucho a Aarón y no quería que saliese lastimado. Olvidó el asunto por un momento, había estado queriendo hablar con Isabelle pero no sabía como comenzar la conversación.

Isabelle estaba confundida. Cientos de pensamientos se arremolinaban en su mente, estaba estresada por el misterioso fuego pero no era lo que le preocupaba ahora. Su mente no paraba de viajar al salón de baile de los Tryggvensen y su beso apasionado con Kol, solo para ser interrumpido por el beso con Niels de anoche. No sabía qué había significado ninguno de los dos. Niels no había hablado de eso con ella y Kol se había acostado con otra chica. Había decidido que no había significado nada para él pero insistía en ponerle ese estúpido sobrenombre "Belle". Además había notado algo muy extraño en Kol desde que se había despertado, se había disculpado con todos por haber reaccionado tan violentamente la noche anterior y había estado más atento a su entorno. Y luego estaba Niels quien pensó que la veía como una amiga para encontrar que estaba equivocada y que ella también lo estaba porque se había dado cuenta que muy en el fondo tenía sentimientos para Niels entonces... ¿Por qué estaba confundida? Si sus sentimientos eran solo para con Niels...

—Isabelle— Sintió que alguien tocarle delicadamente el brazo, era Niels—¿Podemos hablar un segundo?

—Claro— Accedió Isabelle nerviosa, la niebla rodeando a Niels dándole un aspecto fantasmagórico.

Niels e Isabelle esperaron a que los demás se adelantaran para poder hablar sin que el resto los escuchara. Una ráfaga de viento frío atravesó el bosque causándole a Isabelle un escalofrío. Niels hizo el ademán de sacarse el abrigo pero Isabelle lo detuvo.

—Ni se te ocurra— Dijo regañándolo seria— Hace mucho frío y no quiero que te enfermes por mi culpa.

Niels hubiese protestado si no fuera porque estaba muy nervioso. Lo de la otra noche no había sido planeado solo perdió el control, el simple hecho de pensar que Isa estaba enamorada de su hermano le dolía. Ella le gustaba. Le había gustado desde el primer momento, la manera desafiante en la que lo había visto cuando la inmovilizó en el parque de la otra dimensión, la forma obstinada con que se portaba, lo valiente que había sido desde que la conoció. A sus ojos Isabelle era simplemente preciosa en todos los sentidos. Pero cuando vio la mirada de anhelo en sus ojos al mirar a su hermano su mundo se desmoronó y no pudo guardarse sus sentimientos para si mismo. Había besado a Isabelle y fue la mejor sensación del mundo, sus suaves y cálidos labios, su agitado cuerpo bajo sus manos y la forma en que lo atrajo hacia ella... había sido simplemente increíble. Pero ahora estaba nervioso, tenía miedo de no poder expresar sus sentimientos y arruinarlo todo, tenía que ser inteligente.

—Quiero hablarte sobre la otra noche—Dijo Niels con voz temblorosa.

Isabelle asintió insegura de qué decir.

—Yo... bueno... es que...— Balbuceó Niels.

El corazón de Isabelle dio un vuelco.

—Niels—Dijo Isabelle tocándole suavemente el hombro con una sonrisa forzada— Si te arrepientes, podemos hacer como si nada hubiese pasado. En serio, no fue la gran cosa.

—¿No fue la gran cosa?— Dijo Niels con un hilo de voz, su rostro se había puesto pálido y sus ojos se agrandaron como platos, pero rápidamente su rostro cambió. Ya no había emoción en él— Fue algo increíble para mí Isabelle—Dijo con voz tan fría que igualaba a la de Kol— Pero entiendo si no fue gran cosa para ti.

Comenzó a alejarse para reunirse con el grupo pero Isabelle lo agarró del brazo deteniéndolo.

—No es lo que quise decir—Farfulló desesperadamente tratando de encontrar en el rostro de Niels al dulce chico que ella conocía. Porque su cara se había cerrado como una concha marina haciéndole recordar el día en que lo conoció— Solo pensé que ibas a decirme que no significó nada y que lo olvidara. ¡Solo quería sacarle hierro al asunto!

Niels estudió a Isabelle por un instante, vio la desesperación en ella y decidió que lo que estaba diciendo era cierto y fue un alivio casi físico, el falso rechazo de Isabelle le había dolido hasta lo más profundo de su alma, el sentimiento fue tan fuerte que asustó a Niels. Procuró hablar fuerte y claro esta vez, el susto le había quitado el miedo, como siempre pasaba.

—Realmente disfruté el beso de la otra noche— Dijo con voz firme volviendo a su lado, su expresión mucho más relajada— Fue increíble porque eres hermosa, porque tus labios son perfectos y tu cuerpo contra el mío me volvió loco.

Isabelle se quedo boquiabierta, no se esperaba que Niels fuese tan directo o que sus palabras calaran hasta sus huesos, pensó que le diría que lo olvidara. Que solo había sido el estrés del momento. Pero se alegró al escuchar que no era así, solo que ahora no sabía que decir. A ella también le había gustado el beso pero no podía ignorar que le había gustado el beso de Kol también. Extrañamente ahora se estaba sintiendo mal por ocultarle eso a Niels y no sabía por qué.

—A mi también me gustó el beso— Dijo Isabelle tímidamente— estoy feliz de que sintieras lo mismo.

Niels hizo de tripas corazón y pronunció las palabras que nunca hubiese querido pronunciar—Entiendo si te gusta Kol— Dijo sin poder evitar recordar como Isa lo había mirado la otra noche.

—Niels yo...—Comenzó a protestar Isabelle justo cuando Niels la calló con un suave y corto beso en sus labios.

—Lo que quiero decir es que no voy a parar hasta conseguir tu amor.

Y dicho esto se alejó para unirse con el grupo.

Hijos del vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora