INESPERADO

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Niels sacó disimuladamente el mapa que su padre le había dado, debía asegurarse que esta chica Ana no los estuviera traicionando. Desdobló el mapa y se fijó si la ruta que habían tomado y la que estaba trasada en el mapa era la misma. Efectivamente lo era. Satisfecho Niels cerró el mapa y lo guardó en uno de los pliegues de su abrigo.

Isabelle volvió a reunirse con el grupo pero alejada de Niels y Kol ensimismada en sus pensamientos. El pequeño y dulce beso de Niels la había puesto como un tomate dejándola más confundida que antes.

El beso no pasó desapercibido a los ojos de Katerina que vio la escena con lujo de detalles, no podía creerlo; sus sospechas habían sido ciertas, a Niels también le gustaba la humana y no solo eso, ya lo había besado y quién sabe qué más ¿Es que no se conformaba? Primero conquistaba a Kol y después se besaba con Niels. Era una mal...

—Katerina podemos hablar—Dijo la voz de Kol detrás suyo.

Katerina se volteó extrañada y allí estaba él con su cara cincelada, sus ojos amatistas rodeados con largas y tupidas pestañas y la poca luz del sol creando un halo en su pelo dorado. Katerina estaba segura de que nunca se acostumbraría a la imagen de él.

—¿Qué pasa Kol?— Preguntó lo más fríamente que pudo, siempre temerosa de que él se diese cuenta de la verdad.

Kol la estudió pensativamente y esto la puso nerviosa, parecía estar sopesando sus palabras.

Kol no estaba seguro de formular la pregunta o no, lo último que quería era quedar como un loco o un estúpido frente a Katerina —más loco y estúpido de lo que ya había quedado— pero esa pesadilla le había hecho repensar muchas cosas y aunque la mayoría de las veces se comportara como un idiota él no quería darle falsas esperanzas.

—Debo hacerte una pregunta— Dijo Kol más seguro de lo que realmente se sentía mientras caminaban detrás de los demás— como ya sabes he visto cosas muy extrañas en mi sueño, no quiero entrar en detalles pero tu aparecías en él... me preguntaba si lo del año pasado significó algo para ti.

El mundo de Katerina se derrumbó.

¿¡Qué tipo de sueño fue ese!? Las alarmas de su mente estaban retumbando, tenía que pensar rápido ¿Qué pensaría de ella si se diese cuenta que la respuesta era afirmativa? tomó un suspiro disimulado y rio sarcásticamente.

—Claro que no Kol, lo nuestro fue solo sexo.

Kol la miro algo dudoso—¿Estás segura Katerina? No me enojaría que la respuesta sea otra.

—Totalmente segura—Dijo ella sin mirarlo.

—Muy bien— Dijo Kol— Lamento haberte molestado con una pregunta tan estúpida.

—No importa— Dijo Katerina, un poco de dulzura filtrándose por sus palabras— entiendo que la experiencia del sueño debió ser traumatizante, pero fue solo un sueño Kol.

Kol asintió y sin nada más que decir se alejó.

Katerina se sintió como una cobarde pero en su interior sabía que había hecho lo correcto, los dos eran primogénitos además Kol sentía algo por la humana y Katerina quería que él fuese feliz, con o sin ella, así que simplemente no interferiría.

Katerina se sintió como una cobarde pero en su interior sabía que había hecho lo correcto, los dos eran primogénitos además Kol sentía algo por la humana y Katerina quería que él fuese feliz, con o sin ella, así que simplemente no interferiría

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Klaus estaba caminando en frente de los Hilos del Vacío con sus amigos del Gueto tratando de escuchar el revoloteo que se escuchaba atrás, no quería ser entrometido pero él era una persona muy curiosa. Aunque en realidad no tuvo mucho éxito, un fuerte viento se había levantado moviendo las ramas secas de los árboles y la neblina estaba demasiado espesa para siquiera verlos. Una puntada de dolor atravesó su cuerpo, la herida aún le dolía y caminar tanto no estaba ayudando demasiado, estaba un poco preocupado pero no era lo que importaba ahora. Estaba ocupado mirando a Ana quien un poco distraída estaba mirando hacia atrás. En el medio de las dos claras líneas marcadas entre los grupos la humana estaba caminando algo confundida, Ana le susurró algo a Nyden y éste asintió luego ella se acercó a la humana.

—¿Estás bien?— Dijo con voz tan suave que Isabelle tuvo que hacer un gran esfuerzo por escucharla.

—Si— Dudó Isabelle.

—Los chicos pueden ser difíciles, pero para eso estamos las chicas ¿no? Para ayudarnos entre nosotras.

Eso le arrancó una sonrisa dudosa a Isabelle—¿Cómo sabías que era sobre chicos?—Preguntó.

—He estado prestando atención a ti y a los gemelos,—Dijo algo apenada— la tensión qué hay entre ustedes... madre mía.

Isabelle soltó una carcajada— ¿Qué puedo decir? Nada de esto estaba en mis planes.

—Ni en los míos— Contestó Ana algo taciturna.

—Lamento que tengas que pasar por todo esto, no es tu culpa.

—Está mejor que el Gueto.

Isabelle pensó que para que esto sea mejor que el Gueto ellos deberían haberla estado pasando muy mal. Las dos fueron rápidamente hacia adelante de todo el grupo así podrían seguir hablando y Ana podría seguir dirigiendo el grupo. Nyden y Andros las miraron extrañados.

Isabelle estaba encantada.

Ana le había parecido una chica frágil y tímida a quien había tenido miedo de tratar, y aunque era una chica sensible cuando entraba en confianza era alguien muy agradable.

—Así que explícame— Dijo Ana dulcemente— ¿Cómo terminaste metida en medio de dos hermanos?

Isabelle la observó sus finos modos combinaban con la sutileza de su voz, el viento hacia mover sus rubios cabellos haciéndola ver etérea.

—Ni siquiera yo lo sé— Dijo confusa Isabelle, porque ni siquiera ella estaba segura de estar metida en el medio de los dos.

—No te preocupes— Dijo Ana poniendo su mano en el hombro de Isabelle de manera reconfortante—Cuando tu corazón sepa lo que quiere todo se volverá mucho más fácil.

Ese es el problema, pensó Isabelle, no sé lo que quiero.

Isabelle seguía confundida pero estaba feliz. Le agradaba Ana, sintió que por fin iba a poder tener una chica con quien hablar ya que Katerina parecía tener un problema personal con ella que no podía llegar a comprender.

Tan ensimismada estaba en sus felices pensamientos que no notó la rama que se desprendió del árbol cayéndole en la cabeza, ni el temblor que comenzó a continuación.

Hijos del vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora