C.33. Especial | Dark Past 2

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Mi mente está en blanco, no sabía que pensar o que sentir. Era como si ya nada importara, como si no importara el hecho de que un hombre estaba violando a una niña de 14 años.

Solo miraba como tigre estaba entre mis piernas metiendo su.....eso, gozándolo mientras una de sus manos estaba en mi pequeño y casi inexistente pecho. Ya no me dolía, pero tampoco me gustaba, solo, me dejaba llevar, hablando física y psicológicamente.

Una vez que tigre dejo salir algo blanco en mí, es que se separaba y se iba. Yo me paraba me bañaba y hacia el"que hacer".

Ese lugar no podía llamarse cada, estaba a punto de caerse, había cucarachas y ratas por todos lados, lo único en buen estado, era la cama, que por cierto odiaba, detestaba con mi alma todo en esta vida, a Tigre, a Wendy y a todos los hombres.

Los odiaba a todos por igual, lo único que buscaban era el beneficio propio sin fijarse en los demás, todo se había convertido en blanco y negro, aquí o eras bueno o eras malo, no había un punto medio de ello.

Desde que tengo memoria, mi sueño era formar una familia, tener hijos y casarme con el hombre que amará pero, solo será eso, un sueño. Hace dos semanas que un "doctor" me vino a ver puesto que los dolores un poco más abajo de mi estómago no los aguantaba, fue cuando me mandó a hacer unos estudios y le dijo a tigre (con mucho miedo puesto que estaba amenazado por este) que debido a la fuerza con la que me violaba, me había dejado estéril, osea, sin poder tener hijos.

Mi odio no había incrementado tanto como ese día, el día en que mató mis sueños.

Empecé a hacer de comer con los libros que Tigre me trajo, si no lo hacía, me golpearía, y aunque no quisiera tenía que obedecerlo.

Escuché como la puerta se habría y mi cuerpo se tensaba a lo que venía, le seguí moviendo a la sopa de fideo que por cierto, esta vez no me había quedado tan mal.

-¿Ya está la comida Alexa?

-Si tigre. En un momento te sirvo.

-Me iré a poner algo más cómodo, apúrate.

Asentí sin contestar, una vez que puse la mesa y coloqué los platos de tigre para que comiera, escuché que tocaron la puerta.

-Tigre, están tocando. -Le dije al ver que no salía a ver.

-Ve a ver quién es, estoy ocupado.

Puse mis ojos en blanco ante su "orden".

Caminé hacia la puerta cuando volvieron a tocar. En cuanto la abrí tres hombres mucho más altos que tigre aparecieron en mi vista, los tres portaban un traje que parecía ser pesado pero aún más importante, tenían puesto un traje de esos de policías como los que salen en las películas.

Había visto venir a dos con los mismos uniformes, así que no me hice esperanzas de que me fueran a ayudar, ya nadie podía.

-Tigre está ocupado, pero pueden esperarlo ahí.

Señalé con mi dedo en la simulación de sala. Los tres hombres compartieron mirada antes de volver a verme, el de en medio se agachó a mi altura para hablarme.

-Dime pequeña, ¿Qué es tigre de ti?.

Reí irónico, algo que sorprendió a los tres hombres.

-¿Ese infeliz?. Es mi peor pesadilla.

Mientras lo decía, lágrimas ya bañaban mis mejillas, el hombre de en medio se enderezó y le dió una mirada a los otros dos haciendo que estos sacaran unas cosas del lateral de su pantalón, y entraron a la casa.

Otra historia de Amor © | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora