Capítulo 6.
Ciudad de México, mayo del 2021.
Diego Valdés descansaba en la comodidad de su departamento, estaba pasando el rato con un chico que conoció por ahí, solamente para calmar sus deseos, cuando el sonido de las notificaciones de WhatsApp le hizo salir de su zona de confort al ver el nombre de quien le escribía en la pantalla.
—¿Joaco? —se sorprendió haciendo que su acompañante se desconcertara ante su acción, pues, apenas se conocían, pero, si Joaquín necesitaba de Diego, él iba a estar ahí para él.
Valdés se levantó del sillón, soltando al chico del su agarre para poder buscar sus zapatos y colocárselos de nuevo.
—¿Pasa algo? —preguntó el chico que lo acompañaba mirando como Diego se apresuraba a tomar sus cosas.
—Sí, pasa que tienes que irte porque me surgió un compromiso —dijo tratando de ser amable.
—No tenemos ni diez minutos aquí Diego, ¿seguro que no puede esperar? —preguntó dócil, tratando de llamar de nuevo la atención de Valdés al acercarse para tomar su mejilla.
—No Axel, no puede esperar —dijo esquivando su tacto.
El chico lo miró sorprendido y después molesto, lo cual hizo que soltara un bufido.
Diego tomó las llaves de su Chevrolet roja importándole poco quien estaba con él, abrió la puerta de su departamento dejando que saliera primero.
Valdés se percató que en los mensajes de Joaquín decía que estaba en casa de Emilio, no entendía el porque le había pedido que fuera por él a la casa de su mejor amigo.
El tramo era corto, Diego Valdés y Emilio vivían a tan solo 5 minutos de distancia, y era porque los dos siempre habían sido unidos.
La casa Marcos estaba cada vez más cerca, y Valdés solo le daba vueltas a su cabeza, sin entender que pasa.
Una vez que estuvo en la puerta de la casa de su amigo se percató que la puerta estaba abierta.
Al acercarse miró a Joaquín, se veía mal, realmente mal, porque en el tiempo que llevaba conociéndolo jamás lo había visto así.
Detuvo la camioneta en medio del camino, importándole poco si estorbaba, es una colonia tranquila así que se despreocupo un poco.
Diego bajó del vehículo, y Joaquín corrió a sus brazos, estaba hecho un mar de lágrimas, Valdés al momento entendió que un abrazo sincero era lo único que necesitaba en esos momentos.
Probablemente Emilio y Joaquín habían tenido una discusión, pero Diego no se iba a aprovechar de eso, su amigo estaba dolido, y él solamente quería que le diera una explicación a todo lo que estaba pasando para así tratar de entender porque la insistencia.
—Joaco —dijo acariciando su cabello, dejando que se desmoronara aún en sus brazos, observando como Emilio también lloraba en la puerta—. Joaquín, ¿qué fue lo que pasó? —Bondoni solamente negó con la cabeza, aún no estaba listo para hablar del tema.— Si no me vas a contar, al menos dime a donde te llevo —Diego se mostraba comprensivo, tal vez era lo que Joaquín necesitaba en esos momentos.
Este asintió, esperando unos segundos antes de soltarse del agarre, se limpió las lágrimas de sus ojos, y rodeó la camioneta de Diego para subir a esta.
—Te amo —gritó Marcos desgarrado al ver como Bondoni subía al vehículo, no importándole si se veía débil, o si estaba armando un escándalo a media calle, Emilio sabe que Joaquín es el amor de su vida, y no lo iba a dejar tan fácil.
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No se va »Emiliaco.
FanfictionHoy te busco y tu no estas. Llamo y no te puedo hablar. Mi corazón no olvida, y un amor así no se olvida. Porque eres mi bala perdida, cuando estas siento mil besos en el aire, y eso es suficiente para convencerme de que si te vas te buscaré. Te...